El retorno de Gordon Freeman
Cuando, en 1999, Sierra sacaba al mercado su "Half-Life" con la convicción de quien sabe que va a dejar huella, los videojuegos de acción en primera persona no habían superado del todo su complejo de "Doom". En otras palabras: aún no se había producido el salto evolutivo que consolidara a este simpático subgénero al Olimpo de los juegos en red. "Half-Life" apareció en el momento preciso y supuso una verdadera revolución: dotó de dinamismo a un género que se estaba convirtiendo un aburrido y repetitivo "pasapantallas", nos hizo encarnar al primer protagonista de un "shoot'em up" con verdadero carisma y personalidad, nos introdujo en medio de una trabajadísma trama que eludía la fragmentación en episodios para convertirse en una pesadilla fluida e ininterrumpida, puso a nuestra disposición armas verdaderamente innovadoras y remató la faena con un final sorpresa digno de un episodio de "En los límites de la realidad".
Como era de esperar, a "Half-Life" le sucedieron un montón de plagios más o menos confesos, pero todos insuficientes (aún recuerdo ese patético "Gunman", o como se llamara), que dejaron clara una cosa: la aventura interdimensional de Gordon Freeman es, probablemente, lo más lejos que puede llegar un "shoot'em up". Ni el "Undying" guionizado por Clive Barker ni el "Counter Strike" (por citar dos de sus derivados más logrados) consiguieron superar el reto, en un contexto que se empezaba a parecer mucho al panorama del cómic de superhéroes en los años inmediatamente posteriores a la publicación de las obras maestras de Alan Moore y Frank Miller (ya sabéis cuáles son...).
En esta tesitura, Sierra se encuentra ultimando la segunda parte de "Half-Life", el único juego (a priori) capaz de superar las excelencias de su predecesor. Los fans de todo el mundo se muerden las uñas de impaciencia ante lo que puede ser una nueva obra maestra o una decepción similar a la que causaron las secuelas de "Matrix" hace un año. Al igual que sucedió con las pelis de los Wachowski, la campaña previa al lanzamiento ha creado tales espectativas que la única manera de cubrirlas sería que el juego incluyera un tema musical inédito cantado a dúo por Bob Dylan y Jim Morrison, con Hendrix a la guitarra. ¿Exagero? Quizás, pero dudo que ningún juego pueda estar a la altura de las promesas que nos ofrecen desde páginas como esta de aquí. Me gustaría ser optimista, pero un videojuego que tiene 9.650.000 resultados en Google meses antes de ser publicado tiene todas la papeletas para ser un 'hype' en toda regla.
Como era de esperar, a "Half-Life" le sucedieron un montón de plagios más o menos confesos, pero todos insuficientes (aún recuerdo ese patético "Gunman", o como se llamara), que dejaron clara una cosa: la aventura interdimensional de Gordon Freeman es, probablemente, lo más lejos que puede llegar un "shoot'em up". Ni el "Undying" guionizado por Clive Barker ni el "Counter Strike" (por citar dos de sus derivados más logrados) consiguieron superar el reto, en un contexto que se empezaba a parecer mucho al panorama del cómic de superhéroes en los años inmediatamente posteriores a la publicación de las obras maestras de Alan Moore y Frank Miller (ya sabéis cuáles son...).
En esta tesitura, Sierra se encuentra ultimando la segunda parte de "Half-Life", el único juego (a priori) capaz de superar las excelencias de su predecesor. Los fans de todo el mundo se muerden las uñas de impaciencia ante lo que puede ser una nueva obra maestra o una decepción similar a la que causaron las secuelas de "Matrix" hace un año. Al igual que sucedió con las pelis de los Wachowski, la campaña previa al lanzamiento ha creado tales espectativas que la única manera de cubrirlas sería que el juego incluyera un tema musical inédito cantado a dúo por Bob Dylan y Jim Morrison, con Hendrix a la guitarra. ¿Exagero? Quizás, pero dudo que ningún juego pueda estar a la altura de las promesas que nos ofrecen desde páginas como esta de aquí. Me gustaría ser optimista, pero un videojuego que tiene 9.650.000 resultados en Google meses antes de ser publicado tiene todas la papeletas para ser un 'hype' en toda regla.
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