Él es la Ley
A punto de cumplir treinta años, la mítica revista 2000 AD es ya algo más que una parte fundamental de la historia del cómic británico. Su evolución se puede medir a través de la evolución de su buque insignia, el Juez Dredd, símbolo de toda una manera de entender la historieta de ciencia-ficción, que lleva mutando desde 1977 para, en el fondo, seguir siendo el mismo. Ahora, gracias a la recién nacida editorial Kraken, nos llega el primer volumen recopilatorio de los archivos de Dredd, la mejor manera de conocer los primeros pasos del personaje: para el neófito, se trata de una oportunidad única engancharse al Juez en riguroso orden cronológico; para el fan, puede suponer el descubrimiento de una faceta suya que quizá no conocían.
Es sorprendente descubrir la candidez que destilan las primeras historias del Juez: pese a que la creación de John Wagner y Carlos Ezquerra siempre fue concebida como una ácida sátira político-social, el Dredd de los comienzos destila un sentido del humor mucho más transparente y accesible que el que exhibiría a partir de mediados de los 80. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que estos primeros programas (por utilizar la terminología de la revista) sean peores: todas y cada una de las historias que componen este fabuloso recopilatorio son una auténtica gozada para el lector, que muy pronto se verá incapaz de abandonar Mega-City Uno antes de llegar a la última página del tomo. Como muy bien dice Wagner en el prólogo, el secreto está en ambigüedad: Dredd no es un héroe ni un villano absoluto, y ya en estas primeras historietas comenzaba a colocar a sus seguidores en un dilema moral algo complicado. Tomemos como ejemplo el arco argumental de las Guerras Robot. que ocupa buena parte de este primer recopilatorio: es casi imposible no simpatizar con los autómatas que se rebelan contra unos humanos que prácticamente los mantienen como esclavos, pero, cuando el líder robot se siente alagado al oír que lo comparan con Adolf Hitler, el lector comprende que las cosas no son tan sencillas en Mega-City. ¿Y qué hay de Dredd? ¿Es un fascista descerebrado ("La democracia no es para el pueblo")? ¿Un héroe trágico? ¿Una metáfora social? ¿Una parodia del superhéroe tradicional? Es probable que sea todas esas cosas y, al mismo tiempo, no sea ninguna. Eso es precisamente lo que le permite seguir vigente hoy en día: sea lo que sea, está claro que Dredd es la metonimia de una revista de cómics que nos hace sentir un poco menos tontos cada vez que la leemos.
11 comentarios
Mycroft -
morri -
Siguiendo tu recomendación me compré el comic de Herminio Bolaextra, hace ya tiempo que lo dijiste, pero yo me tomo mi tiempo para decidir mis gastos xDDD Y me ha encantado, lo que me compré el de como convertirse en un hijo de puta.
También me compré el cómic de V de Vendetta y estoy en ello. Y oh, me gustan ambas cosas, peli y comic! Aunque haya muchas cosas que han cambiado no sé si para bien o para mal en la peli porque aun no he acabado el cómic.
Y ahora me entran ganas irrefrenables de comprarme el juez dredd, no puede ser XDDD
freddyvoorhees -
Noel -
Hombre Lobo -
Saludos navideños por acá.
Jesse Custer -
JM Heras -
Noel, te dejaste el Boy Genius. Recuérdamelo para la próxima.
freddyvoorhees -
Andres G. Mendoza -
Tones -
Es maravilloso.
Alvy Singer -