Las muertes de Dumbledore
Al final Ellos van a tener razón: la Red está haciendo mucho daño a la creación intelectual y a los productos de consumo masivo. No me refiero a la piratería (eso es, definitivamente, otro cantar), sino a los spoilers del Diablo, a los malditos foreros destripafinales y a las demás consecuencias perversas de las mal llamadas autopistas de la información. El último caso es especialmente doloroso, al menos para mí: como todos sabemos, quedan escasos días para que todos nos retratemos en las librerías con el objetivo de hacernos con el sexto libro de "Harry Potter" en su idioma original, y todo parece indicar que lo haremos sabiendo de antemano quién morirá al final. Y lo peor de todo es que no nos acabamos de enterar, sino que ya llevamos un mes temiendo que la historia de Bungay sea verdad, por lo que la más que probable muerte de Albus Dumbledore es ya un secreto a voces. Claro que aún queda la posibilidad de que todo sea mentira y el finado sea otro, pero en ese caso tampoco tardaremos mucho en leer por ahí un post con un título como este: ¡¡ROWLING NO SE CARGA A DUMBLEDORE, SINO A (insertar nombre aquí)!!
En fin, que cuando a uno le destrozan de mala manera un libro que lleva tanto tiempo esperando, lo único que puede hacer es tomárselo con humor. Eso es precisamente lo que han hecho en The Guardian, que han organizado un concurso consistente en relatar la muerte de Dumbledore a la manera de otro escritor (cuanto más alejado del estilo de J.K. Rowling, mejor que mejor). A mí me gustan especialmente la versión Douglas Adams, la versión Dr. Seuss y la versión James Joyce (el tipo que escribió la versión Chuck Palahniuk andaba un tanto desnortado), pero he echado en falta una versión David Foster Wallace. Sería algo más o menos así:
LA MUERTE DE DUMBLEDORE SEGÚN D.F. WALLACE:
La Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería tiene una capacidad reconocida para ciento cuarenta y ocho aprendices de mago -de los cuales ochenta deben ser varones-, pero en primavera de este año la realidad es que hay una población de noventa y cinco estudiantes de pago y cuarenta y uno becados, es decir, ciento treinta y seis, de los cuales setenta y dos son chicas, lo cual por alguna razón significa que, si bien hay lugar para cuatro aprendices de mago júnior más (preferiblemente de pago), idealmente tendría que haber dieciséis varones más de los que hay, lo que significa que Albus Dumbledore necesita cubrir doce plazas disponibles con varones, y además no le importaría (según se rumorea) que media docena de las mejores chicas se fueran antes de acceder a los exámenes finales, simplemente porque alojar a más de sesenta y ocho chicas significa poner a algunas en los dormitorios para varones de las residencias comunes(*), lo cual crea tensiones y problemas de permisos y de padres conservadores, dado que los labavos mixtos no son muy buena idea con todas esas glándulas adolescentes chisporroteando por toda la escuela.
Si esto fuera un relato metanarrativo -que no lo es, ya que se trata de la sexta entrega de una saga popular de literatura para todos los públicos que, no obstante, no rechaza pulsar algunas teclas de referencialidad o simbolismo, además de contener un importante subtexto capaz de estimular al lector adulto pero que, en ningún caso, se puede confundir con metalenguaje, ya que eso supondría un suicidio a nivel de ventas, y lo que es más importante, una injustificada salida de tono que atentaría contra la tónica general de la saga y que pondría a su autora contra las cuerdas de la mitología que ella misma ha creado-, llegados a este punto se mencionaría el número de líneas que contiene el párrafo de arriba, perteneciente al monólogo interior que Dumbledore mantenía mientras paseaba de noche por los jardines de Hogwarts, cerca del Sauce Boxeador(**). En ese caso, se le diría al confundido lector infantil y al perplejo lector adulto que el párrafo anterior contiene 189 palabras, 11 líneas y 1.133 caracteres con espacios; y que ese cúmulo de palabras, signos de puntuación y espacios son en realidad lo último que pasó por la cabeza del mago antes de ser asesinado por uno de sus mayores enemigos(***). Lo que ocurriría en el hipotético caso de que la autora realizara esa maniobra metanarrativa es que la implicación emocional del lector con un acontecimiento tan devastador para la saga como la muerte de Albus Dumbledore se convertiría en un ejercicio distanciador, en un metafórico grito de ¡Mira, mamá, sin manos! que no tendría ningún sentido y que, por tanto, no se realizará bajo ningún concepto.
Y he aquí lo que hizo Dumbledore.
(*) En estos momentos, Griffindor tiene un porcentaje varones-hembras bastante preocupante, lo cual ha llevado a muchos familiares bastante conservadores (por ejemplo, los de Neville Longbottom) a preguntarse si es correcto que un niño ya de por sí problemático se eduque en un ambiente dominado por unas niñas que, en el caso de Griffindor, parecen tener una clara tendencia a la pedantería y a destacar por encima de sus compañeros masculinos.
(**) Ver "Harry Potter y la Cámara Secreta" (libro y película) y "Harry Potter y el prisionero de Azkabán" (libro y película).
(***) Se desconocen los detalles.
En fin, que cuando a uno le destrozan de mala manera un libro que lleva tanto tiempo esperando, lo único que puede hacer es tomárselo con humor. Eso es precisamente lo que han hecho en The Guardian, que han organizado un concurso consistente en relatar la muerte de Dumbledore a la manera de otro escritor (cuanto más alejado del estilo de J.K. Rowling, mejor que mejor). A mí me gustan especialmente la versión Douglas Adams, la versión Dr. Seuss y la versión James Joyce (el tipo que escribió la versión Chuck Palahniuk andaba un tanto desnortado), pero he echado en falta una versión David Foster Wallace. Sería algo más o menos así:
LA MUERTE DE DUMBLEDORE SEGÚN D.F. WALLACE:
La Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería tiene una capacidad reconocida para ciento cuarenta y ocho aprendices de mago -de los cuales ochenta deben ser varones-, pero en primavera de este año la realidad es que hay una población de noventa y cinco estudiantes de pago y cuarenta y uno becados, es decir, ciento treinta y seis, de los cuales setenta y dos son chicas, lo cual por alguna razón significa que, si bien hay lugar para cuatro aprendices de mago júnior más (preferiblemente de pago), idealmente tendría que haber dieciséis varones más de los que hay, lo que significa que Albus Dumbledore necesita cubrir doce plazas disponibles con varones, y además no le importaría (según se rumorea) que media docena de las mejores chicas se fueran antes de acceder a los exámenes finales, simplemente porque alojar a más de sesenta y ocho chicas significa poner a algunas en los dormitorios para varones de las residencias comunes(*), lo cual crea tensiones y problemas de permisos y de padres conservadores, dado que los labavos mixtos no son muy buena idea con todas esas glándulas adolescentes chisporroteando por toda la escuela.
Si esto fuera un relato metanarrativo -que no lo es, ya que se trata de la sexta entrega de una saga popular de literatura para todos los públicos que, no obstante, no rechaza pulsar algunas teclas de referencialidad o simbolismo, además de contener un importante subtexto capaz de estimular al lector adulto pero que, en ningún caso, se puede confundir con metalenguaje, ya que eso supondría un suicidio a nivel de ventas, y lo que es más importante, una injustificada salida de tono que atentaría contra la tónica general de la saga y que pondría a su autora contra las cuerdas de la mitología que ella misma ha creado-, llegados a este punto se mencionaría el número de líneas que contiene el párrafo de arriba, perteneciente al monólogo interior que Dumbledore mantenía mientras paseaba de noche por los jardines de Hogwarts, cerca del Sauce Boxeador(**). En ese caso, se le diría al confundido lector infantil y al perplejo lector adulto que el párrafo anterior contiene 189 palabras, 11 líneas y 1.133 caracteres con espacios; y que ese cúmulo de palabras, signos de puntuación y espacios son en realidad lo último que pasó por la cabeza del mago antes de ser asesinado por uno de sus mayores enemigos(***). Lo que ocurriría en el hipotético caso de que la autora realizara esa maniobra metanarrativa es que la implicación emocional del lector con un acontecimiento tan devastador para la saga como la muerte de Albus Dumbledore se convertiría en un ejercicio distanciador, en un metafórico grito de ¡Mira, mamá, sin manos! que no tendría ningún sentido y que, por tanto, no se realizará bajo ningún concepto.
Y he aquí lo que hizo Dumbledore.
(*) En estos momentos, Griffindor tiene un porcentaje varones-hembras bastante preocupante, lo cual ha llevado a muchos familiares bastante conservadores (por ejemplo, los de Neville Longbottom) a preguntarse si es correcto que un niño ya de por sí problemático se eduque en un ambiente dominado por unas niñas que, en el caso de Griffindor, parecen tener una clara tendencia a la pedantería y a destacar por encima de sus compañeros masculinos.
(**) Ver "Harry Potter y la Cámara Secreta" (libro y película) y "Harry Potter y el prisionero de Azkabán" (libro y película).
(***) Se desconocen los detalles.
12 comentarios
Anónimo -
juanry porrez -
camila -
sera muxo mas dificil detener a voldemort pero se confia en q harry lograra encontrar los horcruxes(almas del señor oscuro repartidos por lugares importantes para el)y darle muert al ultimo horcrux el mismo cuerpo de tom riddle.
para los q no han leido el libro no adelanto mas para q si lo hagan.
si quieren saber la pag de dond lo lei escribanme a cami_29_14@hot... y les repondere con muxo gusto
EKI -
XDXDXD
Noel -
EKI -
Noel -
EKI -
Noel -
Javi: Blogia es muy fácil y rápido de manejar, una gozada para los que no estamos muy versados en informática. De todos modos, tiene el problema de que a veces el servidor se colapsa o los blogs no funcionan, aunque parece que últimamente pasa con menos frecuencia. Ah, y a ver si te animas, que esto de los blogs es tremendamente satisfactorio.
Dani Lebowski: Jejejeje. Yo debo de ser una de las cuatro personas no norteamericanas que vio "El Sexto Sentido" sin saber el final. Quizá por eso me gustó tanto.
Dani Lebowski -
Malditos spoilers...
Javi -
PD.- Ahora que tengo tiempo estoy pensando en hacerme un blog, ¿es recomendable blogia para mentes nulas como la mía o es difícil de manejar?
Dr Zito -