Blockbusters '05: "Los 4 Fantásticos" y "Herbie: a tope"
Estamos ya en mitad de la Temporada del Blockbuster Veraniego, y hasta ahora hemos tenido propuestas de todo tipo: una aventura pausada y profunda ambientada en las Cruzadas, el final de una saga épica con resonancias de tragedia griega, el relato hiperrealista y ultraserio del nacimiento de un mito superheroico y una alegoría alienígena de la Norteamérica post 11-S. En otras palabras: hemos tenido un buen puñado de sólidos blockbusters otoñales, pero no hemos tenido (como dice el crítico Olly Richards) montones de diversión. No es que me queje de la (matizada) madurez que está adquiriendo el cine comercial hollywoodiense, pero lo cierto es que, en un verano cinematográfico tan nublado, dos propuestas tan refrescantes y luminosas como "Los 4 Fantásticos" y "Herbie: a tope" se reciben con los brazos bien abiertos y los ánimos cinéfago-gamberros muy altos.
Tras ese "Batman Begins" que llevaba su voluntad de realismo hasta extremos francamente exasperantes, resulta un gustazo ver una peli de superhéroes que no pretende ser más que eso, una peli de superhéroes. No hay en "Los 4 Fantásticos" ni voluntad de mensaje ni cargas de profundidad: es el blockbuster más honesto de todos los que veremos este verano, y probablemente también el más divertido. Da igual que la trama tenga más agujeros que las duchas de "Porky's" o que su puesta en escena sea digna de una serie para la televisión por cable. Todo eso da lo mismo cuando tenemos a un director (Tim Story, que bien podría haber sido un Chris Nolan con menos aires de grandeza) que sabe ofrecer al público exactamente lo que quiere: acción, humor y sentido de la maravilla, en grandes dosis y a una velocidad que le impida activar sus neuronas durante hora y media (algo que ya hizo en su simpático remake de "Taxi"). Pero todo eso no tendría mucha importancia si los responsables de esta montaña rusa (acuática) no hubieran tenido en cuenta a los personajes: Reed, Sussie, Ben y Johnny siguen conservando el atractivo candoroso de los primeros tebeos de Stan Lee y Jack Kirby, a los que la película rinde un sentido tributo (ver la deliciosa secuencia en la que la Antorcha Humana descubre sus poderes o el epílogo en el barco). En cierto sentido, esta película se parece mucho a los muñecos de ella que regalan en el Burger King: es tonta, comercial e incluso infantil; pero también es entrañable, agradable y, para los que conocemos y amamos a estos personajes, prácticamente irresistible.
Lo mismo pasa con "Herbie: a tope", una chispeante producción de la Disney que intenta recuperar el carácter colorista y eminentemente pop de sus películas de imagen real dedicadas al mercado pre-adolescente. Con unos títulos de crédito que resumen alegremente el desopilante currículum del Escarabajo protagonista, el segundo largo de Angela Robinson (responsable de "D.E.B.S.", otra comedia teenager bastante menospreciada) no es más que la enésima historia adolescente de superación personal con un deporte norteamericano (en este caso, el NASCAR) como telón de fondo: en ese sentido, "Herbie: a tope" no es muy diferente de "Dodgeball" (incluso comparten al prometedor Justin Long en el papel loser de buen corazón que al final obtiene su recompensa), aunque no posea la comicidad destroyer de aquella inolvidable película protagonizada por Chuck Norris y David Hasselhoff. No obstante, hay en este resurgimiento del Escarabajo del Amor suficientes alicientes como para considerarlo una experiencia bastante satisfactoria: una selección de canciones absolutamente impecable (Van Halen, The Beach Boys, The Donnas, The Blacksmoke Organisation, la propia Lindsay Lohan o Loverboy con su insuperable, mítico "Working for the Weekend"), un Matt Dillon que se diría poseído por el espíritu de Bruce Campbell, un abanico referencial de lo más sorprendente (que va desde "Regreso al futuro" hasta "Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno"), un Camión Monstruo (toda película en la que aparezca un Camión Monstruo sube inmediatamente de categoría en mi cabeza) y un sentimiento a lo Girls Just Wanna Have Fun que a mí me puede. Claro que hay momentos aburridos, pero uno puede aprovecharlos para formular teorías sobre el origen maligno del bonachón Herbie o imaginando que la película toma un giro ballardiano y se convierte en un "Crash" para adolescentes... con Lindsay Lohan de protagonista.
¿Qué son precisamente películas como estas las que están matando al cine actual? Es probable, pero yo sólo sé que prefiero ver otra vez cualquiera de las dos a encerrarme en una sala del Verdi (repleta de Espectadores Verdi) en la que proyecten "A las cinco de la tarde", de Samira Makhmalbaf. Que lo pienso y me entran escalofríos.
Tras ese "Batman Begins" que llevaba su voluntad de realismo hasta extremos francamente exasperantes, resulta un gustazo ver una peli de superhéroes que no pretende ser más que eso, una peli de superhéroes. No hay en "Los 4 Fantásticos" ni voluntad de mensaje ni cargas de profundidad: es el blockbuster más honesto de todos los que veremos este verano, y probablemente también el más divertido. Da igual que la trama tenga más agujeros que las duchas de "Porky's" o que su puesta en escena sea digna de una serie para la televisión por cable. Todo eso da lo mismo cuando tenemos a un director (Tim Story, que bien podría haber sido un Chris Nolan con menos aires de grandeza) que sabe ofrecer al público exactamente lo que quiere: acción, humor y sentido de la maravilla, en grandes dosis y a una velocidad que le impida activar sus neuronas durante hora y media (algo que ya hizo en su simpático remake de "Taxi"). Pero todo eso no tendría mucha importancia si los responsables de esta montaña rusa (acuática) no hubieran tenido en cuenta a los personajes: Reed, Sussie, Ben y Johnny siguen conservando el atractivo candoroso de los primeros tebeos de Stan Lee y Jack Kirby, a los que la película rinde un sentido tributo (ver la deliciosa secuencia en la que la Antorcha Humana descubre sus poderes o el epílogo en el barco). En cierto sentido, esta película se parece mucho a los muñecos de ella que regalan en el Burger King: es tonta, comercial e incluso infantil; pero también es entrañable, agradable y, para los que conocemos y amamos a estos personajes, prácticamente irresistible.
Lo mismo pasa con "Herbie: a tope", una chispeante producción de la Disney que intenta recuperar el carácter colorista y eminentemente pop de sus películas de imagen real dedicadas al mercado pre-adolescente. Con unos títulos de crédito que resumen alegremente el desopilante currículum del Escarabajo protagonista, el segundo largo de Angela Robinson (responsable de "D.E.B.S.", otra comedia teenager bastante menospreciada) no es más que la enésima historia adolescente de superación personal con un deporte norteamericano (en este caso, el NASCAR) como telón de fondo: en ese sentido, "Herbie: a tope" no es muy diferente de "Dodgeball" (incluso comparten al prometedor Justin Long en el papel loser de buen corazón que al final obtiene su recompensa), aunque no posea la comicidad destroyer de aquella inolvidable película protagonizada por Chuck Norris y David Hasselhoff. No obstante, hay en este resurgimiento del Escarabajo del Amor suficientes alicientes como para considerarlo una experiencia bastante satisfactoria: una selección de canciones absolutamente impecable (Van Halen, The Beach Boys, The Donnas, The Blacksmoke Organisation, la propia Lindsay Lohan o Loverboy con su insuperable, mítico "Working for the Weekend"), un Matt Dillon que se diría poseído por el espíritu de Bruce Campbell, un abanico referencial de lo más sorprendente (que va desde "Regreso al futuro" hasta "Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno"), un Camión Monstruo (toda película en la que aparezca un Camión Monstruo sube inmediatamente de categoría en mi cabeza) y un sentimiento a lo Girls Just Wanna Have Fun que a mí me puede. Claro que hay momentos aburridos, pero uno puede aprovecharlos para formular teorías sobre el origen maligno del bonachón Herbie o imaginando que la película toma un giro ballardiano y se convierte en un "Crash" para adolescentes... con Lindsay Lohan de protagonista.
¿Qué son precisamente películas como estas las que están matando al cine actual? Es probable, pero yo sólo sé que prefiero ver otra vez cualquiera de las dos a encerrarme en una sala del Verdi (repleta de Espectadores Verdi) en la que proyecten "A las cinco de la tarde", de Samira Makhmalbaf. Que lo pienso y me entran escalofríos.
17 comentarios
manlo -
Noel -
Dr Zito -
Javi -
Noel -
Pero... ¿Has visto "Dawn of the Dead"? Pues eso te dará una idea de lo que son los cines Verdi un miércoles por la noche.
Javi -
La verdad es que eso que dices de los "espectadores Verdi" da miedo...
Noel -
Pero Ellos no son capaces de permanecer callados. Noooooo.... Ellos no. Ellos son muy Modernos, muy Cultos y muy Grandes. Y lo demuestran a la menor ocasión.
Dr Zito -
Noel -
EKI -
Estoy empezando a asimilar el concepto de que 2+2=4... ¿podemos pasar a la siguiente leccion?
Noel -
Hombre Lobo -
Noel -
¡Si hasta rima!
warsaw_79 -
Un besazo Noel!!
EKI -
j-vol -
EKI -
Tengo vagos pero gratos recuerdos de Herbie. Y la verdad, no estoy seguro de querer ver esta y que los suplanten imágenes tergiversadas. Creo que prefiero mantener la imagen de Herbie tal y como está.
Mientras tanto, me iré a machacar unos cuantos minotauros en el God of War.