A su salud
Esta noche, centenares de personas tienen previsto reunirse frente a la tumba de Edgar Allan Poe, en un acto que pretende celebrar el bicentenario del divino autor de "Annabel Lee". Sin embargo, hay alguien que ya lo ha hecho. Es más: si nos dejamos llevar por la leyenda, hay alguien que lleva haciéndolo todas las mañanas del 19 de enero desde 1949, es decir, desde el primer centenario del nacimiento de Poe. Es de suponer que los fastos de este año no habrán amendrentado al Poe Toaster, nombre con el que se conoce a la misteriosa figura masculina que, ataviada con un largo abrigo negro, deposita anualmente tres rosas rojas y una botella (medio vacía) de coñac a los pies de la lápida. A la espera de que algún medio se haga eco de los posibles avistamientos de este año (el Poe Toaster suele acudir a su cita a primera hora de la mañana), repasemos algunas de las claves de la leyenda.
La Edgar Allan Poe Society de Baltimore cree que han existido dos Toasters: el original estuvo en activo desde el 49 hasta 1998, año en que aparentemente falleció, no sin antes nombrar a un sucesor, su propio hijo, que es quien brinda a la salud de Poe actualmente. Todo esto se ha inferido a través de las notas que el primer Toaster solía dejar junto a sus ofrendas: así, en 1993, miembros de la EAP Society encontraron una frase ("La antorcha será pasada") que les llevó a pensar en una posible enfermedad. La nota de 1999 aclaraba del todo la historia: el firmante se identificaba como el hijo del primer Toaster, por lo que el legado familiar se encontraba en buenas manos. A partir de entonces, los muchos curiosos que afirman haber visto al misterioso brindador aseguran que se trata de alguien más joven. Pero esa no es la única señal de cambio: las notas dejadas por este nuevo Toaster suelen ser más específicas que las originales, lo que ha llevado a muchos a pensar que se trata de uno o varios impostores. Así, la nota de 2004 incluía una puya a Francia, algo que muchos amantes de Poe consideraron inapropiado y que, dos años después, provocó una reacción que estuvo a punto de acabar con la leyenda. La intervención de Jeff Jerome, encargado del Poe Museum, impidió in extremis que un grupo de aproximadamente sesenta personas atacara y desenmascarara al Toaster, mientras este se disponía a cumplir con su tradición anual. A partir de entonces, el tipo ha mostrado mucha más cautela en sus notas.
Si el Toaster deja todos los años tres rosas rojas (que supuestamente representan a Poe, a Virginia Clemm y a la madrastra de esta) en un cementerio de Baltimore, sería maravilloso que la librería madrileña Tres rosas amarillas convirtiera también en tradición el homenaje al autor que celebró el pasado sábado. Por desgracia, yo no pude acudir: ¿alguien fue y tiene a bien dejar sus impresiones en los comentarios? Si finalmente se convierte en nuestro Toast particular, prometo no faltar... nunca más.
4 comentarios
Noel -
Grom el Único -
http://www.firstshowing.net/2007/11/14/rumor-viggo-mortensen-is-stallones-edgar-allan-poe/
Que Stallone se centre en la que debe ser la Serie B definitiva ("The Expendables") y le deje los clásicos a los mayores.
Noel -
TITO GRAY -