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Los archivos de EL EMPERADOR DE LOS HELADOS

Blockbusters veraniegos

Princess Ai aterriza en las jugueterías

Princess Ai aterriza en las jugueterías Surgida de la imaginación de una Courtney Love poseída por la fiebre otaku y convertida en realidad gracias a los talentos de Ai Yazawa y Misaho Kujiradou (con la colaboración de DJ Milky), Princess Ai es una heroína extraterrestre de manga heterodoxo que ya lleva a sus espaldas dos volúmenes recopilatorios y una serie de anime televisivo. Sublimación fantástica de la biografía de su creadora, esta princesa alienígena que aterrizó en nuestro planeta para convertirse en estrella de rock es uno de los proyectos más personales de la ex líder de Hole, además de uno de los personajes más queridos por los amantes del shojo (manga cuya audiencia potencial son las adolescentes, pero que precisamente por eso gustan a toda persona con dos dedos de frente).

Bleeding Edge acaba de sacar al mercado una colección de muñecas de doce y siete pulgadas basadas en el personaje: ya sea en versión pseudo-gótica o ataviada de lolita angelical, no hay duda de que esta Princess Ai de vinilo hará las delicias de sus seguidores en todo el mundo. Mi favorita, claro, es esta "Rock 'n' Roll Ai" que he puesto en la foto, más que nada porque me recuerda a la Courtney de "Celebrity Skin". Lo mejor es que cuestan sólo quince dólares más gastos de envío: ¿quién puede decir que no a algo así?

Blockbusters '05: "Los 4 Fantásticos" y "Herbie: a tope"

Blockbusters '05: "Los 4 Fantásticos" y "Herbie: a tope" Estamos ya en mitad de la Temporada del Blockbuster Veraniego, y hasta ahora hemos tenido propuestas de todo tipo: una aventura pausada y profunda ambientada en las Cruzadas, el final de una saga épica con resonancias de tragedia griega, el relato hiperrealista y ultraserio del nacimiento de un mito superheroico y una alegoría alienígena de la Norteamérica post 11-S. En otras palabras: hemos tenido un buen puñado de sólidos blockbusters otoñales, pero no hemos tenido (como dice el crítico Olly Richards) montones de diversión. No es que me queje de la (matizada) madurez que está adquiriendo el cine comercial hollywoodiense, pero lo cierto es que, en un verano cinematográfico tan nublado, dos propuestas tan refrescantes y luminosas como "Los 4 Fantásticos" y "Herbie: a tope" se reciben con los brazos bien abiertos y los ánimos cinéfago-gamberros muy altos.

Tras ese "Batman Begins" que llevaba su voluntad de realismo hasta extremos francamente exasperantes, resulta un gustazo ver una peli de superhéroes que no pretende ser más que eso, una peli de superhéroes. No hay en "Los 4 Fantásticos" ni voluntad de mensaje ni cargas de profundidad: es el blockbuster más honesto de todos los que veremos este verano, y probablemente también el más divertido. Da igual que la trama tenga más agujeros que las duchas de "Porky's" o que su puesta en escena sea digna de una serie para la televisión por cable. Todo eso da lo mismo cuando tenemos a un director (Tim Story, que bien podría haber sido un Chris Nolan con menos aires de grandeza) que sabe ofrecer al público exactamente lo que quiere: acción, humor y sentido de la maravilla, en grandes dosis y a una velocidad que le impida activar sus neuronas durante hora y media (algo que ya hizo en su simpático remake de "Taxi"). Pero todo eso no tendría mucha importancia si los responsables de esta montaña rusa (acuática) no hubieran tenido en cuenta a los personajes: Reed, Sussie, Ben y Johnny siguen conservando el atractivo candoroso de los primeros tebeos de Stan Lee y Jack Kirby, a los que la película rinde un sentido tributo (ver la deliciosa secuencia en la que la Antorcha Humana descubre sus poderes o el epílogo en el barco). En cierto sentido, esta película se parece mucho a los muñecos de ella que regalan en el Burger King: es tonta, comercial e incluso infantil; pero también es entrañable, agradable y, para los que conocemos y amamos a estos personajes, prácticamente irresistible.

Lo mismo pasa con "Herbie: a tope", una chispeante producción de la Disney que intenta recuperar el carácter colorista y eminentemente pop de sus películas de imagen real dedicadas al mercado pre-adolescente. Con unos títulos de crédito que resumen alegremente el desopilante currículum del Escarabajo protagonista, el segundo largo de Angela Robinson (responsable de "D.E.B.S.", otra comedia teenager bastante menospreciada) no es más que la enésima historia adolescente de superación personal con un deporte norteamericano (en este caso, el NASCAR) como telón de fondo: en ese sentido, "Herbie: a tope" no es muy diferente de "Dodgeball" (incluso comparten al prometedor Justin Long en el papel loser de buen corazón que al final obtiene su recompensa), aunque no posea la comicidad destroyer de aquella inolvidable película protagonizada por Chuck Norris y David Hasselhoff. No obstante, hay en este resurgimiento del Escarabajo del Amor suficientes alicientes como para considerarlo una experiencia bastante satisfactoria: una selección de canciones absolutamente impecable (Van Halen, The Beach Boys, The Donnas, The Blacksmoke Organisation, la propia Lindsay Lohan o Loverboy con su insuperable, mítico "Working for the Weekend"), un Matt Dillon que se diría poseído por el espíritu de Bruce Campbell, un abanico referencial de lo más sorprendente (que va desde "Regreso al futuro" hasta "Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno"), un Camión Monstruo (toda película en la que aparezca un Camión Monstruo sube inmediatamente de categoría en mi cabeza) y un sentimiento a lo Girls Just Wanna Have Fun que a mí me puede. Claro que hay momentos aburridos, pero uno puede aprovecharlos para formular teorías sobre el origen maligno del bonachón Herbie o imaginando que la película toma un giro ballardiano y se convierte en un "Crash" para adolescentes... con Lindsay Lohan de protagonista.

¿Qué son precisamente películas como estas las que están matando al cine actual? Es probable, pero yo sólo sé que prefiero ver otra vez cualquiera de las dos a encerrarme en una sala del Verdi (repleta de Espectadores Verdi) en la que proyecten "A las cinco de la tarde", de Samira Makhmalbaf. Que lo pienso y me entran escalofríos.

Blockbusters '05: "La Guerra de los Mundos"

Blockbusters '05: "La Guerra de los Mundos" Bueno, pues ya la he visto. En pase de prensa, en una sala no muy grande y con medidas de seguridad absurdas, pero ya la he visto. Así que, antes de que se me pase el impacto, ahí va la crítica. ADVERTENCIA: pequeños spoilers por aquí y por allá, pero nada serio.

Es prácticamente imposible ver una adaptación de "La Guerra de los Mundos", de H.G. Wells, sin imaginar un subtexto político: la novela, escrita en 1898, era la reacción de su magistral autor ante los excesos del imperialismo británico (colonialismo a la cabeza), además de un visionario pronóstico de los horrores que traería el inminente siglo XX. Del mismo modo, las dos versiones mayores del seminal texto de Wells han surgido (como es bien sabido) en épocas de especial crispación sociopolítica: así, el pánico que provocó la transmisión radiofónica orquestada por Orson Welles a finales de los 30 se alimentó del miedo arraigado en Estados Unidos de una invasión alemana o japonesa, y la insípida versión cinematográfica de George Pal y Byron Haskin supuso el mainstream de esa cinematografía de serie B que escribía marciano donde claramente debería poner comunista. En otras palabras: la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría proporcionaron el caldo de cultivo idóneo para que el público experimentara auténtica una catarsis ante una invasión alienígena que les hablaba de forma casi subliminal. Steven Spielberg, en cambio, rechaza que se hagan interpretaciones políticas de su último largometraje. Afirma que esta espectacular revisión de la novela de Wells es un experimento narrativo sobre las claves del terror y el suspense, y que no nos está hablando en clave de los tiempos confusos y feroces que nos ha tocado vivir.

¿Son terroristas?, pregunta una asustada Dakota Fanning cuando contempla, desde un coche robado, la destrucción de un puente: desde ese preciso instante, el espectador no puede más que ignorar las declaraciones de Spielberg y decidir que, tanto él como su lujoso guionista David Koepp, han concebido una de las películas que mejor capta la esencia de un mundo post-11 de septiembre en el que nada (ni siquiera los blockbusters) volverá a ser igual que antes. Es posible que Spielberg no sea consciente de ello, pero su "Guerra de los Mundos" tiene mucho más subtexto del que le gustaría admitir: el personaje de Tim Robbins representa a la perfección la paranoia que ha absorbido a la sociedad norteamericana durante estos últimos cuatro años. En ese sentido, los que temían que Koepp se limitara a adaptar la historia de Wells a nuestros días no podían estar más equivocados, ya que este personaje es el reflejo actualizado de aquel tenebroso vicario que, en la novela de Wells, parecía pronosticar los horrores del nazismo décadas antes de que ocurrieran. En ambos casos, el protagonista deberá enfrentarse a esta personalización de un horror coyuntural para poder alcanzar la conclusión del relato, pero Spielberg añade (si cabe) aún más tensión moral a este enfrentamiento de alto poder metafórico.

Todo aquel que pusiera el grito en el cielo cuando los lectores de la revista Empire eligieron a Spielberg como el mejor director de todos los tiempos tiene en su último largometraje razones suficientes para callarse la boca. El autor de "Tiburón" se revela aquí como un mago del plano-secuencia imposible, como un auténtico maestro de la narración y los sentimientos, dotado de un sentido de la maravilla sin límites: el ataque del primer trípode es de lo mejor que vamos a ver este año en una pantalla de cine, pero es que estamos hablando de un blockbuster en el que hasta las escenas de transición tienen muchísima más personalidad que cualquiera de las de "Batman Begins". "La Guerra de los Mundos" es un auténtico tour de force (no olvidemos que se rodó en apenas un año) para un director aficionado a los retos, con talento suficiente como para hacernos olvidar que nadie se cree a Tom Cruise en su papel de obrero o que (como ya ocurría en "Minority Report" o "La terminal"), sus dos de pecho suelen acabar con un pequeño carraspeo. Al contrario que Alan Moore y Kevin O'Neill en su magistral, impecable adaptación de la obra de Wells ("The League of Extraordinary Gentlemen Vol. II"), Spielberg y Koepp deciden no arriesgar nada en la conclusión del relato y darle al público lo que quiere. Lo cual es una pena... pero es una pena asumible si viene precedida del espectáculo cinematográfico más avasallador, profundo, oscuro y emotivo de este verano.

Y quizá de este año.

Kellyrama (Nº 4)

Kellyrama (Nº 4) Realmente entiende todo lo que escribe. Es raro. Richard lo sabía todo.

(Jena Malone, durante el rodaje de "Donnie Darko". La foto de arriba no es de esa película, pero no me he podido resistir a incluirla. Además, necesitaba una imagen extralarga que ensanchara el blog, y no he encontrado otra parecida. De hecho, no creo que haya una imagen igual...).

1) Las actualizaciones de la web oficial de "Southland Tales" se hacen mucho de rogar, pero cuando llegan es una maravilla. Desde hace unos cuantos días ya podemos navegar un poco más por el camino de la derecha: el hasta ahora inservible botón que rezaba "Launch" (o sea, el que figura debajo de la parrafada físico-cuántica) nos da acceso a un paseo vía satélite por el sur de Los Ángeles que culmina con la imagen de una playa (¿la misma del vídeo de camino de la izquierda?) y unas extrañísimas coordenadas georgráficas. Por ahora no tenemos nada más, pero la apariencia de esas coordenadas indica una nueva actualización en un futuro no muy lejano. Mientras tanto, podemos compartir nuestro desconcierto con la gente de los foros, que siempre está dispuesta a formular teorías descabelladas sobre esta misteriosa película, que (recordemos) será protagonizada por un trío de ases de lo más estimulante: Sarah Michelle Gellar (que, por cierto, ha firmado también la adaptación del genial videojuego "Alice"), Sean William Scott y el mítico The Rock.

2) Seguimos con "Southland": hace poco, aparecieron en los ya mencionados foros de Richard-Kelly.net unos cuantos dibujos que, al parecer, pertenecen al storyboard y a los diseños de vestuario de este esperadísimo segundo largo de Richard Kelly. Si os pasáis por aquí y por aquí podréis echarles un buen vistazo, aunque tengo que decir que yo tengo mis reservas, sobre todo en lo que respecta al story de la secuencia del francotirador, que me parece que va a ser de "Domino" antes que de "Southland". Por lo demás, esa policía del futuro tiene una pinta tremenda. ¡Ah!, y si queréis un wallpaper amateur, no tenéis más que pedirlo .

3) Para terminar el especial de hoy, unas fotos de "Domino", la ansiada joint venture de Richard Kelly y Tony Scott, dos talentos incontestables del Hollywood actual. En Walking Daydreams, el fansite de Keira Knightley, podréis encontrar las últimas fotos de esta película de acción metalingüística cuyo estreno se espera para este otoño/invierno; mientras que en Access Hollywood también nos ofrecen algo de información sobre el proyecto. Para terminar, y a modo de bonus track, el trailer de Pride and Prejudice, adaptación literaria de postín que merece su lugar en este blog y en esta sección por contar con la presencia de dos damas kellynianas de primer orden: Jena Malone y Keira Knightley.

Crooner del espacio exterior

Crooner del espacio exterior Pocas cosas vais a encontrar en una mañana de resaca más estimulantes que The Marvelous Crooning Child, un experimento en Flash realmente fascinante. Se trata de una fotografía antigua en la que figura un niño con cara de haber sido abducido y una lista de canciones a su izquierda. La cosa es sencilla: vamos pinchando en cada canción y el niño realiza una interpretación a capella que, de haberla escuchado durante lo noche de ayer, me habría proporcionado un grave de ataque de risa tonta e imparable. No obstante, al oírlas en esta mañana de dolor de cabeza y reflejos lentos, las covers de este niño raro se me antojan absolutamente subyugantes.

La idea la ha tenido el cómico norteamericano Eugene Mirman, que también tiene otras cosas de los más interesantes en su página web personal. No obstante, las versiones crooner-marcianas de éxitos como "Girls Just Wanna Have Fun", "Satisfaction", "Debaser", "Like a Virgin", "Born in the USA" o "I Will Survive" (por nombrar solo unas pocas) son las que nos tendrán unos cuantos días visitando la web. Eso y la sección de vídeos, en la que se ve cada cosa...

Consígueme un Superman israelí

Consígueme un Superman israelí El cada vez más infalible Life in the Present ha vuelto a dar en el clavo al descubrir esta colección internacional de superhéroes. Si vosotros (como yo) sois de los que no podéis resistiros a un superhéroe raro, estáis de enhorabuena: este catálogo, como no podía ser de otra manera, es rico en excentricidades.

Empecemos por el inenarrable señor del bigote que acompaña a este post: el tipo de la foto es nada menos que Capitão 7, el primer superhéroe basileño de la historia. Al contrario que muchos otros, su primer aparición no tuvo lugar en el mundo del cómic, sino en la televisión, concretamente en el Canal 7 de Brasil (de ahí su nombre, claro está). No sé por qué, pero intuyo que todos aquellos espectadores que gustan de partirse el pecho de risa con las ocurrencias camp del Batman de Adam West amarían al Capitão 7, que comenzó sus emisiones en la década de los 50 y se mantuvo en antena casi doce años (con el presumible merchandising bizarro que eso debió generar). Me gustaría pensar que esta foto pertenece a la última temporada televisiva del Capitão, porque si no los fans de Adam West tendrían un nuevo mito televisivo de la vergüenza ajena.

Sin movernos del continente americano, tenemos que hacer una parada obligada en México, donde nos esperan héroes de ayer y hoy: el Chapulín Colorado (¿alguno de los que vimos esta serie en la infancia nos hemos repuesto ya?), Orion, Hermelinda Linda, Cerdotado y (cómo no) los Superbrutotes, con Santo y Huracán Ramírez a la cabeza. Por cierto, que siguiendo con los supertipos de habla hispana, aquí tenemos a nuestro Guerrero del Antifaz, por no hablar de Super López o el abisal Supersonic Man.

Para terminar, no me puedo resistir a hacer la recomendación exótica del día: los superhéroes israelíes, que van de lo ridículamente predecible (The Golem, Sabraman) a lo fascinante (Lilith, SuperShlumper, Dina Din). Para que luego digan que el superhéroe ha de ser norteamericano y ario.