Bitácoras se escribe con Z
Hola a todos: ya estoy aquí. ¿Qué tal la temporada navideña? ¿Bien? ¿Mal? ¿Una época agotadora y no muy provechosa? ¿Una invitación al suicidio? Sea como fuere, ya (casi) se ha acabado, así que ánimo para superar lo que se nos viene encima a partir de ahora... Sé que había dicho por ahí abajo que el primer post del año iba a ser el último post de la miniserie "Navidades heladeras", pero creo que no voy a poder mantener mi palabra, más que nada porque me parece una tontería recomendar regalos el día de la noche de Reyes, cuando se supone que todo el mundo: a) los tiene ya comprados y escondidos en lugar seguro; b) recibió lo suyo el 25 de diciembre; y c) va a evitar leer el post por las razones anteriores. El caso es que había pensado hacer tres recomendaciones de última hora, de esas que se pueden comprar en la tienda 24 horas más cercana, porque no tenía mucho sentido enlazar artículos de importación el día 5 de enero. La lista de sugerencias, por si a alguien le interesa, debería haber sido la siguiente: el libro Lo esencial de... Ed Wood. Platillos volantes y jerseys de angora, la película Agárrame esos fantasmas en edición de lujo y el disco Working Class Hero - The Definitive Lennon. Demos, pues, por terminada esta minisección.
Una de las (no demasiadas) cosas fantásticas que me han ocurrido en este pequeño paréntesis blogero ha sido, sin duda, el honor y el placer de haber sido incluido en la sensacional iniciativa Bizácoras, un directorio de bitácoras subculturales que pretende demostrar que, efectivamente, la blogosfera de habla hispana no sólo se compone de posts que empiezan por la frase Hoy creo que me ha mirado y contienen fotos de conocidos del autor a las puertas de una intoxicación etílica. O sea, que yo no podría estar entusiasmado: Bizácoras no solamente es una de las mejores cosas que la han ocurrido a la Dimensión Blog en mucho tiempo, sino que también es el principio de algo que dará mucho que hablar. Yo, personalmente, estoy deseando que esto empiece.
Para terminar, os quería hablar de la canción que más se ha escuchado en mi casa durante todo este ajetreado inicio de 2006: "(Don’t Fear) The Reaper", el tema más emblemático de Blue Öyster Cult. La razón es un poco extravagante: no es que me haya dado por el rock de los 70, sino que la oigo porque me recuerda a uno de los mejores sketches del "Saturday Night Live" de los últimos, no sé, siete años. Se trata de una parodia del programa "Behind The Music" emitida en abril de 2000 y conocida popularmente como More Cowbell: si realmente valoráis lo que es tener en un mismo plano a leyendas vivas del mundo de la actuación como Will Ferrell, Christopher Walken (como artista invitado) y Jimmy Fallon, lo más probable es que ya hayáis pinchado el enlace de arriba. Esta descacharrante recreación de las sesiones de grabación de "(Don’t Fear) The Reaper" es considerada ya un fenómeno de masas por toda la comunidad internáutica, y la frase que le da título podría competir con la antológica Dos ratones. Caen en un cubo... por el galardón de Frase Más Mítica que Jamás Haya Salido de la Boca de Walken. De hecho, creo sinceramente que el cencerro es un instrumento musical muy minusvalorado, pese a que esta lista de canciones cencerriles intente demostrarme lo contrario. El mundo de la música necesita, efectivamente, más cencerro: ¿os imagináis el "Hung Up" de Madonna con un sampler de cencerros? ¿O lo mucho que mejoraría el insoportable Michael Bublé si alguien tocara un cencerro a su lado? ¿O, qué demonios, un Cowbell Remix de los grandes éxitos de Michael Jackson? En las inmortales palabras de Bruce Dickinson, Guess what? I got a fever. And the only prescription... is more cowbell!
Ah, qué bueno es estar de vuelta...
2 comentarios
kalimero -
Y si, bizácoras es una idea cojonuda.
Saludos.
Sunes -
La idea de bizácoras me parece estupenda. Se necesitaba un directorio de este tipo que ordenara todo un poquito.
Saludos!