La Lista - Marzo 2009
Seis cosas que realmente han cambiado mi vida este mes:
1. He tardado en dar el gran paso hacia Spotify, pero estoy encantado de haberlo hecho. Todo lo que se dice acerca de este portentoso programa de música en streaming es cierto (lo bueno, y lo malo, un poco, también). Lo más interesante es que te ayuda a descubrir cosas que no pensabas que existirían: por ejemplo, recuperando mi colección de los White Stripes he descubierto Electrostripes: An Electro Tribute to the White Stripes, que tiene sus altos y sus bajos, pero que como curiosidad para completistas no tiene precio. Además, Spotify me brinda la posibilidad de compartir con todos vosotros una playlist mensual en esta sección. ¡Es una situación en la que todos salimos ganando! Ahí va la primera, tan buena que tendrían que inventar un adjetivo para describirla de una manera ajustada (¿spotifytástica, quizás?). Por supuesto, tenéis que ser usuarios de este ingenio sueco para poder disfrutarla.
2. Ya me dan igual todas las decepciones cinematográficas que he sufrido este año, porque he visto Synecdoche, New York y, de repente, el resto de las películas han dejado de tener sentido para mí. Siento que Charlie Kaufman es el cineasta que mejor define mi generación, o que mejor me define a mí como espectador: el estreno de "Cómo ser John Malkovich" coincidió con el momento en que alcanzaba mi mayoría de edad como cinéfilo, en que empezaba a desarrollar algo parecido a un criterio. Kaufman es, por tanto, el primer ídolo que descubrí yo solito. No lo heredé de mis críticos de cabecera, tampoco accedí a él tardiamente. Siento que tdos los años de fe ciega que siguieron a esa sesión vespertina de "Malkovich" han culminado en su opera prima como director, una de esas escasas películas que pueden medirse con las obras de escritores posmodernos como Thomas Pynchon o David Foster Wallace. "Synecdoche, New York" es "La broma infinita" de Charlie Kaufman: un trabajo excesivo, radical, inabarcable, abrumador, obsesivo, triste, fascinante, inédito en su ambición y profundidad; un universo de ficción en el que uno se puede quedar a vivir (en este caso, literalmente). Las comparaciones con DFW no acaban ahí: Kaufman parece haber comprendido como él la clave del humor en Franz Kafka, estructurando su película en torno a una comicidad y un sentido del absurdo desoladores y profundamente trágicos. Resulta imposible pensar en una ficción tan rica como esta, que parece haber descifrado algunos de los secretos fundamentales sobre la vida, el arte y esa tierra extraña que hay entre medias.
3. El nuevo de los Yeah Yeah Yeahs se llama "It’s Blitz", pero que nadie espere una de las habituales descargas de energía eléctrica y gritos explosivos. De hecho, este es (paradójicamente) el disco más calmado del grupo. Eso no quiere decir que sea un mal trabajo, todo lo contrario: incluye la cancionzaca de esta temporada, "Zero", y un sonido genuinamente único. No es todo sintetizadores, como se ha dicho (se siguen escuchando guitarras eléctricas en muchos cortes), pero sí es cierto que los YYY han logrado dar ese salto mortal con mejores resultados que The Killers o Franz Ferdinand, por poner un ejemplo.
4. Estoy leyendo Monster Show. Una historia cultural del horror (Valdemar), una lectura tan adictiva que algunos pasajes llegan a provocar dependencia física. También es verdad que el autor no sabe o no quiere darle a su texto la coherencia necesaria para convertirlo en un viaje más o menos ordenado por la evolución del terror de masas durante el siglo XX, dedicando un número excesivo de páginas a temas que, en algún caso, merecerían poco más que una nota al pie. Pero cuando "Monster Show" es bueno, es jodidamente bueno: su crónica de la atracción vampírica que desarrolló la actriz Clara Bow hacia Bela Lugosi o su análisis del maquillaje del monstruo karloffiano en relación con las vanguardias de la época son extremadamente lúcidos. La única lástima es que Skal no haya escrito algún apéndice con la eclosión del terroe metalingüístico en los noventa o el fenómeno del torture porn a mediados de esta década.
5. "Lost", ¿eh? Qué decir sin spoilear más de la cuenta al espectador que no lleve la serie al día (¡vergüenza!). Quizá lo más interesante del momento en que nos encontramos ahora sea intentar dilucidar cómo demonios nos van a sacar de él los guionistas. O, dicho de otro modo, ¿cómo (y cuándo) van a reencontrarse Sun y Jin? Hemos llegado a un punto en que cualquier teoría sobre el futuro próximo de "Lost" se convierte en un mero balbuceo. Y es es bueno, muy bueno. Una de las cosas más divertidas de toda esta fiebre Dharma ha sido encontrarnos con el single de Jeromino Jackson en iTunes. Dentro de poco podemos comprar cerveza Dharma en el Vips.
6. Bueno, pues El Programa de Berto no estuvo mal, pero que me aspen si estuvo bien. Muy insuficiente para lo que prometía, pero sin llegar a los niveles de desastre y rotura del televidente que hemos sufrido en otras ocasiones. Además, hay razones para pensar que esto es solamente un primer esbozo de lo que el programa puede dar de sí: este momento musical fue gigantesco, con un Berto dándolo todo como el showman superdotado que es. Eso sí, se hace un poco raro que no le hayan puesto una mesa...
10 comentarios
Salanova -
Mazoyk -
En cualquier caso, no comprendo como la crítica no ha comprendido (en su más amplia mayoría) uno de los filmes más brillantes de la década.
Para visionar y revisar durante el resto de nuestras vidas...
Tino -
mini -
Noel -
¡Gracias, Fanshawe!
Fanshawe -
Tino -
Grom el Único -
http://www.youtube.com/watch?v=ORWnRZQA3ig
¡Qué grandes, por Dior!
Alvy Singer -
Alvy Singer -