Extractos seleccionados de My Miserable Christmas, una web en la que todos podemos compartir nuestros recuerdos navideños más entrañables:
"Cuando tenía nueve años, en 1975, mis ilusiones navideñas se chocaron contra la realidad el 23 de diciembre. Mi madre descubrió que el cáncer de mama que se le diagnosticó el año anterior (por navidad) no había desaparecido, sino que se había trasladado a sus jodidos pulmones. Murió ocho meses después (...) Bueno, al día siguiente, en Nochebuena, mi madre se trasladó al Hospital St. Joseph para no volver nunca más"
- Jason, California, 40 años
"Oh, Dios. Ya ha llegado ¿no es así? Unas encantadoras jodidas navidades para todos. La cuestión no es que la tía Bertha muriese: la cuestión es que casi no cabía en el camión (lo conseguimos gracias a que teníamos unas cuerdas de amarrar). También olía bastante mal. Debía de llevar muerta unas doce horas cuando mi mujer y yo la encontramos bocabajo al ir a recogerla para la cena de Nochebuena de 2004, con la cara pegada a los azulejos de la cocina"
- Flavious, Estados Unidos, 39 años
"El año pasado, el día antes de Acción de Gracias, hubo una tormenta terrible y mi tío Vince murió en un accidente de coche. Mi madre acabó en el hospital porque estaba hablando de suicidarse. Mi tatarabuela Katrina (sí, el nombre del huracán) murió una semana después. Luego, el marido de mi vecina de al lado decidió suicidarse una semana antes de navidad porque había descubierto que tenía cáncer. ¡Y descubrí que mi novio me la estaba pegando con otra chica! De todas maneras, decidí perdonarle porque su madre había muerto"
- Kate, Michigan, 13 años
"Tengo trastorno obsesivo-compulsivo. La navidad consiste en 24 horas / 7 días a la semana de Obsesiones Compulsivas. Después, cuando el día 25 termina, mi desorden se extiende y me paso los siguientes 12 días teniendo episodios maníacos. Mi temor a las vacaciones suele comenzar el Día de los Caídos y mi depresión post-navideña se acaba el 1 de marzo. Eso me deja 2 meses al año para disfrutar"
- John Doe, Estados Unidos, 22 años
"Mi hija adoptiva es retrasada. Muy funcional, pero retrasada. La mañana de navidad pierde el control de sus emociones y comienza a destrozar nuestra casa, rompiendo todo lo que sea de cristal y tirando abajo el árbol. Se pone a gritar obscenidades mientras la arrastramos hacia el coche: tenemos que llevarla al centro estatal, donde puede ser controlada. La única manera de poder meterla en el coche es a través del maletero, después de que yo la haya enrollado en una alfombra (todo esto mientras me está agarrando de los huevos con una fuerza mortal). Conducimos durante cuarenta minutos y luego llegamos al hospital, donde la reciben con una camisa de fuerza. Más tarde, visitamos a unos parientes que no tienen ni idea del trauma por el que acabamos de pasar"
- Anónimo, Estados Unidos, 40 años
"Mi peor navidad fue una de muchas. Mi familia siempre solía tener grandes peleas el día de navidad (...), en las que tiraban el árbol que habíamos decorado y esas cosas. Bien, yo era muy pequeña (puede que tuviera cinco años), mi hermano pequeño tenía tres y el mayor ocho. Mis padres se pusieron a ello otra vez. Estábamos los tres de rodillas en la puerta del dormitorio de mis padres, suplicando a papá que no matara a mamá en Nochebuena. Él estaba de pie frente a ella, con un martillo en la mano"
- Heather, Maryland, 35 años
"La de 1998 fue mi peor navidad: me desperté con el sonido del puto borracho de mi padre violando a mi madre. A la mañana siguiente, me hicieron sentarme frente al árbol y abrir los regalos como si no hubiera pasado nada. Dos meses después, mi madre se pegó un tiro. Zorra con suerte"
- Judy, Londres, 22 años
¡¡Feliz navidad, amigos y vecinos!!
Supongo que ya lo sabréis, pero 
