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"Jarhead" y "Doom": Bienvenidos al Infierno

"Jarhead" y "Doom": Bienvenidos al Infierno

¿Existe una visión del Infierno más poética y contundente que la de un caballo cubierto de petróleo e iluminado por el fuego nocturno en mitad del desierto? En Jarhead, el tercer largometraje de Sam Mendes, no abundan las imágenes poéticas, pero sí las visiones del Infierno: esta narración hiperrealista de la experiencia de un marine repleto de dudas en la operación Tormenta del Desierto es una de las cintas bélicas más extremas y desoladoras que este bloggero ha visto hasta ahora, una representación casi beckettiana de un conflicto intangible que es incapaz de dejar a ningún espectador indiferente. Puede que Mendes haya completado con ella un atípica Trilogía Americana: "American Beauty" (en mi opinión, la más floja de las tres) era una comedia suburbial en la que no había nada demasiado divertido, "Camino a la Perdición" era una historia clásica de gángsters narrada por un niño y "Jarhead" es una película de guerra en la que (no le destripo nada a nadie si digo esto) no hay guerra. La odisea absurda que describe el narrador Anthony Swofford (interpretado por un sorprendente Jake Gyllenhaal) tiene como protagonistas a un grupo de jóvenes que se pasaron meses enteros caminando por el desierto, sin rumbo ni destino, esperando ansiosos el momento de entrar en un conflicto que, finalmente, no vieron mucho más de cerca que esos civiles que sintonizaban en sus casas la CNN.

Muchos críticos han querido ver "Jarhead" como una adaptación fallida del esquema de "La chaqueta metálica" a la Guerra del Golfo, pero las intenciones de ambos filmes son considerablemente diferentes: mientras que Kubrick contemplaba las patéticas no-aventuras de sus soldados desde arriba y con la mirada ultrarracional que siempre le caracterizó, Mendes se pone al mismo nivel de sus personajes, haciendo que nos sintamos parte del grupo, dejándonos solos en medio del desierto. Así, "Jarhead" es una película intencionadamente repetitiva, agobiante, desoladora, tediosa: si "Apocalypse Now" (película que Swofford y sus compañeros interpretan de manera catártica en una secuencia memorable) fue definida por su director como una experiencia análoga a la de combatir en Vietnam, Mendes parece querer transmitirnos lo mismo con este incómodo filme, más cerca de lo ultraexperimental que de una película bélica al uso. Y si el mensaje de "Jarhead" se nos antoja ambiguo y anticlimático es porque Mendes se ahorra los sermones: él simplemente nos reta a experimentar su película. Las conclusiones son cosa nuestra.

En una órbita ética y estética notablemente distinta, Doom comparte con "Jarhead" su visión del ejército y del conflicto como una experiencia límite por la que uno no puede pasar sin sufrir una transformación (física y psíquica) tras la que, definitivamente, dejará de ser el mismo. La diferencia es que esta adaptación del popular videojuego está lejos de poseer la densidad moral y la arriesgada narrativa del último trabajo de Sam Mendes: para entendernos, "Doom" no es una gran película, ni siquiera una película completamente satisfactoria para el fanático de cualquiera de los elementos que conjuga (el juego, la acción a raudales, la ciencia-ficción o, en mi caso, The Rock). Así, esta historia de mutaciones infernales efectuadas por científicos arrogantes no logra nunca que nos olvidemos de otras adaptaciones de temática similar (las dos partes de "Resident Evil", sin ir más lejos), además de perder el tiempo durante los primeros cuarenta minutos intentando que nos preocupemos por un grupo de personajes que sabemos a ciencia cierta que no tardarán en morir uno a uno. Sólo el tercer acto, ambientado en la Tierra y lleno de momentos realmente memorables (la secuencia narrada en visión subjetiva, la BFG, la transformación de The Rock, la pelea final) es capaz de convertir "Doom" en un placer culpable bastante digno, pero definitivamente insatisfactorio. Lo que sí le queda claro al espectador de ambas películas es que la guerra, ya sea en el desierto árabe o en un planeta lejano, no es lo más parecido al Infierno que podemos imaginar: es el Infierno.

11 comentarios

John Trent -

Saludos. Tengo muchas ganas de ver Jarhead. American beauty me parece una obra maestra y Camino a la perdicion es interesante. Lo que esta claro es que esta vision de un conflicto belico que nos propone Mendes puede ser de lo mas curioso.

La-Ruina -

¡OH, YEAH!

Javi -

Me gustó "American Beauty" (no es la crítica devastadora que nos quisieron vender, pero aún hoy me parece muy buena peli), me gustó "Camino a la Perdición" (algunas de las mejores escenas de los últimos años) y me estoy muriendo de ganas (aún más tras leer tu crítica) de ver "Jarhead", que por lo que cuentas no creo que me decepcione.

Suda -

A mi AMERICAN BEAUTY me dejó clavado al asiento, conmovido absolutamente, y CAMINO A LA PERDICION me parece a la altura de clasicazos del genero, con la mega secuencia del tiroteo bajo la lluvia...
JARHEAD me ha decepcionado en la misma medida que a sus protagonistas les decepciona la guerra: NO HAY GUERRA. Hay tipos perdidos en medio de la nada deseando batallar y eso no es una película bélica al uso. Lo tiene a huevo para explorar en la poesía visual porque estéticamente el desierto y la quemazón dan mucho juego, pero para mi gusto cae un poco en lo obvio. Tanto que esperaba el momento final \"REFLEXIÓN MIRANDO AL INFINITO\" que ya metió Mendes en sus dos anteriores películas.
Las referencias al cine bélico y su autoconsciencia de peli de guerra-quiero-y-no-puedo si me ha ganado; así como el REDONDO Gyllenhal.
Lo peor del doblaje: EL CHICANO Y EL CUBANO. Imperdonable.

Yo la recomiendo, muy por encima de la media a mi parecer, sin ser una obra maestra.

Giuseppe Tangana -

te has metido caña en los cines eh. yo queria ver jarhead pero no estaba en mi multisala habitual asi que me decidi por ver a charlize theron en cuero negro

vere jarhead y más leyendo la reseña

REFO -


A mí de DOOM me encantó la secuencia en la que reproducen el punto de vista del juego, mareante, eficaz, grande... Por lo demás, la peli es tan previsible como inocua. Se deja ver para olvidarse segundos después de haberla visto.

forfy -

Pese a todo lo malo que han dicho de ella, leyendo tu reseña me han entrado muchas ganas de ver Jarhead. Camino a la perdición me parece un peliculón, la escena en la que Paul Newman y Tom Hanks tocan el piano es oro puro. Falla alguna cosa para que sea perfecta pero me encanto. Sam Mendes tiene que prodigarse mas. Y de Doom decir que tengo ganas de verla por The Rock. Tiene que ser eso, un placer culpable, esperemos que mas digno que Resident Evil, por ejemplo.

EKI -

Yo estoy con Mycroft, Camino a la perdición no me acabó de convencer tanto. En fin, que Jarhead caerá y que Doom ya ha caído, así que habré tenido mi pequeña ración de infierno por este mes de enero.

Noel -

Borja: Lo del doblaje no lo sé, porque yo la vi en pase de prensa y, por tanto, en V.O. Me temo que el que peor parado habrá salido será Jamie Foxx, aunque la voz en off de Gyllenhaal también corre peligro.

Mycoft: A mí "Camino a la Perdición" me pareció muy conmovedora, sobre todo por ESE Paul Newman. El cuidado formalismo de Mendes en aquella película es totalmente opuesto a las tomas cortas con cámara en mano de "Jarhead".

Mycroft -

Camino a la Perdición me parece a mi la más floja que american beauty...pero soy un tipo raro...me han entrado ganas de ver esta peli que recomienda...muchas ganas.Y Jake Gyllenhaal como siga dando sorpresas va a dar que hablar...

Borja -

El único camino que tiene que seguir Sam Mendes es arriesgar... y parece que aquí lo ha hecho! Tan extraña y anticomercial le ha quedado?

Y qué tal el doblaje? Porque las pelis ultrarrealistas pierden muchísimo si no se ven en versión original...