Telecomedias que merecen la pena: "The Office"
Vamos a dejar clara una cosa desde el principio: ahora mismo resulta imposible concebir una telecomedia mejor que "The Office". No solo lo digo yo, sino también David Letterman, Moby, Richard Curtis, Jason ("Arrested Development") Bateman, Ben Stiller y Will Ferrell. Entre otros. La serie creada por Stephen Merchant y el inigualable Ricky Gervais es tan inteligente, audaz y compacta como en su día lo fue el "Monty Python's Flying Circus", aunque la comicidad de ambos programas no podía ser más diferente. Más cerca de la misantropía de Todd Solondz que del buenrollismo de "Friends", "The Office" le proporciona al espectador risas que saben como una patada en plena boca, carcajadas que se congelan en la garganta y momentos en los que no sabrá si sonreír o llorar. Sí, esta serie es así de buena.
Adoptando la estética (y la ética) de falso documental que acuñaron Christopher Guest y compañía en la clásica "This Is Spinal Tap", "The Office" narra (con intención casi antropológica y una sutilidad impensable en la comedia española) el día a día en una gris oficina de extrarradio que está siendo grabada por equipos de la BBC para un futuro reality show sobre la vida en las oficinas. Todo esto implica un estilo seco y desaliñado que nada tiene que ver con los decorados de color pastel a los que estamos acostumbrados: las constantes meteduras de pata y humillaciones de sus personajes no están narradas con el estilo ligero de una telecomedia al uso, sino con el inclemente hiperrealismo de un documental. En "The Office" las risas duelen, y no solo por las toneladas de crueldad que destilan sus creadores en cada guión, sino porque está protagonizada con unos personajes que de verdad nos importan, más que nada porque nos reconocemos en ellos. En ese sentido, David Brent (interpretado por el propio Gervais) es uno de los mayores mitos televisivos de la tele del nuevo milenio: quintaesencial ejemplo del jefe-que-es-tu-amigo-antes-que-tu-jefe, Brent sufre una marcada atrofia de la autopercepción que le lleva a pensar en sí mismo como un líder carismático absolutamente imprescindible para sus empleados... mientras que estos no dejan de verle como un pringado más de la oficina. Además, David se considera un auténtico hombre del Renacimiento, un tipo capaz de hacer bien todo lo que se proponga (ya sea dirigir una empresa con mano firme y buen humor, hablar en público, contar chistes o componer música). La sublime interpretación de Gervais hace de David Brent un personaje por el que se llega a tener cariño a pesar de todo, y es que esa es la grandeza de esta serie.
"The Office" es tu abuela cayéndose por la escalera mientras a ti te entra un incontenible ataque de risa, es una oda al fracaso vital, es todas las veces que has contado un chiste del que nadie se ha reído, es una comedia triste (o un drama gracioso) protagonizado por tipos como nosotros, o sea, por perdedores irremediables. Es posible que soñemos con ser como los protagonistas de "Friends", pero lo cierto es que siempre seremos como ese David Brent suplicando a sus superiores que no le despidan mientras lanza miradas furtivas a la cámara, o como ese Tim Canterbury (Martin Freeman) buscando su zapato por un descampado en el día de su cumpleaños.
* "The Office" está disponible en DVD (Zona 2 - UK). Consta de dos temporadas de seis episodios cada una, más dos especiales de navidad absolutamente imprescindibles.
Adoptando la estética (y la ética) de falso documental que acuñaron Christopher Guest y compañía en la clásica "This Is Spinal Tap", "The Office" narra (con intención casi antropológica y una sutilidad impensable en la comedia española) el día a día en una gris oficina de extrarradio que está siendo grabada por equipos de la BBC para un futuro reality show sobre la vida en las oficinas. Todo esto implica un estilo seco y desaliñado que nada tiene que ver con los decorados de color pastel a los que estamos acostumbrados: las constantes meteduras de pata y humillaciones de sus personajes no están narradas con el estilo ligero de una telecomedia al uso, sino con el inclemente hiperrealismo de un documental. En "The Office" las risas duelen, y no solo por las toneladas de crueldad que destilan sus creadores en cada guión, sino porque está protagonizada con unos personajes que de verdad nos importan, más que nada porque nos reconocemos en ellos. En ese sentido, David Brent (interpretado por el propio Gervais) es uno de los mayores mitos televisivos de la tele del nuevo milenio: quintaesencial ejemplo del jefe-que-es-tu-amigo-antes-que-tu-jefe, Brent sufre una marcada atrofia de la autopercepción que le lleva a pensar en sí mismo como un líder carismático absolutamente imprescindible para sus empleados... mientras que estos no dejan de verle como un pringado más de la oficina. Además, David se considera un auténtico hombre del Renacimiento, un tipo capaz de hacer bien todo lo que se proponga (ya sea dirigir una empresa con mano firme y buen humor, hablar en público, contar chistes o componer música). La sublime interpretación de Gervais hace de David Brent un personaje por el que se llega a tener cariño a pesar de todo, y es que esa es la grandeza de esta serie.
"The Office" es tu abuela cayéndose por la escalera mientras a ti te entra un incontenible ataque de risa, es una oda al fracaso vital, es todas las veces que has contado un chiste del que nadie se ha reído, es una comedia triste (o un drama gracioso) protagonizado por tipos como nosotros, o sea, por perdedores irremediables. Es posible que soñemos con ser como los protagonistas de "Friends", pero lo cierto es que siempre seremos como ese David Brent suplicando a sus superiores que no le despidan mientras lanza miradas furtivas a la cámara, o como ese Tim Canterbury (Martin Freeman) buscando su zapato por un descampado en el día de su cumpleaños.
* "The Office" está disponible en DVD (Zona 2 - UK). Consta de dos temporadas de seis episodios cada una, más dos especiales de navidad absolutamente imprescindibles.
5 comentarios
Sunes -
Señor Toldo -
Noel -
Dani: Está. Doy fe de que está.
Dani Lebowski -
Sunes -
Un saludo y gracias por recordar lo buena que es.