Todos hemos visto "Héroes", todos hemos elegido a nuestro personaje favorito, todos reconocemos que tiene cosas muy buenas... pero también que no deja de ser una medianía bastante mejorable. ¿Por qué no hacer algo al respecto? Este verano, infinidad de blogs están haciendo sus propuestas para mejorar sus series favoritas de cara a la próixima temporada, así que (aunque "Héroes" dista muchísimo de ser mi serie favorita) ahí van los siete puntos que Tim Kring y su equipo de guionistas deberían seguir para hacer de la segunda temporada una verdadera bomba:
1. Queremos ver cómo pelean, no cómo lloran: La prueba más diáfana de que la serie bebe más de las últimas películas de superhéroes que de los cómics de superhéroes es su querencia por los momentos introspectivos de los personajes. Da la sensación de que, siguiendo el ejemplo de Christopher Nolan y (sobre todo) Bryan Singer, los responsables de "Héroes" prefieren llenar sus episodios con emocionantes conversaciones padre-hija o complicadas relaciones fraternales antes que con espectaculares escenas de acción o vibrantes peleas entre supertipos. Cierto, esto es televisión y el presupuesto es reducido, pero la decisión de condensar el enfretamiento final entre Peter y Sylar (que en un tebeo hubiera durado varias páginas) en un par de minutos no pudo ser más anticlimática. Menos solemnidad y más diversión son lo que necesitan estos personajes de cara a su segunda temporada.
2. Deberían morir los personajes correctos: Sabemos que algunos de los héroes originales van a morir o a desparacer de la serie para dejar sitio a nuevos personajes: a priori, parece una maniobra acertada para evitar que la serie se vuelva aburrida y previsible, pero corre el grave peligro de no ser ejecutada como debería. Es decir, que los guionistas decidan cargarse a personajes interesantes (como hicieron con Linderman en la primera, aunque aún puede volver en flashbacks) e introducir a otros que no nos gusten en absoluto. Tal y como yo lo veo, Nathan Petrelli debería ser asesinado en el 2x01 (no sólo por el shock que supondría, sino porque ya se redimió en "How to Stop an Exploding Man" y, por tanto, ya ha terminado su ciclo en la serie), Nikki Sanders y Mr. Bennet no llegarían a mitad de temporada, la chica que se transforma en otras personas tendría mucho más protagonismo (y un arco en el que se hiciera pasar por el presidente de los Estados Unidos) y uno de los nuevos personajes sería alguien que la serie necesita urgentemente: su propio Spike (o su propio Sawyer).
3. Que "Origins" sea algo distinto: De nuevo, una gran idea sobre el papel, pero está por ver cómo la desarrollan. Lo ideal sería que estos seis episodios autoconclusivos sobre candidatos a héroes fueran algo diferente a lo que estamos acostumbrados, una posibilidad para explorar territorios que no podemos visitar en la serie original. ¿Qué os parecería un episodio de terror, centrado en una niña que tiene el poder de, no sé, resucitar a los muertos? ¿Y otro narrado desde el punto de vista de alguien a quien creemos un héroe y que, en un giro final, revela que es un supervillano? Contratar a Kevin Smith para dirigir el primer episodio parece una buena idea, ¿pero hasta qué punto será él mismo y no se adaptará a la fórmula de Kring? "Origins" debería ser un campo de pruebas para que los guionistas puedan experimentar, algo que (salvo en ocasiones muy puntuales) no se ha visto en la serie original. ¡Menos fómula y más alegría!
4. Convertir a la animadora en alguien más cool : Con la nueva "Mujer biónica" estrenándose tan sólo dos días después de "Héroes", Claire va a tener una seria competidora por el título de Chica Más Poderosa de la Tele. ¿Cómo solucionarlo? Muy fácil: dejando que la animadora brille todo lo que debería, algo que nunca llegó a suceder en la primera temporada. Es ridículo que un personaje así no se haya convertido en el epítome de lo cool, así que los guionistas deberían hacer algo al respecto inmediatamente. Dejar un poco de lado sus complicadas relaciones familiares podría ser un buen comienzo, ya que han sido lo suficientemente explotadas a lo largo de la primera temporada: en su lugar, Claire debería echarse un buen novio, pero uno que tenga superpoderes (yo, personalmente, no podría soportar una subtrama de él-piensa-que-soy-una-chica-normal-y-no-quiero-que-descubra-nunca-mi-secreto). Un capítulo que acabe con una bomba cayéndole justo encima, al estilo del también autorregenerativo Lobezno en su cruce con "Civil War", tampoco sería mala idea...
5. Más sentido del humor: Lo que llevó a "Héroes" a convertirse en un fenómeno de la cultura popular no fue el pathos de sus personajes, ni los aburridísimos discursos iniciales y finales de Mohinder, sino una frase tan deliciosamente geek como "Save the cheerleader, save the world". Los guionistas no tendrían que tener tanto miedo a hacer el ridículo, porque, en materia superheroica, hay veces en las que lo ridículo acaba siendo también algo sublime (el ejemplo, otra vez, es la frase de la animadora y el mundo). Además, el hecho de que una serie no se tome demasiado en serio a sí misma no significa que no pueda ser profunda al mismo tiempo: ¿es que niguno de vosotros, salvo Jeph Loeb, ha visto "Buffy"?
6. Cuidado con los fashbacks: La segunda temporada se llamará "Heroes: Generations", así que ya nos imaginamos por dónde van a ir los tiros, sobre todo si tenemos en cuenta que los últimos episodios de la primera hacían hincapié en un supergrupo del pasado y su trágico final. Que la serie cuente con sus propios Minutemen puede ser algo peligroso, ya que corre el peligro de centrarse demasiado en ellos y dejar un poco de lado a los héroes del presente, muchos de los cuales aún no se han ganado del todo nuestro aprecio (¿a quién le cae bien Nikki? ¿¿Y su marido?? ¿¿¿Y su hijo???). Por supuesto que la idea de tener al padre de Hiro, a Linderman, a Mamá Petrelli y Richard Roundtree tratando de salvar el mundo hace tres décadas es muy apetecible, pero (una vez más) hay que tener mucho cuidado con el resultado final.
7. Por favor, que lo de Hiro en el Japón medieval sea el mejor arco argumental de la historia: Es una de esas cosas que sólo puede molar, así que nos cabrearemos muchísimo si al final resulta que no es así. Hiro debería permanecer en ese escenario durante varios capítulos, descubriendo el origen de ese misterioso símbolo y, por qué no, viviendo algún romance peligroso mientras perfecciona el arte de la espada. Que vuelva al presente hecho todo un samurai, vamos. Y se cargue de una vez a Ando.