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Cómics

Clowes al habla

Clowes al habla

Los lectores de Boing Boing ya conocerán And Here’s the Kicker: Conversations with 21 Top Humor Writers on their Craft, de Mike Sacks, un libro de entrevistas a colosos del humor como Sacha Baron Cohen, Todd Hanson o Paul Feig. El autor tuvo que dejar fuera su conversación con uno de mis autores favoritos, Daniel Clowes, por presión editorial (al parecer, alguien pensó que 21 era mejor que los 25 autores que el periodista tenía recopilados). Sin embargo, McSweeney’s aprovecha que Sacks es colaborador suyo y acude al rescate: debemos estarle agradecidos, porque la entrevista con Clowes es una de las más reveladoras e interesantes que ha concedido el autor. Me gusta especialmente su defensa de títulos menores de DC, como los dedicados a Lois Lane y Jimmy Olsen, porque eran relatos de personas normales en un contexto fantástico. Su confesión posterior ("You know what I liked even more? Regular people yearning to become superheroes") explica historietas como The Death Ray, Pussey! o Black Nylon, deconstrucciones (o destrucciones) del arquetipo de las que algún director de cine con ínfulas debería aprender algo.

Telarañas sobre Broadway

Telarañas sobre Broadway

El Gran Cancionero Norteamericano está a punto de sumar a su larga lista de éxitos del teatro musical temas como "I’ve Been Beaten by a Radioactive Spider (and It Feels So Good)",  "MJ-o, I Can’t Stay-o", "I Belive You Killed My Psycho Father (No I Didn’t)" o "Face It, Tiger, You Just Hit the Jackpot (Instrumental)". Por supuesto, todos esos títulos son inventados y probablemente no tengan nada que ver con las verdaderas canciones que Bono y The Edge han compuesto para Spider-Man Turn Off the Dark, el tan rumoreado musical basado en el hombre-araña marvelita, que comenzará a iluminar las calles de Broadway con un potente faro atrapa-geeks a comienzos de 2010.

La directora Julie Taymor anunció ayer a sus dos primeros intérpretes contratados: Evan Rachel Wood (en la foto) como Mary Jane y Alan Cumming como Norman Osborn/Duende Verde. Por supuesto, ambos tienen experiencia previa con Taymor, ya que ella protagonizó el musical beatle (y horripilante proyecto de vanidad) "Across the Universe" y él participó en las adaptaciones shakespearianas de "Tito Andrónico" y "La tempestad" que la directora estrenó en Londres y Nueva York (además de en la barroca adaptación al cine de la primera, "Titus"). La buena noticia es que los dos parecen opciones más que óptimas para sus respectivos papeles: de hecho, no parece probable que demasiados fans de Spidey monten en cólera si Evan Rachel Wood sustituye a una reticente Kirsten Dunst en la cuarta entrega cinematográfica de la saga. En cuanto a Cumming, su experiencia previa con Marvel (interpretó a Rondador Nocturno en "X-Men 2") y su irresistible tendencia al histrionismo garantizan un Osborn de antología. Aún no tenemos noticias sobre quién se llevará el papel protagonista, pero ya hay rumores que apuntan a Jim Sturgess, compañero de Wood en "Across the Universe" y encarnación perfecta de los valores de ese Peter Parker über-pardillo que popularizó Tobey Maguire en el cine.

El musical, que muy posiblemente tuvo su inspiración en este videoclip de Snow Patrol para "Spider-Man 3", tiene previsto empezar sus funciones en el Hilton Theatre a partir del 25 de febrero. Puede ser una buena excusa para viajar a Nueva York, aunque también podemos esperar a que llegue a nuestros escenarios, Ey, al fin y al cabo, Spamalot sólo ha tardado como sesenta años en hacerlo...

La alta cultura enseña sus garras

La alta cultura enseña sus garras

El número 181 de la serie regular de "Hulk", publicado en octubre de 1974, presentaba a un personaje capaz de darle algo de trabajo al gigante gamma: superhumano, dotado de unas garras retráctiles de adamantium, capaz de recurrir a la autocuración en pleno combate y (lo que es peor) canadiense, Lobezno podría haberse convertido en el villano definitivo. Sin embargo, Marvel tenía otros planes para con el mutante, que sólo unos meses después ingresó en la Patrulla X como visible cabeza de cartel de la Segunda Génesis ("Giant-Size X-Men", mayo de 1975). Así, el arma secreta de Lobezno siempre ha sido mantenerse en una zona gris: es capaz de perder por completo la cabeza y el norte (moral) en colosales ataques de ira, también también sabe sacar su instinto de protección ante los jóvenes cachorros (Kitty Pryde) y está a dispuesto a sufrir una tortuosa historia de amor no-del-todo-correspondido con la novia del líder. Durante mucho tiempo, su pasado (¡incluso su nombre de pila!) estuvieron también rodeados de un considerable halo de misterio, que se desvaneció en 2001 con la publicación de "Origin", controvertida miniserie en la que Paul Jenkins, Bill Jemas y (especialmente) Joe Quesada fijaron la biografía definitiva del personaje, contradiciendo en ocasiones los aportes de guionistas como John Byrne o Chris Claremont.

La lectura de "Origin" y la serie en solitario iniciada por Claremont (en colaboración con el dibujante John Buscema) componen una interesante lectura del personaje, que vendría a ser algo así como el Forrest Gump del universo Marvel: su poder de autocuración le garantizó un puesto en prácticamente cada uno de los grandes acontecimientos que jalonan el siglo XX, desde guerras (Wolvie combatió en todas, incluso en la nuestra) hasta apocalipsis, realidades paralelas e invasiones secretas marvelitas. Uno se imagina a este gañán amante de la cerveza compartiendo barra de bar con Hemingway o siendo testigo excepcional de la revolución cultural de Mao. Por eso, la iniciativa de la Casa de las Ideas para celebrar el 35 aniversario del personaje no ha podido ser más interesante: el Wolverine Art Appretation Month, en el que todos los títulos marvelitas contarán con una portada alternativa inspirada en algunos de los mayores hitos pictóricos de la historia. La reformulación de Lobezno como villano victoriano a lo Edward Gorey, su salto hacia el surrealismo daliniano o la versión Warhol de una antológica cubierta de Frank Miller rompen las cada vez más difusas fronteras entre alta y (mal llamada) baja cultura, además de inscribirse en esa tendencia inaugurada por los créditos iniciales de la adaptación al cine de "Watchmen". Es probable que la que más me fascina sea la inspirada en Magritte, pero las más interesantes son, sin duda, la de Picasso (el interés por las máscaras africanas del artista malagueño rima con la naturaleza salvaje de Logan) y la de Liechtestein, que acaba de redondear este estimulante doble trasvase entre cómic y pintura que nos ha propuesto Marvel durante todo abril.

¿Quién nos protegerá de los protectores?

¿Quién nos protegerá de los protectores?

Es la Semana "Watchmen", amigos y vecinos. Nos guste o no. Vivimos en un mundo en el que nada existe realmente hasta que no se hace una película sobre ello, así que lo mejor será prepararnos para lo que nos espera en las próximas semanas: tuneros de barrio que utilizan una foto de Rorschach como imagen de Messenger, por ejemplo. O que recomiendan la película porque, tío, los superhéroes son personas normales y están todos rallados. Mientras tanto, Alan Moore es ese guionista huraño que no quiere ver su nombre en los créditos, en lugar de un autor quintaesencial de nuestro tiempo que está a punto de publicar la tercera entrega de una de sus obras capitales, The League of Extraordinary Gentlemen (hay, por supuesto, excepciones, como ese fabuloso dossier Moore que apereció la semana pasada en el suplemento "Cultura|s" de "La Vanguardia", firmado por Jordi Costa y Raúl Minchinela). 

Quizá lo mejor sea dejarse llevar y disfrutar de lo que pueda ser disfrutado. Ey, hasta es posible que la película esté bien y todo... En cualquier caso, ha servido para originar todo tipo de merchandising (oficial o no oficial) y objetos raros: Super Punch ha reunido los más pintorescos en un post interesantísimo. Al parecer, el preservativo del Dr. Manhattan es un producto real, pero los Lego Watchmen y el dispensador de caramelos Pez son obra de fans. ¡Lástima, con lo que molan! De todos modos, mi preferido es esta parodia del gran momento de Ozzymandias, en la que Alan Moore se da cuenta de que ha conseguido llevar a buen puerto su plan diabólico: impedir el estreno de la película. Nótese la presencia de la serpiente en la última viñeta: se llama Glycon y es una antigua deidad romana a la que Moore rinde pleitesía. De nada.

Ella, ella, eh, eh

Mi nivel de devoción por The Umbrella Academy linda ya con la pura obsesión. Amazon me hizo llegar la semana pasada el primer volumen, Apocalypse Suite, en elegante TPB: releyéndolo me he dado cuenta de que la etiqueta de primeros superhéroes del siglo XXI (creada por Grant Morrison, nada menos) no parece en absoluto exagerada. Hay un dato, aparentemente anecdótico, que explica muy bien cómo funciona el guionista Gerard Way: cuando le preguntan por qué convirtió a Sir Reginald Hargreeves (millonario, científico loco y el Royal Tenenbaum de esta familia de hermanos sobrenaturales) en un alienígena camuflado, el líder de My Chemical Romance responde que no le interesaba tanto que fuera extraterrestre, sino lo que eso implica para los chicos. "Sí, es un alien, pero lo cierto es que eso no es lo que nos interesa aquí". En otras palabras, "The Umbrella Academy" está un paso más allá de lo posmoderno: es capaz de hacer malabarismos con los conceptos más extravagantes sin preguntarse por qué están ahí, sino por cómo se relacionan coherentemente con el resto. Sus autores parecen haber cogido lo mejor de sus respectivos maestros —Morrison y Alan Moore en el caso de Way, Mike Mignola en el caso del dibujante Gabriel Bá— y lo han adaptado a un universo personal, rico y aparentemente inagotable. En cierto sentido, "The Umbrella Academy" es una "League of Extraordinary Gentlemen" más interesada en el (steam)punk que en la referencia literaria.

Es posible que "Umbrella" sea el mejor cómic que se publica en la actualidad. Es reconfortante saber que no soy el único que piensa así: Dark Horse, aprovechando el tirón de un guionista/estrella del rock como Way, está construyendo todo un fenómeno de culto en torno al tebeo. Así, mientras sigue publicando por entregas el segundo (y, por ahora, espectacular) volumen, el sello de cómics más cool del panorama lanza nada menos que tres ediciones de "Apocalypse Suite", un cuadernillo de música, un set de figuritas de los hermanos protagonistas y una colección de chapas, que incluye una de Number Five y otra de Hazel & Cha Cha. El fan loco que hay en mí no parará hasta coleccionar todo ese merchandising. Y por eso le tengo tanto miedo a ese tipo...  

Batalla de robots: Las precuelas

Batalla de robots: Las precuelas

Es fácil pronosticar que 2009 va a ser muchas cosas, no todas ellas agradables. Pero hay una que sí lo va a ser, y cómo: estoy hablando, por supuesto, de la gigantesca batalla de robots que va a tener lugar en las taquillas de todo el mundo una vez llegue el verano cinematográfico. A este lado del cuadrilátero, los icónicos T-800 de Terminator Salvation (5 de junio), coordinados por un McG que planea llevar la saga al terreno de la distopía sucia (por la vía, eso sí, del gran espectáculo). Frente a ellos, los Transformers de Michael Bay vuelven para un segundo asalto en Revenge of the Fallen (19 de junio), película que promete superar las hipérboles de la magnífica primera entrega. En otras palabras, dos de las cosas que más me gustan en esta vida —los robots y los blockbusters— se unen, en un único mes, para darme dos tazas de todo. Es evidente que no puedo esperar a que llegue junio: por suerte, los responsables de ambas cintas, en colaboración con el sello de cómics IDW, saben que no soy el único.

Tanto "Terminator Salvation" como "Transformers: Revenge of the Fallen" rentabilizarán nuestra expectación en forma de miniseries tebeísticas que, a modo de precuela, actuarán como toma de contacto con sus respectivos universos. Un servidor se debe a sus lectores y, por tanto, ya ha leído las primeras entregas de ambas miniseries, disponibles para descargar en Free Comic Books. ¿El veredicto? Se trata de productos orientados al cada vez más creciente mercado geek, sin nada demasiado atractivo para el espectador medio de blockbusters. No obstante, tampoco son exactamente operaciones descaradas para empezar a quedarse con nuestro dinero meses antes de que pasemos por la taquilla y, sobre todo en el caso de "Transformers", parecen lo suficientemente interesantes como para tener personalidad propia.

El primer número de Terminator Salvation pone de manifiesto las intenciones de la miniserie, que se pueden resumir en una voluntad de ampliar el ratio de personajes que aparecerán en la película (es decir, John Connor y su grupo), contándonos así las historias de otros miembros de la resistencia en diferentes lugares del mundo. Así, el resultado está algo falto de carisma: Connor (Christian Bale) y su mujer Kate (Bryce Dallas Howard) sólo aparecen brevemente en un flashback, mientras que los protagonistas del tebeo no logran ser un relevo lo suficientemente interesante. De todos modos, el encuentro final con un rudimentario y perturbador T-600 es lo bastante convincente como para animarnos a seguir leyendo los próximos números. Por su parte, Transformers: Alliance sí cuenta con algunos de los protagonistas de la saga, además de con un estilo visual cercano al manga (al fin y al cabo, estos robots de incógnito son una creación eminentemente japonesa). La acción transcurre horas después del sinfónico clímax final de la primera entrega, lo que permite a sus autores atar cabos sueltos (la desparición de Starscream) y jugar un poco más con algunos de los gags de la película, como ese Decepticon formado a partir de una máquina de Mountain Dew. No es mucho y, ciertamente, podría ser mejor, pero tampoco es una mala manera de paliar nuestras ganas de ver robots gigantes en la gran pantalla.

Ligamanía

Ligamanía

Al terminar de leer "The League of Extraordinary Gentlemen: The Black Dossier", de Alan Moore y Kevin O’Neill, lo normal es que el lector acabe abrumado y maravillado, pero también un poco preocupado. Al fin y al cabo, el soliloquio final de Próspero supone una catársis de tal magnitud que resulta difícil no verlo como una culminación, como el lugar último al que nos ha de llevar la que para muchos es la obra maestra secreta de Moore. No deberíamos tener nada que temer: "The Black Dossier" es un punto y aparte insoslayable, pero, por suerte, a sus creadores aún les queda cuerda para rato.

The League of Extraordinary Gentlemen: Century es (ahora sí) el tercer volúmen de la saga, tras un tomo que funcionó más bien como piedra rosetta para interpretar el sentido último de las intenciones de Moore y O’Neill. Tendremos que esperar hasta abril de 2009 para leer su primera entrega, ambientada en 1910 y titulada "What Keeps Mankind Alive?", pero el último número de la revista Wizard nos ofrece un avance de cinco páginas para saciar nuestra curiosidad. Pinchad aquí, leedlas y luego volved a este vuestro blog para desentrañar las pistas sobre lo que nos espera.

¿Ya? Bien. La primera página (que, supongo, coincide con el comienzo del número) se abre con alguien sufriendo una visión/pesadilla terrible. Según las entrevistas previas de Moore, podemos adivinar que se trata de Thomas Carnacki, el detective sobrenatural imaginado por William Hope Hodgson. Al parecer, el ocultismo tendrá una relevancia especial en "Century": además de Carnacki, en esta primera página tenemos a Oliver Haddo (última viñeta), alter ego de Aleister Crowley que Somerset Maugham creó para su novela "El mago". Su plan para concebir un hijo de la luna será la amenaza que impulse las tres partes de "Century". El resto de páginas de la preview están protagonizadas por la pirata Jenny, lo que nos da una pista de cuál va a ser la segunda gran influencia de "What Keeps Mankind Alive?": "La ópera de tres peniques", de la que Moore no sólo afirma haber tomado su torvo humor negro, sino también su componente musical (los personajes del cómic van a cantar en varios momentos de la trama). En el universo de la Liga, Jenny es hija del moribundo Capitán Nemo, con quien mantiene una conversación que... bueno, no se entiende ni papa. Pero seguro que es importante. Nótese que el pirata científico aún sigue rodeándose de sus viejos colaboradores, Ishmael y Broad Arrow Jack.

Desde luego, la cosa no tiene en absoluto mala pinta. Sobre todo cuando tenemos en cuenta que "What Keeps Mankind Alive?" sólo va a ser la primera parte de una trilogía, que será completada por un número ambientado en el Swingin' London de los años 60 ("Paint It Black") y rematada por una aventura que transcurre en nuestros días (Moore afirma estar a la espera de ver cómo se resuelven los últimos acontecimientos para empezar a escribirla). Alegrémonos, pues no todos los días tenemos noticias de una nueva entrega de "The League of Extraordinary Gentlemen": ¡qué gran regalo de navidad!

Cosa de chicas

Cosa de chicas

El mercado del cómic intenta abrirse cada vez más a todo tipo de público, pero sigue habiendo un producto concreto que nunca acaba de cuajar: el tebeo de superhéroes para chicas. Sin embargo, los dos gigantes del cómic norteamericano han incluido entre sus novedades un par de títulos que parecen pensados para romper la maldición: así, DC Comics lanza mañana el primer número de Supergirl: Cosmic Adventures in the Eight Grade; mientras que Marvel desempolva algunos de sus personajes femeninos más ignotos para Models Inc., una nueva serie que espera redefinir el significado de la palabra "supermodelo". Ambos productos parecen pensados exclusivamente para captar la atención de un segmento del mercado (¡las quinceañeras!) que, hasta ahora, se había acercado muy pocas veces a un tebeo de gente con mallas.

En honor a la verdad, hay que aclarar que no es la primera vez que Marvel lo intenta. En 2004, el guionista Sean McKeever y el dibujante Takeshi Miyazawa comenzaron a publicar "Mary Jane" y "Mary Jane: Homecoming", dos miniseries de estética manga (no en vano, nacían de los cimientos del fallido sello Tsunami) que centraban su atención en la novia del héroe. Su éxito desembocó en "Spider-Man Loves Mary Jane", la única serie regular de la Casa de las Ideas que primaba el drama teenager sobre los mamporros superheroicos. Menos fortuna tuvo "Jubilee", una miniserie que relocalizaba a la mutante adolescente en un instituto pijo de Los Angeles: pese a estar escrita por Robert Kirkman, las malas ventas forzaron su cancelación prematura. Demostrando que sabe aprender de sus errores, Marvel ha vuelto a contar con Mary Jane Watson para su nuevo y ambicioso título para chicas: así, el grupo de supermodelos de "Models Inc." está liderado por la esposa de Peter Park... erm, por el popular personaje, interpretado en la gran pantalla por Kristen Dunst. El resto de las protagonistas son heroínas de catálogo que el sello lleva arrastrando desde los tiempos de Timely Comics: muchas de ellas tuvieron su momento de gloria en los años sesenta (dentro del subgénero de aventuras románticas), de modo que Marvel no está haciendo otra cosa más que intentar reactivarlos en unos tiempos especialmente benignos para ampliar targets.

En cuanto a Supergirl, DC cuenta con la ventaja de que se trata de una cara conocida, mucho más desde que forma parte del elenco de la serie "Smallville". Las páginas de avance parecen anunciar un estilo juguetón y luminoso, pensado más bien para la lectora pre-adolescente. Supergirl siempre ha sido un personaje algo problemático para un sello que, según parece, nunca supo muy bien qué hacer con él: esperemos que esta nueva reformulación sirva para consolidar a la prima de Superman, además de para demostrar que en el DC post-"El Caballero Oscuro" aún hay sitio para los colores brillantes y el entusiasmo tween.

Dos webcomics

Dos webcomics

Loli Loves Venom es una de las fanfics más desconcertantes del universo. Escrita por Miguel Martins y dibujada por Joana Lafuente (probablemente, nombres falsos), esta tira quincenal recuerda un poco a "Pani Poni Dash!" en su manera brusca y arbitraria de manejar el humor referencial, aunque en ocasiones uno se pregunta si la verdadera intención de "LLV" es hacer reír. Ahí tenemos, por ejemplo, su última entrega: titulada Ever Danced with the Daredevil in the Pale Moonknight? (Origin pt2) , la tira utiliza cuatro viñetas sin relación aparente entre ellas para contar algo que, al parecer, tiene de algún modo que ver con el origen del protagonista (un Venom convertido en fantasma bondadoso de manga). Leer "LLV" es una experiencia casi única, en la que nunca sabemos si los autores están hablando en un código que se nos escapa o si, directamente, es la obra de unos adolescentes oligofrénicos que no han sabido digerir de ningún modo las toneladas de manga, Marvel y MDMA que han consumido en los últimos meses.

Garfield Lost in Translation es otra variación sobre el esquema de perversiones que inició Garfield minus Garfield. En este caso, la clave del no-humor está en el lenguaje, ya que es el resultado de traducir las viñetas al chino (gracias a Google Translate) y luego otra vez al inglés. De repente, Jon y Garfield se transforman en personajes de un cuento ancestral, con frases enigmáticas como "Invites, I ate" y gags que potencian su (normalmente, escasa) fuerza cómica al situarse a un paso de lo ininteligible. En suma, dos webcomics para quedarse moderadamente estupefactos en esta mañana de agosto.

"That's what she twittered"

"That's what she twittered"

Warren Ellis ha debutado en "Astonishing X-Men" (número 25) con algo grande, muy grande: ¡una actualización de Twitter! Esta primera viñeta, que marca una nueva etapa en la colección resucitada hace ya cuatro años por Joss Whedon y John Cassaday, no sólo es un guiño a los centenares de seguidores del Ellis bloguero (su Twitter goza de casi tantos seguidores como el de Hillary Clinton), sino que tiene todo el sentido del mundo: la Patrulla ha relocalizado su base de operaciones en San Francisco, auténtico centro neurálgico de la Gran T, así que es lógico que una mutante adolescente como Hisako se haya abierto una cuenta. En cualquier caso, este cameo en una de las series estrella de Marvel supone poco menos que la consagración de Twitter como la red social cool por excelencia, algo que en nuestro país ya se produjo un poco antes, concretamente, con su aparición en "Muchachada Nui". Aquel sketch de Enjuto Mojamuto nos dio: a) una catchphrase de altura ("follower, twitter, follower, twitter, follower..."); y b) una mención a edans, personaje de culto (¿o quizás villano?) en ciertos círculos twitterféricos españoles. En suma, no era un sketch muy mainstream, pero sirvió para hacer de Twitter un servicio algo más mainstream. ¿O de dónde creías que había salido la explosión de usuarios de los últimos meses?

Vídeos de Hancock o del protagonista de "Kick-Ass" en YouTube, miembros de la Patrulla X que postean en Twitter, el MySpace de Claire Bennett... Todo esto tiene que ser significativo. Otro día reflexionaremos sobre ello, si os parece: ahora, quedémonos con Exterminus, una asombrosa miniatura que es, también, el mejor cómic que vas a leer hoy. Garantizado.

Ware & Schulz

Ware & Schulz

Como he explicado varias veces, "Peanuts" es el único ejemplo de arte que me he llevado de la infancia a la edad adulta sin un sólo rastro de ironía o nostalgia: la tira es igual de aplicable a mi vida ahora que cuando apenas podía leerla. También creo que "Peanuts" fue la primera (y, posiblemente, la única) tira cómica en crear un personaje genuinamente simpático, Charlie Brown: no es simplemente alguien de quien te puedas reír, sino alguien que te importa, y cómo.

Chris Ware explica las razones que lo llevaron a enamorarse de los "Peanuts" y, por extensión, de los cómics. No es el único autor que confiesa cuál fue el tebeo que le abdujo por primera vez: Jessica Abel, co-guionista de "Life Sucks", recuerda a la Wonder Woman de los 40 y Brian Michael Bendis coloca el origen de todo en, bueno, El Origen de Todo.

¿Me estabas esperando, carapocha?

¿Me estabas esperando, carapocha?

¡Un Hellboy de lana! Es más bonito que beber batidos de vainilla en una puesta de sol y, además, está increíblemente bien hecho. Claro que es el mismo set de Flickr que nos regaló versiones suaves de Sadako, Kraftwerk o los White Stripes: la excelencia de punto es su especialidad.

En las últimas

En las últimas

El segundo anual de "Los Ultimates", titulado "Pick Up the Pieces" y publicado en octubre de 2006 (es decir, mucho antes de que acabara el Volumen Dos), no era una buena señal de lo que pasaría con el título cuando Millar & Hitch abandonasen: el guionista Charlie Huston intentaba profundizar en la compleja psique del Capitán América y el dibujante Mike Deodato Jr. lograba no quedarse muy por debajo de la brillantez habitual, pero había algo en el número (de una obviedad política muy poco ultimática) que no acababa de cuajar. "Los Ultimates" tuvieron sus altibajos durante el segundo volumen, pero la chispa que aportaba el equipo original brilló con gran potencia hasta la última viñeta.

La mala noticia es que, muy aburrido que fuera "Pick Up the Pieces", nada nos podría haber preparado para el tercer volumen de la serie, en el que Jeph Loeb y Joe Madureira relevan al equipo original con la (en principio) loable idea de intentar no imitarlo, de buscar su voz propia. Tras tres números, ha quedado bien claro que esa es una voz que no merece la pena ser escuchada: Loeb toca fondo como nunca hasta ahora lo había hecho con una planificación argumental que parece improvisada (y eso que se supone que está construyendo el puente hacia "Ultimatum"...), se muestra insultantemente irrespetuoso con los personajes y sustituye la combinación sátira política levemente sutil/grandes explosiones de Millar por grandes explosiones/grandes explosiones. Por otro lado, el dibujo de Madureira dinamita el hiperrealismo de los dos primeros volumenes para centrarse, casi exclusivamente, en las generosas formas de los personajes femeninos. La sensación palpable es que ambos autores no han leído nunca la serie, algo que parece demostrar la pasmosa vuelta de casi todos los personajes a sus trajes pre-Universo Ultimate. El arco se estrella por completo en su tercer número, que coloca a Lobezno en un triángulo amoroso con Magda y Magneto, además de cargar las tintas en algunos detalles (el alcoholismo de Tony, la relación incestuosa de Wanda y Pietro) que sólo eran sutilezas en la etapa anterior. Uno casi echa de menos medianías como "Pick Up the Pieces": allí, al menos, el Capi era algo remotamente parecido a un ser humano.

La peor noticia es que esto hará que a Millar se le suba aún más a la cabeza...

Día extra con Freak Angels y Sketch

Día extra con Freak Angels y Sketch

¿Ya has pensado qué vas a hacer con tu día extra este año bisiesto? Podrías aprovecharlo para organizar ese maratón de la tercera temporada de "24" en tiempo real-real que siempre habías estado planeando, pero eso no sería más que una forma razonablemente espectacular de perder el tiempo. Si lo que quieres es hacer de este 29 de febrero un día tan memorable que sólo podría ocurrir una vez cada cuatro años, mi recomendación es la siguiente: lee Freak Angels , el nuevo cómic on-line de Warren Ellis, y descarga el segundo episodio de la segunda temporada de Skins . Ambas cosas no te robarán más de 90 minutos de tu día extra, pero son suficientes para convertirlo en algo realmente especial.

Sobre la última bendita insensatez de Warren Ellis (en colaboración con el dibujante Paul Duffiel y Avatar Press), lo mejor es no revelar demasiado: quizá sea prudente advertir de que el punto de partida podría recordar un poco a "The Umbrella Academy", pero el desarrollo parece ser muy distinto: para empezar, es lo más cerca que el creador de "Transmetropolitan" ha estado nunca del manga, por no hablar de una disposición en viñetas pensada para facilitar la lectura directamente de la pantalla. Lo mejor de todo es su periodicidad semanal, que lo convierte casi en un serial tebeístico para fanáticos de la ciencia-ficción filopunk.

Sobre "Sketch", el capítulo de "Skins", tampoco puedo contar demasiado, pero en este caso es porque temo pasarme con los piropos y las genuflexiones. Tras un inicio de temporada ("Maxxie & Tony") notable pero con poca capacidad para sorprendernos, los responsables de la serie nos dejan a todos con la mandíbula tocando el suelo: una obra de teatro escolar que reinterpreta el 11-S en clave de musical, un asfixiante retrato del lado más oscuro imaginable de la angustia (o la obsesión) adolescente, una fiesta de disfraces cinéfaga y una secuencia final que funciona al mismo tiempo como clímax falsamente redentor y como broma privada ("Nunca consigo llegar a "About a Boy"...") convierten a "Sketch" en el mejor episodio de una de las escasas tres series en antena que realmente merecen la pena.

Tyrannonazi Rex

Tyrannonazi Rex

Supimos que Hitler había ido demasiado lejos cuando ordenó construir un dinosaurio carnívoro gigante para acabar con el golem de un superhéroe de cuarta fila. Esta es la premisa de los números 4 y 5 de "Clue Comics", a los que Lady, That's My Skull ha bautizado (muy sabiamente) como "Giant Golem vs. Giant Nazi Robot Dinosaur!". Se trata de una aventura en dos partes que posee casi todo aquello que merece la pena, incluyendo una batalla final contra un nazi con brazos mecánicos, bigote fino y monóculo. No destripo nada si digo que, en la última página, el heroico Boy King (natural de la ocupada Swisslakia) encarcela a los villanos y tiene un momento romántico con una joven norteamericana. Si no fuera porque intuímos que en "Clue Comics" no conocían el significado de la palabra "ironía", la frase "Gee! Just think - I'm the first girl to ever ride in the giant!" nos hubiera sonado de otra manera.

Si un saurio nazi no te parece suficiente para sobrellevar un martes por la tarde, quizá te interese este segundo enlace: Nude nude nude!!!, una galería de RYM que recoge 1.487 portadas de discos en las que figura alguien desnudo. Es inútil negar que son muchos discos, entre los que figuran clásicos como "Unfinished Music No. 1: Two Virgins" o "Je t'aime... moi non plus". Por cierto, la portada destacada (que no la primera) pertenece a Joey Heatherton, icono trash que pudo haber sido la "Lolita" de Kubrick, pero acabó haciendo espectáculos de medio pelo en Las Vegas. Y ese es el dato innecesario que hoy he venido aquí a enseñaros.

Los Angeles del Infierno

Los Angeles del Infierno

Tengo que confesar que el primer número de Angel: After The Fall es completamente distinto de lo que me esperaba. O sea, que es un acierto: al fin y al cabo, el secreto de la quinta temporada (que todo fan de la serie tiende a considerar como la mejor) residía en su casi radical cambio de registro, por lo que esta semi-oficial season 6 no podía conformarse con repetir viejos esquemas, mucho menos cuando el final de "Not Far Away" despedía al Angel televisivo con un insuperable, gigantesco punto de no retorno. Al igual que en la octava de "Buffy", el nuevo medio aporta grandes dosis de espectacularidad a la mitología de la serie: ese Los Angeles infernal, con edificios que parecen la peor pesadilla de un urbanita febril y vampiros volando a lomos de dragones gigantes, es algo que jamás hubiéramos podido ver en la pequeña pantalla, pero también es justo lo que "Angel" necesitaba en este momento. Joss Whedon y Brian Lynch (autor del notable "Spike: Asylum") llevan la guerra contra Wolfram & Hart hasta sus últimas consecuencias, poniendo a nuestro héroe ante el difícil reto de rescatar a toda su ciudad adoptiva de la dimensión infernal a la que ha sido condenada. La idea es buena y, además, está ejecutada con singular acierto: esos clanes de demonios que se han repartido diferentes zonas de L.A. al más puro estilo siciliano, esas guerras de clanes, ese pez telépata presenciando luchas de gladiadores en el estadio... Todo muy sorprendente pero, al mismo tiempo, muy coherente con el espíritu de la serie y con su voluntad de reinventarse para no morir. Por desgracia, una estrategia tan arriesgada no podía resultar del todo satisfactoria en el primer número: demasiadas caras conocidas no han podido hacer aún su aparición, mientras que a otra (no diré cuál) no le sienta demasiado bien su nueva condición, que parece más bien un retorno a la vieja y ya superada. Con todo, la revelación final de Gunn y la recuperación del personaje de Gwen Raider (lógico, porque el cómic era su medio natural) presagian el nacimiento de una colección capaz de mirarle a la cara a su hermana mayor. Pero, en serio, que salga ya Illyria. 

Tebeos malditos

Tebeos malditos

Gore Shriek es un auténtico cómic de culto, de los que ya no quedan. Publicado por una tienda de cómics de Albany (Nueva York) llamada Fantaco, se trataba de la clásica recopilación de historietas de terror modelo "Creepy", pero con un estilo netamente ochentero que hay que verlo para creerlo. La portada del cuarto número, por ejemplo, retrata a la Niña Más Loca de la Historia mordiendo las entrañas sangrientas de un muñeco desmembrado, lo que en gran parte justifica la advertencia ("Warning: Contains disturbed material and is not intended for children!") que "Gore Shriek" lucía con orgullo. Lo mejor es que se nota que era un cómic de terror elaborado por gente a la que le volvían loca los cómics de terror, como ese Steve Bissette que escribía artículos sobre la historia del género. Su vida fue demasiado corta, pero su importancia no fue pequeña: artistas como Greg Capullo, que tocaría el cielo del barroquismo alucinado con sus trabajos para Image, comenzaron dibujante seres increíblemente grotescos en las portadas de "Gore Shriek".

Actualmente, el tebeo sobrevive básicamente gracias a fansites nostálgicos, algunos de ellos con ejemplares descargables (¡gracias!). Fantaco Enterprises quiso rentabilizar su éxito subterráneo sacando números especiales y hasta una colección de camisetas: no hace falta decir que las legiones de fans que mantienen viva la llama en distintos foros matarían por hacerse con una. Lo cual no sólo sería comprensible, sino digno de aparecer en "Gore Shriek": ¡el coleccionista obsesivo, que aún vive en los 80, que tiene sus cromos originales de "Mars Attacks!" en una caja fuerte, que es capaz de asesinar por una camiseta! Podría formar parte de una hipotética resurrección del tebeo, pero ya no sería lo mismo: eso de que una tienda de cómics edite una publicación de horror explícito y amateur es, por desgracia, cosa del pasado.

Back in black

Back in black

"The League of Extraordinary Gentlemen", uno de los mejores cómics que el lector exigente se puede echar a la cara, ha vuelto: cuatro años, numerosos restrasos y una polémica por violación del copyright después, Alan Moore y Kevin O'Neill tienen lista una nueva entrega de la saga. "The Black Dossier" será la última obra que Moore publique a través del sello America's Best Comics, formado en 1999 para acoger algunas de sus obras más estimulantes ("Tom Strong", "Tomorrow Stories", "Top 10: The Forty-Niners") y disuelto a raíz de las recientes disputas con DC Comics. No será eso lo único que haga especial a este tomo: en lugar de continuar la saga donde la dejaron, sus autores han creado un tomo extra que recorrerá 350 años en la historia de la Liga, desde su fundación a manos de Próspero hasta sus conexiones con la Generación Beat. Además, "The Black Dossier" no adoptará la clásica estructura de seis números mensuales, sino que constará de una única carpeta (negra) con una colección de historietas, textos teatrales, mapas, poemas e incluso un disco de vinilo (aún por confirmar) en su interior. La idea es que cada entrada del dossier oscuro sobre los secretos de una Liga vaya acompañada de una obra al estilo de su época: así, por ejemplo, a la Liga de Próspero le corresponde un falso texto shakesperariano, mientras que el grupo de Gulliver se nos presenta en forma de poema ilustrado/secuela de "Fanny Hill". Por no hablar de la sección en tres dimensiones.

Semejante tesoro no podía ser fácil de adquirir: para empezar, todo el que no resida en Estados Unidos tendrá que recurrir a Amazon, ya que una supuesta infracción de la ley de derechos de autor impide que el tomo se comercialice fuera de sus fronteras (lo sé, pero qué le vamos a hacer). Luego también está el tema de los gastos de envío, que encarecerán el ya de por sí considerable precio, pero ningún lector de este blog debería tener dudas al respecto. Como el 14 de noviembre aún está un poco lejano en el tiempo, EW.com presenta hoy en primicia cuatro páginas de "The Black Dossier": glorioso, pero demasiado breve adelanto de lo que se nos viene encima. Protagonizada por unos eternamente jóvenes Mina y Quatermain, esta preview corresponde a la historia principal (ambientada en una Inglaterra post-orwelliana) y ofrece algunas claves de lo que Moore y O'Neill nos tienen preparado esta vez: confieso que las únicas que he pillado son la escuela de Greyfriars (una consulta rápida a la Wikipedia nos demuestra que Orwell era fan de Billy Bunter) y "Los 39 escalones", pero es que la calidad de las imágenes nos impide fijarnos en los detalles. En cuanto al tipo que lleva a nuestros héroes en su coche, lo tengo en la punta de la lengua: ¿alguien me ayuda? Ah, y da gusto ver cómo Mina y Allan siguen aprovechando cualquier ocasión para ponerse íntimos en lugares históricos y/o ruinosos...

Quiero montar en un caballo negro

Quiero montar en un caballo negro

¿Qué tienen las últimas colecciones de Dark Horse, que me vuelven tan loco que me cuesta expresarlo con palabras? Ahora mismo, es el sello de cómics más molón del panorama, con un fabuloso catálogo de novedades y una plantilla de escritores y dibujantes que se superan a sí mismos en cada nueva colaboración. Hay un montón de razones para rendirse ante el caballo negro, pero intentaré exponer las tres que yo considero principales... quitando, por supuesto, todo lo relacionado con el Whedonverso, del que ya se habla lo suficiente en este blog. Vamos allá:

Ella, ella, eh-eh-eh. Si ya es extraño que una estrella del emo-rock decida invertir tanto esfuerzo en crear y escribir una miniserie de tebeos de ciencia-ficción, el hecho de que el resultado sea bueno ya resulta sencillamente increíble. The Umbrella Academy es, por tanto, una de las rarezas más estimulantes de la temporada: partiendo de la seminal influencia del Grant Morrison de "Doom Patrol", Gerard Way, líder de My Chemical Romance, ha construido un universo propio y rico en detalles, con un sentido de la heterodoxia arrebatador y una coctelera llena de referencias con clase (Mignola, Burton, "ZombieWorld", el Alan Moore de "The League of Extraordinary Gentlemen"...). Elegantemente dibujado por Gabriel Bá, el primer número de "Umbrella" presenta a sus siete protagonistas (niños raros superpoderosos, nacidos en extrañas circunstancias y convertidos en jóvenes disfuncionales), los mete de lleno en una aventura relacionada con el origen extraterrestre de la Torre Eiffel, luego los lanza veinte años hacia el futuro y los enfrenta a la muerte de su misterioso padre adoptivo (y, probablemente, al fin del mundo). La amenaza del marysueismo planea sobre la séptima ex-alumna de la Academia, una pálida chica sin poderes pero con algo de talento para la música, pero no hay dudas de que Way sabe extremadamente bien lo que se hace y no ha desarrollado un mero caprichito de rockstar.

Al diablo con el Diablo. Un mirón trae de cabeza a la buena gente de un barrio residencial norteamericano: lo único que se sabe de él es que tiene una agilidad portentosa y lleva máscara de demonio sonriente. Esta sencilla premisa le basta a Gilert Hernandez (50% del ya legendario equipo creativo de "Love & Rockets") para desarrollar una historieta poderosa y evocadora, con ecos del Daniel Clowes más brutalmente honesto. El sencillo trazo blanquinegro de Hernandez contribuye a lograr ese atmósfera de misterio inntangible que caracteriza a Speak of the Devil, obra realmente desconcertante de la que aún no llegamos a comprender del todo su significado (sólo lleva dos números de los seis planeados), pero que ya nos ha dejado algunas viñetas memorables: entre ellas, esa en la que la adolescente protagonista se disfraza para ver a su padre en la cama con su nueva esposa o la que describe la reacción de su novio cuando descubre que ella es el mirón. Puede que no te convenza a simple vista, pero "Speak of the Devil" es de esos tebeos que van creciendo en el recuerdo.

Una ciudad difícil. Zero Killer se abre con una página de alto impacto: las Torres Gemelas se alzan majestuosas sobre un Nueva York post-apocalíptico. Salvo por algunas grietas y el gigantesco símbolo "X 73" repartido entre ambas, parecen estar más o menos intactas. El rótulo inferior termina de ponernos es situación: "New York City, 2007". ¿Es posible explicar más (todo el transfondo en el que se va a desarrollar la serie) con menos? Probablemente no, así que considerémonos afortunados de que Arvid Nelson haya confirmado el talento que se intuía detrás de "Rex Mundi" con una historia de pandilleros futuros, conspiraciones gubernamentales y superhéroes a su pesar. Como si Luke Cage se hubiera perdido en "1997: Rescate en Nueva York", "Zero Killer" mezcla actitud con personajes asombrosos (esa Dahlia que aparece al final del primer número) y la sensación de que Nelson y su dibujante Matt Camp no han hecho más que empezar a sorprendernos.

Chicas de tebeo

Chicas de tebeo

Angelina Jolie es The Fox. "Se busca", la notable miniserie de Mark Millar y J.G. Jones, fue descrita una vez como un "Watchmen" protagonizado por supervillanos. Puede que, ahora que ambas van a ser llevadas al cine, alguien se de cuenta (demasiado tarde) de que son poco menos que inadaptables. Mientras tanto, entretengámonos con las primeras fotos de Angelina Jolie en la piel de la letal protagonista femenina de "Se busca", una experta asesina que actúa como mentora para el joven Wesley Gibson (James McAvoy), quien se acaba de enterar: a) de que su padre era un influyente supervillano; y b) de que tiene que vengar su muerte. El director Timur Bekmambetov ha decidido prescindir de los trajes de superhéroes y relocalizar el clímax final que imaginó Millar, por lo que es de suponer que se perderá gran parte del entramado referencial del cómic. En cuanto a Angelina, ha declarado en varias entrevistas que su única motivación para hacer esta película fue tener un proyecto ligero entre "A Mighty Heart" (su espectacular intento de llevarse a casa un segundo Oscar) y "The Changeling" (su primera colaboración con Clint Eastwood). Más fotos aquí.

Scarlett Johansson es Silk N. Floss. Conociendo como conocemos a "The Spirit", el seminal héroe enmascarado de Will Eisner, no es muy arriesgado afirmar que su desembarco en la gran pantalla va a estar plagado de chicas despampanantes. De hecho, ya conocemos el nombre de la primera: Scarlett Johansson, quien interpretará a una femme fatale que, esperemos, responda mucho mejor al arquetipo que su sosísimo personaje en "La Dalia Negra". Como no podía ser de otra manera, su Silk N. Floss será una secretaria al servicio del Mal (en este caso, un villano llamado The Octopuss e interpretado por Samuel L. Jackson) que le podrá las cosas muy duras a Spirit. Al final del post pediré perdón por ese chiste, pero antes dejadme terminar con la noticia: dirige Frank Miller, aunque no sea precisamente la mejor opción del mundo para dar vida al trazo clásico del padre Eisner. Ey, al menos ha decidido que no salga Ebony White...

Katie Holmes es... ¿Wonder Woman? Al parecer, Warner Bros. aún quiere estrenar esta película en verano de 2009, pese a que lleva años siendo una auténtica pesadilla para todos los que se han visto implicados en el proyecto (el último, Joss Whedon, que abandonó el año pasado por diferencias creativas con unos productores que, al parecer, no acababan de comprender su enfoque). Tras haber llegado a un punto en el que prácticamente todas las actrices jóvenes de Hollywood han sido propuestas para el papel principal, Katie Holmes parece mostrar un interés real en hacerse con él: si hacemos caso a los rumores, la esposa de The Cruiser viajó a Los Angeles para reunirse con los productores de una película que, si somos honestos, puede muy bien ser su última oportunidad de volver a ser tomada en serio como actriz. Holmes no es una extraña en esto de ser una chica de tebeo (interpretó al interés romántico de Bruce Wayne en "Batman Begins", aunque en la secuela haya sido sustituida por Maggie Gyllenhaal), pero eso no significa que sea la mejor candidata para interpretar a Wonder Woman. De todas maneras, si no lo hace Morena Baccarin, ¿a quién le importa?

Ah, sí. Perdón por el chiste malo del segundo párrafo. Aquí toda la semana.