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Los archivos de EL EMPERADOR DE LOS HELADOS

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Lego: Esto no es un juego

Lego: Esto no es un juego

Dato curioso que probablemente no sabíais: la cantina de Mos Eisley de Lego es mucho más difícil de montar de lo que parece. Creedme. Sé de lo que hablo. De verdad. Esta colección de ladrillos y piezas de todas las formas, colores y tamaños debería ser capaz de volver loco a todo indefenso niño de ocho que la haya recibido como regalo de Reyes (¡maldita sea, ha estado a punto de hacerlo con uno de veinte!). La pregunta es: ¿existe algún cráneo privilegiado capaz de saltarse las instrucciones y realizar verdaderas maravillas con Lego? Una consulta rápida al oráculo internáutico demuestra que, al parecer, sí existe: se llama Andrew Lipson y ha conseguido (atención) reproducir algunas de las ilustraciones más celebradas de M. C. Escher con ladrillos de colores. Un servidor, que se ha pasado unos cuantos minutos intentando reproducir la mesa donde se sientan Han y Greedo, no quiere ni imaginarse lo que debe de ser intentar reproducir la arquitectura imposible de "Belvedere" (1958) con las piezas de un Lego. Y sin instrucciones.

Lipson no es el único que ha conseguido crear arte (o algo muy parecido) con ladrillos diminutos: The Brick Apple es un ambicioso proyecto que recrea zonas de la cuidad de Nueva York con un detallismo casi sobrehumano (atención a la sección "World Trade Center"), mientras que esta página intenta acercar el puzzle tridimensional al arte moderno. Para terminar, no conviene perderse este impresionante crossover entre los dos juguetes más ultraserios de la Historia (¿quién iba a decir que Lego nos ayudaría a resolver el misterio del Cubo?), ni tampoco Fell in Love With a Girl, la incontestable obra maestra de los brickfilms. Me pregunto si Michel Gondry habría montado la cantina en menos tiempo que yo... Sí, definitivamente sí.

Elvis como tema

Elvis como tema

Naoki Mitsuse es una artista japonesa que, a mediados de los 90, pasó por una fase creativa que sólo se puede describir como su Etapa Elvis: nada menos que veinte cuadros del rey del rock como nunca antes lo habíais visto. Creedme. Como nunca antes lo habíais visto. A no ser que ya lo hubierais visto emulando a Godzilla, siendo suplantado por un extraterrestre o con un dispensador de caramelos PEZ en la mano...

Por si la veintena de cuadros oficiales de la Etapa Elvis os sabe a poco, Mitsuse nos regala cuatro obras anteriores que también tienen al mito como tema, además de un enlace a su colección Elvis 2002, un revival de la vertiente presleyriana de su obra que celebraba el 25 aniversario del momento en que Elvis abandonó para siempre el edificio.

Vaya Santa Claus

Vaya Santa Claus

Ser el Papá Noel de un centro comercial debe de ser, sin lugar a dudas, lo más cerca que uno puede estar del Infierno sin abandonar este mundo. Pensémoslo por un momento: además de tener que lidiar con una cantidad ingente de niños y niñas sentados en sus rodillas (algunos de ellos, con sobrepeso y/o cierta tendencia al muermo), el falso Santa debe soportar jornadas laborales inadmisibles, intentos de arrancarle de cuajo la barba falsa, acusaciones de ser un impostor (normalmente acompañadas de lo de la barba), flashes cegadores de decenas de cámaras digitales, salarios realmente insultantes... Todavía el falso Rey Mago de centro comercial lo tiene más fácil: al fin y al cabo, son tres personas entre las que repartir los mocosos, mientras que Santa Claus está solo ante el peligro. ¿Y cómo se le reconoce todo esto al valiente que acepta el trabajo? Pues, a tenor de esta noticia, si consigue evitar el despido ya debería considerarse afortunado: parece ser que un Papá Noel londinense fue puesto en la calle sólo una hora después de haber empezado a trabajar. ¿El motivo? Que superó el límite de treinta segundos por infante que le imponen los de la empresa Dreamtime Events (nombre siniestro donde los haya). El hombre declaró que es materialmente imposible escuchar a los niños, leer sus listas de regalos y hacerse una foto con ellos en menos de treinta segundos: si ya de por sí es un trabajo infernal, no me quiero ni imaginar lo que puede ser hacerlo a contrarreloj... Aún así, siempre es mejor que trabajar como empleado de la limpieza en un sex shop. SIEMPRE hay algo mejor que eso.

No obstante, todo el que haya sido humillado por el sistema en la sección infantil de una gran superficie tiene, desde hace un par de años, su película-manifiesto: Bad Santa, una considerable dosis de bilis y mala leche camuflada de comedia navideña que provocó verdaderos estragos en las oficinas de Miramax (filial de la Disney y blanco de todas las iras de padres indignados) poco antes de que esta dejara de existir. La película no pasará a la historia como la mejor de su director (un Terry Zwigoff que tiene en su haber dos obras maestras del tamaño de "Crumb" y "Ghost World"), pero puede que sí que lo haga por contener algunos de los diálogos más políticamente incorrectos jamás escuchados en una cinta de tema navideño (Fuck me, Santa! Fuck me, Santa! Fuck me, Santa!). Si queréis más Papá Noeles polémicos, no tenéis más que echarle un vistazo a la mítica serie de animación "Futurama" (arriba a la izquierda os dejo a su Santa Bot), descubrir el cameo de John Milius en una de las escenas eliminadas de "1941" o leeros el inagotable "How The Grinch Stole Christmas!" del Dr. Seuss. Y, barriendo para casa, uno no puede dejar de recordar el asesinato de los tres Reyes Magos a manos de un espídico Santiago Segura en "El día de la Bestia": un auténtico clásico navideño.

Radio Susto

Radio Susto

A continuación, damos paso a un maestro, Orson Welles: tal día como hoy (30 de octubre de 1938), el director de "Macbeth" se encontraba al frente del mítico Mercury Theatre on the Air, seguramente con la maligna media sonrisa de quien sabe que está a punto de hacer historia. Es absolutamente inconcebible que cualquier obra de ficción actual (película, programa de televisión, mucho menos de radio) fuera capaz de igualar el poder devastador o el impacto sociológico que causó su retransmisión hiperrealista de "La guerra de los mundos", de H.G. Wells. Todos sabemos la historia de aquel programa (algunos incluso nos hemos llegado a obsesionar un poquito con ella), pero lo que de verdad hay que hacer es escucharlo. ¿Cómo? Pues gracias a esta imprescindible página, que no solamente pone a nuestra completa disposición esta antológica, magistral broma de Halloween, sino que también nos regala el resto de retransmisiones radiofónicas del Mercury: desde "Drácula" hasta Sherlock Holmes, esta página lo tiene T-O-D-O para el aficionado a Welles, incluyendo su primera adaptación de "The Magnificent Ambersons" ("El cuarto mandamiento").

No obstante, si estáis tan locos como un servidor por los sustos radiofónicos añejos, también estaréis conmigo en que esta otra página vale su peso en oro: se llama Old Time Horror Radio y recoge los mejores shows de miedo que jamás han viajado por las ondas. Cierto: escuchar estos programas magistrales por medio del Windows Media Player frente a la pantalla de nuestro ordenador no es lo mismo que hacerlo al ladito del transistor y al calor de la chimenea, pero mejor esto que nada. ¡Si hasta hay una entrevista con Vincent Price y una adaptación de "Ultimátum a la Tierra"!

Me pido el del Beetlejuice

Me pido el del Beetlejuice

Vamos con los disfraces, un clásico de estos días. Como aquí lo de los niños pidiendo caramelos por las puertas no se lleva mucho, nos centraremos en el fascinante mundo de los disfraces para adultos, que nos darán una idea de lo que podremos encontraros por ahí el lunes noche. Halloween Mart tiene un poco para todos: superhéroes, "Star Trek", personajes de la Biblia, Elvis, piratas, mafiosos, Daisy Duke, egipcios, animales, Beetlejuice (¡¡Beetlejuice!!), cavernícolas, geishas, vampiros... En suma, un catálogo realmente impresionante sobre el que se pueden decir, al menos, dos cosas: a) no me extraña que la página esté activa (y haciendo mucho dinero) durante todo el año y no sólo a finales de octubre, ya que hasta un niño de siete años se darían cuenta en un primer vistazo que esto tiene más de fantasía-sexual-hecha-realidad-por-un-módico-precio que de disfraz-inocente-para-una-fiesta-anual: los disfraces de asistenta francesa, emperador romano, chica de los 50, Lara Croft, agente de policía, esclavo egipcio, cheerleader y bailarina árabe así lo atestiguan (podéis llamarme lo que queráis, pero a mí el que más me pone es este... Estoy enfermo, ¿verdad? ¿Verdad?); b) si hay tanta variedad, ¿por qué siempre acaba todo el mundo vestido de bruja o de Drácula?

Para terminar, dos joyas que nos recomienda el imprescindible blog This Is Pop!: el presidente-mártir de cráneo aún intacto y el tótem del fast food aviar. Si no, siempre nos quedará el recurso de la toalla de baño a modo de toga.

Monstruos y famosos

Monstruos y famosos

Que Famous Monsters of Filmland es la mejor revista del Universo Conocido (quizá junto con la británica "Empire" y la extraterrestre "Bizarre") es algo que ya, a estas alturas, no hace casi ni falta decirlo. Creada en 1958 por James Warren y Forrest J. Ackerman como un número único sin solución de continuidad, la primera revista de cine de terror de la Historia recibió tan buena acogida que no haber publicado un segundo número hubiera sido, ciertamente, un crimen. Durante su primera época, "FM" se caracterizó siempre por un cuidado exquisito por la fotografía, por unos textos increíblemente elaborados, por su clara vocación de crear un público (pre-adolescente sobre todo) masivo para un tipo de cine ignorado por la ortodoxia y, sobre todo, por un sincerísimo amor por el cine de terror clásico que se palpaba en cada página. La influencia que ejerció la revista en la cultura popular norteamericana fue enorme: en cierto sentido, podemos considerar a "FM" como la piedra fundacional de lo que luego sería ese fandom del cine fantástico y de terror que hoy llena las convenciones y salones del cómic de medio mundo, además de suponer el nacimiento del fanzine (en el sentido de que creó un ejército de lectores devotos que necesitaban plasmar su amor por ese material, pero no tenían acceso a los medios masivos).

Tras pasarse la mayor parte de los años 80 inactiva (circunstancia que contribuyó a aumentar su aura mítica), "FM" fue resucitada en 1993 y aún se edita en la actualidad. Su legado es impresionante: todas las revistas sobre el tema que surgieron después se modelaron a imagen y semejanza de "FM", entre ellas la antológica "Fantastic Magazine" (en su época buena), que supuso la primera toma de contacto de muchos compañeros míos de generación con iconos como Freddy Krueger, Charles Adams, "Nosferatu", Paul Verhoeven, John Landis, Álex de la Iglesia, Vampira, "Ren & Stimpy"... Sin sus portadas y sus artículos, el mundo editorial sería un lugar mucho más aburrido, sin lugar a dudas.

Lo cierto es que "FM" presenta una iniciativa muy interesante para este Halloween: en colaboración con Fujifilm y Sprint, el Picture Perfect Halloween Photo Contest 2005 es una oportunidad única de tener unas cuantas portadas de la revista en máxima calidad, aparte de ofrecernos la posibilidad de viajar a Hersey Park. ¿Quién le puede decir que no a una revista con Lon Chaney en la portada?

Gente PEZ

Gente PEZ ¿A quién no le gustan los caramelos PEZ? Es casi imposible resistirse a esos dispensadores con caras que se abren para ofrecernos pastillas que no saben absolutamente a nada. Además, todos sabemos que el coleccionismo de tales dispensadores es una actividad muy extendida, aunque lo cierto es que a España no llegan ni la mitad de modelos de los que gozan en otros países (yo creo recordar que sólo tengo uno de Mr. Increíble, uno del inspector Clouseau y otro de Pedro Picapiedra). No obstante, el coolhunter amante de los PEZ tiene ahora un nuevo artículo que añadir a su colección: se trata del PEZ MP3, el primer reproductor de música forjado a partir de una marca de caramelos. La mala noticia es que, por ahora, sólo hay disponible un modelo de cabeza: la del PEZ Pal Boy, que tiene un gran valor nostálgico para todos los PEZ-adictos (es uno de los primeros modelos que se fabricaron en los años 60, aunque luego gozó de una edición especial en los 80) y que se puede modificar con multitud de complementos, pero la verdad es que esperábamos un surtido de dispensadores-reproductores más variado. Maldita sea: por cien dólares, ya se podían haber esmerado un poco más... ¿Qué tal uno con la cabeza del gato de Napster?

Eros y Thanatos, versión garrula

Eros y Thanatos, versión garrula Esta es una de las fotos que uno se puede encontrar en Girls & Corpses, la revista para hombres que leería Ed Gein. Se trata de una publicación online editada por un tal Robert Steven Rhine, un tipo un tanto peculiar con un ego bastante desbordado. Así, a primera vista, se ve que la miga de la revista reside en las fotos de muchachas de buen ver (gemelas, a ser posible) posando al lado de supuestos cadáveres en avanzado estado de putrefacción. Vale que esto no hay quien se lo crea, pero lo importante aquí es comprobar cómo: a) alguien a tenido una idea como esta; b) alguien ha llevado a cabo su idea; y c) alguien se siente muy orgulloso de ello. Pensadlo otra vez: chicas y cadáveres. Chicas... y... cadáveres. Dejemos que sea el propio R.S. Rhine el que intente explicárnoslo: Well, if you're like me, you like two things, beautiful girls and rotting corpses. So, I thought, why not bring them together in one magazine? Ahora la verdadera pregunta es: ¿hay alguien que de verdad estuviera deseando ver estos dos conceptos juntos en la portada de una revista?

No obstante, "Girls & Corpses" es mucho más que lo que indica su título: también hay cómics (bueno, más bien un enlace para comprar por la Red el cómic del editor de la página, Satan's 3-Ring Circus of Hell), críticas de cine ("La Tierra de los Muertos Vivientes", que parece que no ha gustado mucho en la redacción), un concurso que busca nuevo webmaster y coches. Bueno, se supone que también hay coches, porque yo aún no los he visto... ¡Ah!, también nos ponen un avance de lo que podremos encontrar en futuras ediciones de "G&C": 7 Sexy Corpse Erogenous Zones, Sexy Corpse Thongs For Summer, Confessions Of A Corpse Klepto, I Have a Crush on my Sister's Corpse... Hay que reconocer que tiene cierta gracia, sobre todo cuando asegura que ningún cadáver ha sido herido mientras le fotografiaban para la revista. Y que todos ellos tienen 18 años o más.

Ack! Ack! Ack ack ack!

Ack! Ack! Ack ack ack! He vivido demasiado tiempo sin conocer la existencia de Zelda's Mars Attacks, una página de y para fans que, si bien no es la monda en lo que a diseño y claridad de contenidos se refiere, contiene una sección que reproduce, cromo por cromo, la antológica colección original de los chicles Topps. Lo mejor de todo es que la cosa no acaba ahí: puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que esta es la página web sobre "Mars Attacks!" más completa que existe ahora mismo (creedme: he visitado unas cuantas). Las mentadas reproducciones de los cromos Topps conforman su indiscutible joya de la corona, pero la web de Zelda también repasa la película de Tim Burton (esta sección sí que es un poco floja, además de muy desfasada, pero incluye una pequeña animación i-m-p-r-e-s-c-i-n-d-i-b-l-e), la colección de libros (sospecho que de calidad bastante discreta, a tenor de lo que aquí se recoge) y los juguetes que se comercializaron cuando se estrenó la peli, de los que yo aún conservo al embajador marciano... en un estado lamentable, por cierto.

Mención especial merecen los cómics que Topps sacó al mercado con motivo, una vez más, del éxito del magistral film de Burton, y que creo que fueron publicados en nuestro país por la editoial Midons. La onda en la que se movían estos marcianos de tebeo era mucho más adulta y malsana que la de sus colegas cinematográficos, tanto que sus numerosas viñetas de sexo y violencia dejaron más bien planchado a este bloggero imberbe cuando se los compró allá por 1996. Es una pena que perdiera aquellos cómics (llegué a comprarme unos tres números o así), porque ahora tendrían un valor mitómano incalculable... De todos modos, habrá que darle las gracias a esta web por recordarnos los buenos momentos que pasamos hace años con los marcianos cabezones y (sobre todo) por permitirnos echarle un vistazo a los cromos que comenzaron todo esta insania.

La cara del terror

La cara del terror Os presento a Jerry McGinty, también conocido como Cecil Wigglenose, uno de los muchos muñecos de ventrílocuo que los hermanos McErloy utilizaban para hacer reír a los niños y niñas de la década de los 50. Para hacer reír. En teoría. Y es que se me ocurren pocas cosas que transmitan más mal rollo que un muñeco de ventrílocuo: desde su mismísima concepción hasta el estrambótico método que les permite interactuar con su padre escénico, estos muñecos son la verdadera cara del terror (no hay más que ver el número de relatos de miedo que han inspirado para darse cuenta de ello).

Vent Haven Museum es una web que uno no debería visitar pasada la medianoche y en una habítación oscura: puede que sus responsables no sean del todo conscientes, pero han puesto en marcha una auténtica Galería del Terror internáutica que consigue poner los pelos de punta, sobre todo con sus vídeos y fotos en blanco y negro. Si vosotros (como yo) sois de los que siempre habéis sospechado que todo ventrílocuo (por ejemplo, José Luis Moreno o Egdar Bergen) es en realidad un psicópata/esquizofrénico encubierto, esta web no os va a defraudar. Y lo del muñeco de Ronald Reagan ya no tiene nombre.

Camiseterío geek

Camiseterío geek La oferta de camisetas de Think Geek ha aumentado considerablemente desde la última vez que visité la página. Se trata de unas prendas que no se pueden encontrar en ningún otro sitio de la Red, por no decir del mundo entero: mensajes crípticos e incluso inaccesibles parecen ser la clave de la amplia demanda que están generando estas camisetas entre cierto sector de la comunidad internáutica. Lo cierto es que hay algunas (sobre todo las de la sección "Coder/Hacker") que parecen pensadas sólo para los muy versados en la cosa binaria, pero también tenemos ejemplos magníficos de lo que debe ser una geek T-Shirt que le guste a todo el mundo.

Mi sección favorita es "Gaming", en la que nos encontramos con esta maliciosa referencia a "Hot Coffee", esta festiva provocación o este clásico entre los clásicos. Luego también me han gustado mucho esta parodia de las camisetas deportivas y este primer contacto con la Dimensión Geek, pero hay algunas que no las entiendo ni leyéndolas cabezabajo. ¡Ah!, y se me olvidaba recordar que cada camiseta va acompañada de la foto de un usuario de la web luciéndola alegremente. Viva la Relativity!

Top 10 Zombis

Top 10 Zombis Los muertos vivientes más carismáticos, cool y memorables que he ido recordando a lo largo de la mañana están en este incomparable Salón de la Fama Post-Mortem, de modo que cogeos de la mano de Annabel Lee y empezad a recorrer los oscuros pasillos que os llevarán hasta el lugar donde reside nuestro número uno:

10) Michael Jackson ("Thriller", 1983): Este clásico videoclip no sólo es uno de los mejores trabajos de John Landis, sino que además incluye una elaboradísima coreografía ejecutada íntegramente por muertos vivientes. Además, el maquillaje que luce aquí Jacko se puede interpretar como pronóstico del declive facial que la estrella del pop iba a sufrir en los años venideros. Pero la verdadera razón por la que este vídeo ha entrado en el Top 10 es porque está protagonizado por el primer zombi bailón de la historia: después ya vendría el Bernie de "Este muerto está muy vivo 2" para darnos verdaderos escalofríos...

9) Inferi ("Harry Potter and the Half-Blood Prince", 2005): El profesor Snape ya se encarga de aclarar la diferencia entre un inferius y un fantasma en una de sus últimas clases de Defensa Contra las Artes Oscuras, pero yo voy aún más allá: mientras que los fantasmas de la mitología potteriana son personajes bastante simpáticos y amistosos (Nick Casi-Decapitado, la llorona Myrtle, el cabroncete de Peeves), los inferi representan una inmersión directa y sin cortapisas en la literatura de terror. Su aparición estelar en el último y enmudecedor volumen de la saga debería servir para hace callar de una vez por todas a los que aún consideran que J.K. Rowling escribe ficción exclusivamente infantil.

8) Strength ("House of the Dead 2", 1999): He aquí un pedazo de mala bestia de la que conviene huir como alma que lleva el Diablo... a no ser que tengas en tu poder una recortada y alguna que otra vida extra en la recámara. Strenght es, sin lugar a dudas, uno de los personajes más memorables de la saga "House of the Dead", además de una de las principales razones por las que nos hemos dejado tantas y tantas monedas en salones recreativos de todo el globo. A su lado, Némesis parecería un marica de playa.

7) Manolete ("La Tierra de los Muertos Vivientes", 2005): No, aún no he visto la película, pero me he enterado que en ella aparece un zombi torero (analicemos esas dos palabras: zombi... torero) que responde al nombre de Manolete. Si se os ocurre alguna razón por la que este muerto viviente no debería ser incluído en esta lista, me gustaría que me la dijerais.

6) Inspector Dan Clay y Vampire Girl ("Plan 9 From Outer Space", 1959): Sé que técnicamente se trata de dos zombis, pero es que Tor Johnson y Vampira son absolutamente inseparables en nuestro recuerdo. Yo, personalmente, no concibo la película más celebrada de Ed Wood sin cualquiera de los dos, y es innegable que representan a la perfección el clásico arquetipo de pareja-de-muertos-resucitados-gracias-a-extraterrestres-con-prurpurina. Mención especial merece la escena de la resurrección del inspector Clay: sus tremendas dificultades para salir de la fosa han servido de experiencia de autoafirmación para varias generaciones de zombis con sobrepeso.

5) Headcrabs ("Half-Life", 1998): Estos bichitos asquerosos de la Dimensión Desconocida son realmente muy poca cosa cuando nos los encontramos por primera vez: un par de golpes de palanca bastan para olvidarnos de ellos. El problema está en que estos parientes lejanos del cangrejo de mar son capaces de adherirse a un cuerpo humano, entrar en simbiosis con él y convertirlo en un auténtico zombi de garras afiladas y andares tremendamente lentos. También están presentes en la secuela, pero entonces ya han sacrificado el factor sorpresa.

4) Gage William Creed ("Cementerio de animales", 1983): ¿Si funcionó con el gato (bueno, más o menos), por qué no va a funcionar con el niño? Stephen King destrozó varios tabúes y dinamitó los pilares de lo política o humanamente correcto al convertir a un dulce infante recién atropellado por un camión en uno de los villanos más perturbadores de su biblioteca. Prueba viviente (es un decir) de que el amor de unos padres no conoce fronteras, el resurrecto Gage es uno de los personajes más incómodos que el lector se puede echar a la cara, amén de metonimia de una de las novelas más incómodas que el lector se puede echar a la cara. De su adaptación al cine (y de las secuelas que generó) mejor hablamos otro día...

3) El bebé zombi ("Amanecer de los muertos", 2004): Si hay algo mejor que un niño zombi, eso es un recién nacido zombi. Concebido contra natura en una de las secuencias más macabramente geniales del guión de James Gunn, este bebé resulta ser la viva imagen de su difunta madre. Angelito. El hecho de que el parto tenga lugar en la tienda prenatal de un centro comercial no es más que una pequeña muestra de la grandeza (y del vírico poder metafórico) de este modélico remake del clásico romeriano.

2) Jesucristo ("Electric Jesus Corpse", 2002): Los que hayan leído "Satan Burger" ya sabrán cómo se las gasta Carlton Mellick III, uno de los escritores trash más provocadores de los últimos tiempos. En esta compacta e inolvidable novela, Mellick imagina una versión alternativa de la vida de Jesucristo, esta vez ambientada en un apocalíptico presente paralelo infestado de zombis caníbales. Los doce apóstoles no parecen hacerle mucho caso al Cristo Cadáver, por lo que este tendrá que buscar un modo de que se aparten de su pecaminoso sendero de drogas, prostitución, mafias, ultraderecha y necrofilia. No creo que haga falta decirlo, pero este no es un libro para todos los gustos.

1) Bub ("El Día de los Muertos", 1985): Nuestro indiscutible ganador es este entrañable zombi encadenado que robaba la función en el clásico de Romero. Si nos olvidamos por un momento de su condición de caníbal del Infierno, convendremos en que Bub es un tío legal, además de un estudiante muy aplicado y un gran melómano (como se puede apreciar en la foto de este post). Danny Boyle y Alex Garland intentaron repetir la jugada en "28 días después", pero lo cierto es que Bub aún sigue siendo el gentleman de los zombis prisioneros, el rey de los no-muertos reeducados. Y, por favor, dejad de tirarle cacahuetes.

¡Dame una B, dame una L, dame una O, dame una G!

¡Dame una B, dame una L, dame una O, dame una G! Últimamente este blog va increíblemente lento, ¿no? Como siempre, pido disculpas y os aseguro que la culpa no es de un servidor, que ya bastante tiene con lo suyo. El asunto del éxodo de Blogia es tentador, pero esos entrañables (para mí, claro) posts atrasados, archivados tan pulcramente en la columna de la derecha... ¿Qué sería de ellos? De lo que no me cabe la menor duda es de que si algún día inauguro ese segundo blog que tengo en mente desde hace un par de meses, será el Blogger o en La Coctelera. De todos modos, no creo que eso vaya a ocurrir en un futuro próximo, aunque quién sabe.

El caso es que hoy tenía pensado hablaros de The Descent, la mejor película de terror del año so far (no os perdáis su estreno el 2 de septiembre, en cines, que una película tan atmosférica no se puede ver en casa pirateada), o del injustamente olvidado Robert Coover, o de Veronica Mars, la serie más imprescindible de ahora mismo. Pero todo eso pasó a segundo plano cuando descubrí ESTO. El enlace habla por sí mismo, así que no creo que sea necesario añadir ningún comentario (sobre todo si este incluye los conceptos cheerleader, metáfora y Sueño Americano). Si os gusta, aquí tenéis más: ¿estaremos ante la revista más irresistiblemente necia del panorama? Yo creo que sí, y añado que me gustaría concer a los que estén suscritos. Para terminar, la versión oscura (bueno, aún más oscura) de todo esto: The Satan's Cheerleaders (basadas, supongo, en la peli de culto del mismo título) y el disfraz de Zombie Cheerleader que sale en la foto.

Saludos de parte de un bloggero en constante estado de perplejidad existencial.

Sk8er Girl

Sk8er Girl Ahora que parece que los skaters están muy de moda (en gran parte gracias a la película "Los Amos de Dogtown", dirigida por Catherine Hardwicke y estrenada el mes pasado), es lógico que la moda se fije en los skaters. En cierto sentido, el film de Hardwicke ya pronosticaba que este deporte extremo (nacido en los suburbios de California en plenos años 70) estaba destinado, tarde o temprano, a ser absorbido por la industria del entretenimiento y a convertirse en un pasatiempo cool para niñatos modernos. Puede que el skateboard no haya perdido del todo ese componente agresivo y marginal de sus orígenes, pero lo cierto es que esto ya no es lo que era. Si alguien tiene dudas, que se pase por Agents of the Area (linkada vía We Make Money Not Art), una web que comercializa unos skateboards para chicas (y, en este contexto, para chicas quiere decir fashion). Algo así como el patinete que diseñaría (y se compraría) Jordi Labanda. O las hermanas Hilton.

Les Jambes Superbes

Les Jambes Superbes Visitando Women in Cabaret, una galería de Early Visual Media sobre las cabareteras de las primeras dos décadas del siglo XX, a uno le da por pensar que donde mejor se percibe el signo de los tiempos es en las bailarinas exóticas. Me explico: a nadie se le escapa que entre la muchacha selénica de la foto y una siliconada stripper de Las Vegas media un abismo. Esta galería de fotos en tonos sepia celebra esos días en los que uno iba al Moulin Rouge a encontrarse con ninfas rellenitas como salidas de una fantasía de Meliès: agradezcámosle al asombroso blog Tacky Times el descubrimiento y bebamos absenta a la salud del erotismo vintage. Hasta caer redondos.

Otra pequeña pausa

Otra pequeña pausa Hoy empieza el segundo parón veraniego de "El Emperador de los Helados", que durará algo más de una semana. Es decir, que permaneceré sin actualizar hasta el domingo 31, lo cual nos coloca ya casi en el mes de agosto. Y he estado pensando yo que para ese mes podría hacer unos cuantos posts temáticos, o dossieres, sobre un mismo tema que dé para mucho: algunos de los posibles temas que se barajan son los Illuminati, las relaciones entre sexo y música pop, las anécdotas más divertidas de la Guerra Fría o los parques temáticos más pintorescos del globo terráqueo. No sé, ya veremos.

Por ahora, no me queda más que: a) poneros la foto de este sello en 3-D increíblemente molón; b) recomendaros esta página, de sumo interés para los seguidores de "Padre de familia"; y c) desearos que seáis muy felices en mi ausencia.

Hasta el domingo que viene, amigos.

John Titor: El futuro no es una broma

John Titor: El futuro no es una broma Recopilando información para el próximo "Kellyrama" (de inminente publicación), me he topado con uno de los casos más singulares y fascinantes que ha vivido la comunidad internáutica en su corta existencia: estoy hablando del enigma de John Titor, posible inspirador de "Southland Tales" y responsable de que muchos conspiranoicos contemplaran las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos con una mezcla de terror e impaciencia. Tras pasarme la noche de ayer consumiendo bebidas energéticas delante del ordenador y recopilando información sobre Titor, os explico su historia hasta donde he creído entenderla.

El 2 de noviembre del año 2000, un nuevo usuario se registró en el foro de IBM: su nombre de guerra era Timetravel_0, aunque muy pronto lo cambiaría por el menos contundente (y seguramente falso) John Titor. Sus compañeros foreros no tardaron en quedarse de piedra al leer sus primeros posts, en los que aseguraba que era un viajero temporal que había sido enviado al pasado desde el año 2036 para arreglar ciertos desajustes informáticos que tenían su base en la programación del IBM 5100 de 1975 (o sea, el famoso problema del año 2038). Titor no tardó en darse cuenta de que el gobierno le había enviado hacia atrás en el tiempo para reparar el sistema Unix, pero que, una vez concluida su misión, eran incapaces (por razones obvias) de impedir que se diera un paseo por el espacio-tiempo: es por eso que este soldado del futuro decidió viajar hasta el año 2000 para visitar a sus padres... y a la versión infantil de sí mismo (lo cual le convierte en el viajero temporal más inepto de la historia, ya que hasta en las películas de Van Damme se nos advierte de los peligros que conlleva encontrarnos con versiones pasadas de nosotros mismos). Comparado con su presente, el año 2000 le debió de parecer a Titor de lo más edénico, por lo que decidió quedarse un tiempo en esta línea temporal y compartir su experiencia con la única gente del mundo que debió pensar que le comprendería: los usuarios del foro de IBM.

Lo mejor de todo es que Titor nunca tuvo ningún problema en contestar a cuantas preguntas se le formularan sobre el año 2036 y las catástrofes que le esperaban a la Humanidad en las próximas décadas, si bien es cierto que sus respuestas siempre eran un tanto crípticas y bastante difusas. Tampoco parecía importarle demasiado que la gente no creyera su historia: decía comprender perfectamente a los escépticos, ya que él mismo no se tragaría algo semejante si estuviera en nuestro lugar. Muy pronto la popularidad de John Titor comenzó a crecer más allá de este foro: el interfecto empezó a postear en otros boletines internáuticos, además de publicar pruebas gráficas de la existencia de su máquina del tiempo y hasta de escribir un pequeño best-seller subterráneo, John Titor: A Time Traveler's Tale.

La foto que acompaña a este post fue tomada (según Titor, claro) en otoño de 2035, y muestra los efectos del viaje temporal: el ingeniero que aparece en ella está presionando un puntero láser cuya luz se curva de manera increíblemente extraña debido a los rarísimos efectos gravitatorios que produce la máquina. No es la única fotografía que Titor utilizó como apoyo a sus palabras: en su fansite oficial, John Titor Times, podemos encontrar varias instantáneas de su máquina del tiempo, así como del supuesto logotipo de la unidad de elite del ejército a la que pertenecía. El funcionamiento de su máquina es algo que, sinceramente, me sobrepasa; pero he podido leer el testimonio de varios geeks creyentes en Titor que aseguran que su descripción del viaje temporal (basado en la creación de pequeños agujeros negros generados por un motor de automóvil corriente) es perfectamente plausible, así como la implicación de la General Electric o sus menciones a Kerr o Tipler. Además, Titor siempre dejó claro que podría volver a 2036 siempre que quisiera, tal y como demostró el 24 de marzo de 2001: aquel día escribió su último post, en el que aseguraba que volvía a casa y que nunca más regresaría a visitarnos. Se rumorea que existe un vídeo que muestra a Titor desapareciendo en su máquina del tiempo, pero lo cierto es que sólo algunos titorites (nombre que reciben los de la línea dura de su club de fans) afirman haber visto esta misteriosa e inédita grabación.

Y ahora, sin más dilación, el momento que todos estábamos esperando: las profecías de John Titor, amigos y vecinos. Durante los años 2000 y 2001, nuestro viajero temporal favorito pronosticó varios acontecimientos que terminaron por hacerse realidad: entre ellos, que la enfermedad de las vacas locas llegaría a Estados Unidos, que la CERN confirmaría su teoría de los mini-agujeros negros un año después de que él la publicara en la Red, que su país iniciaría una guerra contra Irak bajo la excusa de una supuesta posesión de armas de destrucción masiva, que finalmente no se encontrarían dichas armas o que el gobierno estadounidense asumiría que sus ciudadanos prefieren más seguridad a cambio de menos libertad. ¿Qué os parece? Conviene recordar que Titor no era nada concreto en sus afirmaciones, por lo que muchas de ellas se pueden interpretar de maneras muy diferentes e, incluso, adaptarse a los acontecimientos. No obstante, creo que su pronóstico sobre las inexistentes armas de destrucción masiva de Sadam Hussein no admite dudas y, maldita sea, es capaz de ponerle los pelos de punta al más escéptico. Ahí van las palabras que escribió Titor en el año 2000 (repito, en el año 2000): None of the things I have said will be a surprise. They were set in motion ten, twenty, even thirty years ago. Are you really surprised to find out that Iraq has nukes now or is that just BS (siglas de bullshit, o sea, gilipollez, mentira) to whip everyone up into accepting the next war?

Eso en cuanto a las cosas que ya han pasado: veamos ahora lo que dijo Titor con respecto a las cosas que aún están por suceder. Según nuestro hombre misterioso, el periodo de crispación sociopolítica que rodeó a las elecciones presidenciales de noviembre del año pasado culminará a finales de este año en el germen de una segunda Guerra Civil norteamericana. Y aquí ya es cuando la teoría del viajero en el tiempo empieza a hacer aguas: es cierto que en los meses anteriores y posteriores la reelección de Bush hubo un revuelo impresionante en EEUU, pero no llegó ni por asomo a las cotas de crisis y desobediencia civil que pronosticaba Titor en sus posts. Además, no parece muy probable que a finales de este año vaya a estallar una guerra en suelo norteamericano, mucho menos si tenemos en cuenta que Titor aseguraba que este conflicto ya se veía venir desde 2004. Todo esto, sumado a su silencio sobre los ataques del 11 de septiembre de 2001 (principal caballo de batalla de sus detractores), está poniendo contra las cuerdas a los titorites, que se siguen aferrando al relato de su maestro sobre un enfrentamiento a muerte entre las zonas rurales y urbanas de EEUU, el estallido de la Tercera Guerra Mundial en 2015, la muerte de tres billones de personas a consecuencia de la utilización de armas nucleares y la ultraprotegida, profiláctica sociedad resultante de todo ello (según Titor, en 2036 es impensable vivir si no es en familia y a menos de siete kilómetros de tus seres queridos). Mola, ¿verdad?

No obstante, aún queda un elemento más en la ecuación, un elemento que hace que la historia de Titor sea (mal que les pese a sus detractores) absolutamente irrefutable, un elemento que revela la absurda pero aplastante lógica de todo este asunto. Esto hablando, por supuesto, de la cuestión de la inevitabilidad, o la teoría de los universos paralelos. El propio Titor era muy consciente de este detalle, tanto que lo utilizo como premisa de sus explicaciones sobre el viaje en el tiempo, lo cual no hace más que demostrarnos su infinito conocimiento de causa. Según esta teoría, todo evento puede desarrollarse en más de una dirección, y cada una de estas direcciones posibles origina un nuevo universo paralelo. De este modo, el pasajero del tiempo no siempre viaja en su propia línea temporal, ya que su misma condición de viajero manipula el espacio-tiempo y origina diversos universos paralelos. Por no hablar de que la presencia de alguien en el pasado lleva consigo la consecución de acciones que, por nimias que sean, darán origen a nuevas y autoexpansivas líneas temporales (ver el reato de Ray Bradbury titulado "A Sound of Thunder" o el episodio de "Los Simpsons" titulado "Time and Punishment"). Esta es la razón de que la línea temporal que Titor describe como su pasado sea muy parecida a la nuestra, pero no idéntica: algunas de sus predicciones se cumplirán completamente, otras se cumplirán parcialmente y otras no se cumplirán en absoluto. No hay que olvidar que el primer viaje de Titor le llevó hasta 1975, y que allí realizó acciones encaminadas a cambiar elementos de su (y nuestro) futuro, de modo que no hay manera de saber el número de universos paralelos que habrá originado su trabajito en la IBM de los años 70, ni en cuál de ellos estamos nosotros ahora. El propio Titor confesó que cuanto más tiempo permaneciera en el año 2000, más posibilidades habría de que cambiara nuestra línea temporal, hasta el punto de que confesó que ya había advertido pequeños cambios con respecto a la suya (eventos que ocurren antes o después de lo que él recordaba, partidos de fútbol ganados por otros equipos, etc).

¿Quién es ahora el guapo que se atreve a refutar la historia de John Titor... sin aludir al sentido común, naturalmente? Porque no hay duda de que, por mucha risa que nos pueda dar en un momento dado, el enigma Titor es científicamente incontestable: en el momento en que invocamos la existencia de universos paralelos, nos damos cuenta de que estamos ante el hoax más endiabladamente construido de todos los tiempos, una historia forteana que apela a nuestro terror elemental hacia un futuro distópico y que es capaz de convencer a todo tipo de internautas de su veracidad (o al menos, de su irrefutabilidad desde un punto de vista estrictamente científico-pajero). Puede que algún día sepamos quién estaba realmente detrás de todo esto. Hasta entonces, desde aquí mi más sincera admiración, John Titor. Seas quien seas.

Una pequeña pausa

Una pequeña pausa Amigos y vecinos, hoy empieza uno de los tres pequeños paréntesis que hará este blog a lo largo de todo el verano. Lo cierto es que voy a estar sólo cinco días fuera, que espero que me sirvan para bajar un poco el estrés, volver con las pilas cargadas y recuperar el ritmo posteador. De modo que me despido hasta el domingo 10, no sin antes desearos que seáis muy felices en mi ausencia y que disfrutéis de esas pequeñas cosas de la vida. Y eso.

Antes de marcharme, os dejo por aquí una hermosa galería de revistas italianas antiguas, con anuncios vintage y chicas de mirada penetrante. Por cierto, que la revista "Tempo" sigue existiendo, sólo que ahora sale Alessia Merz en lugar de Silvana Mangano. O sea, que los tiempos cambian, pero las chicas italianas siguen estando igual de buenas. Creedme: yo he vivido allí cuatro años y creo que aún no me he repuesto.

¡Hasta pronto!

Todo, todo y todo

Todo, todo y todo La portada del "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band", icono cultural indiscutible del siglo XX, es considerada por muchos como la cumbre absoluta del pop art: creada (muy probablemente gracias a la ayuda de sustancias estimulantes de todo tipo) por Paul McCartney y Robert Fraser, diseñada por Peter Blake y fotografiada por Michael Cooper, la mítica portada es un pórtico a uno de los discos más emblemáticos de la Historia, que adoptaba la forma de megafiesta ultrarreferencial orquestada por unos Beatles que ya parecían conscientes del lugar preferente que iban a ocupar en ese mausoleo (de cartón-piedra) de iconos pop.

Hasta ahora, la enigmática colección de mitos del Sgt. Pepper parecía la plasmación definitiva de la esencia de la cultura popular. No obstante, desde 1967 ha llovido mucho, aún más si hablamos de un fenómeno tan poliformo, esquivo y tendente al crecimiento exponencial como la cultura popular. Por todo ello, el fascinante artista trash Howard Hallis ha decidido superar las hipérboles de la cubierta beatle y ha dibujado un ciclópea galería de héroes pop, un pantagruélico mural que tiene mucho de Capilla Sixtina, de plasmación colorista de un Panteón de dioses (no en vano, estamos hablando de un tipo que ya formuló su heterodoxa visión del arte religioso en obras como The Last Breakfast). El título de la obra es signo inequívoco de su magnitud y ambición: The Picture of Everything. Analicemos por un momento lo que nos quiere decir Hallis con esta pintura, que comenzó como un dibujo de Spider-Man y se fue expandiendo hasta alcanzar dimensiones casi posthumanas: ¿estamos ante un mero collage lúdico o ante una obra con mensaje? ¿Acaso su autor no nos intenta comunicar que Todo (nuestras vidas, nuestro mundo) no es más que la suma de nuestros iconos pop, de unos productos de consumo en principio efímeros pero elevados a la categoría de deidades? Lo mejor será que nos dejemos de divagaciones y disfrutemos desde ya con este colosal cuadro que no parece destinado a acabar en un aburrido museo, sino en nuestro disco duro.

Alta aristocracia

Alta aristocracia ¿Os sabéis el chiste de "Los Aristócratas"? ¿No? Vale, pues os lo cuento... O, más bien, os cuento cómo se cuenta, porque es un chiste mutante que cambia según el narrador. Eso sí, una advertencia: no es el tipo de chiste que se oye en un cumpleaños infantil (a no ser que el payaso contratado se llame John Wayne Gacy), y tampoco os acosejo que lo soltéis en una primera cita. Además, se trata de un humor muy anglosajón (si es que eso existe) que, para más inri, le hace más gracia al que lo cuenta que al que lo escucha. Es más: es posible que sea el primer chiste pensado para repugnar y epatar al respetable, o sea, que no se parece en nada a los monólogos simpaticones de "El Club de la Comedia". Así que ya estáis avisados.

"Los Aristócratas" es el equivalente humorístico a la artillería pesada, por no decir a las armas de destrucción masiva. Según Wikipedia, ha sido contado por diferentes cómicos stand up desde los tiempos de vodevil, aunque por aquella época había una regla no escrita que solamente le permitía al humorista contarlo ante una audiencia de compañeros de profesión. Más que un chiste, es un formato parecido al jazz, que tiene mucho de improvisación y que (como diría Tony Wilson) divierte más al artista que a su público. Su estructura es la siguiente:

1. Una familia de aspecto pulcro y respetable acude a un cazatalentos para mostrarle un espectáculo familiar de su invención.

2. El padre le dice al cazatalentos: Buenos días, señor. Nos gustaría que viera nuestro número familiar. Entonces el cazatalentos les contesta que no está interesado en números familiares, por lo que la madre se tiene que poner a suplicarle que por favor reconsidere su posición y que les permita mostrarle su espectáculo familiar. El cazatalentos no se puede resistir a la cara de pena de los niños, así que acepta.

3. Vale, los dos primeros fragmentos son obligatorios, pero a partir de aquí el chiste cambia. Básicamente, la cosa va de que el chistoso en cuestión comienza a soltar por la boca las ideas más asquerosas, sucias, guarras, cochinas, provocadoras y blasfemas que se le vayan ocurriendo sobre la marcha. Algunas perlas que se han oído a lo largo de la gloriosa historia del chiste: la familia representa un número sadomaso con doble penetración anal y vaginal a la hija pequeña, el padre eyacula en la cara de la madre mientras ella defeca en la cara de su hijo (que, por supuesto, se lo va a comer todo), el bebé participa de múltiples maneras, el incesto se combina con lluvias doradas, el bukake pre-escolar se practica entre insultos racistas y latigazos, el padre de familia es obligado a comer el vómito de sus hijos, la madre descubre exactamente cuántas cosas le caben en el culo con la ayuda de su primogénito, etc. Las últimas versiones suelen incluir referencias a Abu Ghraib, al fist fucking y al vídeo de Paris Hilton. ¡Ah!, y a veces también hay un perro.

4. Cuando el espectáculo familiar acaba, todos hacen una reverencia. El cazatalentos, boquiabierto y horrorizado, pregunta: ¿Y cómo se llama este espectáculo? La respuesta es siempre la misma, gritada a coro por todos los miembros de la familia: ¡Los aristócratas!

Lo sé: no tiene gracia. Pero es que se supone que no debe tenerla. Pero esperad a contrala en público y ver la cara que pone la gente cuando dices las dos últimas palabras...

El chiste era un éxito relativamente subterráneo hasta que Trey Parker y Matt Stone lo sacaron en su serie "South Park": en boca de Cartman, "Los Aristócratas" provocó seísmos en los sectores más conservadores de Estados Unidos, pero también la convirtió en un auténtico éxito de culto que se ve confirmado por el documental The Aristocrats, en el que Paul Provenza recoge un buen puñado de actuaciones en vivo en las que, de un modo u otro, se oye el chiste. Nombres como Robin Williams, Adam Sandler, Whoopi Goldberg, Eric Idle, Chris Rock, Bob Saget y Jon Stewart son el principal reclamo de este documental, pero su highlight llega cuando Gilbert Gottfried cuenta en televisión una versión de la bromita ante un Hugh Hefner que no sabe qué demonios hacer... todo ello apenas tres semanas después del 11-S.

Más información aquí y aquí.