Hunter S. Thompson: 1937 (o quizá 1939) - 2005
Hunter S. Thompson, padre del periodismo gonzo y escritor contracultural, se disparó en la cabeza ayer por la noche en su casa de Woody Creek, a la edad de 67 años (según afirma su familia). El cuerpo fue descubierto por su hijo Juan, mientras que el sheriff Bob Braudis (amigo personal de Thompson) confirmó la muerte. Nadie tiene ni idea de por qué el Dr. Thompson decidió poner fin a su vida de una manera tan abrupta, pero nadie puede negar tampoco que no se esperara una cosa así de un tipo como él.
Nacido un 18 de julio de 1937 (aunque a él le gustara decir que fue en el 39) en Luoisville, Kentucky, el Dr. Thompson estudió Periodismo en la universidad de su estado natal, se alistó en el ejército para escapar de la cárcel, se fue el Caribe como corresponsal de la revista "Time" e informó de multitud de atentados, secuestros y golpes de estado ocurridos en toda Sudamérica (donde viajaba por cortesía del "New York Herald Tribune"). De vuelta en Estados Unidos, Thompson empezó a trabajar como periodista deportivo, pero muy pronto se pasó al columnismo político en "Playboy" y "Rolling Stone": su incendiaria cobertura de la campaña presidencial de 1972 fue al mismo tiempo su pasaporte a la fama y la forja de un nuevo estilo periodístico, el gonzo, que aún necesitaría varias sustancias alucinógenas para acabar de consagrarse.
El periodismo gonzo no es simplemente un mal viaje literario, sino que coloca al periodista en el centro de la acción: como catalizador de acontecimientos y no como un mero observador. La obra maestra del Doctor (y del gonzo) es, sin ningún género de dudas, su novela-reportaje "Miedo y asco en Las Vegas" (1971). Lisérgica, mesmérica, extrema e inagotable, esta es la obra por la que Thompson será recordado; aunque hubo muchas más: "Los Ángeles del Infierno", "The Rum Diary", "Better Than Sex", "Generation of Swine"... En todas ellas, el Dr. Thompson dejaba una parte muy importante de su personalidad, es decir, que se dejaba la piel en su búsqueda del Sueño Americano: sus reportajes para "Rolling Stone", ilustrados por Garry Trudeau, son una gran prueba de ello. De hecho, "Miedo y asco..." está compuesta por una colección de estos reportajes, donde el Doctor se creó un alter ego (Raoul Duke) que viajaba a la Capital del Pecado para no parar de viajar. De todos modos, sus excesos con las drogas eran una metáfora de los excesos de su país y el presidente Nixon, pero eso ya nos lo sabemos todos de memoria.
¿Y dónde estará Hunter S. Thompson ahora? A mí me gustaría pensar que en una autopista hacia el cielo, subido en el Gran Tiburón Rojo, contento y feliz, consciente de que el camino del exceso es un atajo hacia la sabiduría. O algo así.
Nacido un 18 de julio de 1937 (aunque a él le gustara decir que fue en el 39) en Luoisville, Kentucky, el Dr. Thompson estudió Periodismo en la universidad de su estado natal, se alistó en el ejército para escapar de la cárcel, se fue el Caribe como corresponsal de la revista "Time" e informó de multitud de atentados, secuestros y golpes de estado ocurridos en toda Sudamérica (donde viajaba por cortesía del "New York Herald Tribune"). De vuelta en Estados Unidos, Thompson empezó a trabajar como periodista deportivo, pero muy pronto se pasó al columnismo político en "Playboy" y "Rolling Stone": su incendiaria cobertura de la campaña presidencial de 1972 fue al mismo tiempo su pasaporte a la fama y la forja de un nuevo estilo periodístico, el gonzo, que aún necesitaría varias sustancias alucinógenas para acabar de consagrarse.
El periodismo gonzo no es simplemente un mal viaje literario, sino que coloca al periodista en el centro de la acción: como catalizador de acontecimientos y no como un mero observador. La obra maestra del Doctor (y del gonzo) es, sin ningún género de dudas, su novela-reportaje "Miedo y asco en Las Vegas" (1971). Lisérgica, mesmérica, extrema e inagotable, esta es la obra por la que Thompson será recordado; aunque hubo muchas más: "Los Ángeles del Infierno", "The Rum Diary", "Better Than Sex", "Generation of Swine"... En todas ellas, el Dr. Thompson dejaba una parte muy importante de su personalidad, es decir, que se dejaba la piel en su búsqueda del Sueño Americano: sus reportajes para "Rolling Stone", ilustrados por Garry Trudeau, son una gran prueba de ello. De hecho, "Miedo y asco..." está compuesta por una colección de estos reportajes, donde el Doctor se creó un alter ego (Raoul Duke) que viajaba a la Capital del Pecado para no parar de viajar. De todos modos, sus excesos con las drogas eran una metáfora de los excesos de su país y el presidente Nixon, pero eso ya nos lo sabemos todos de memoria.
¿Y dónde estará Hunter S. Thompson ahora? A mí me gustaría pensar que en una autopista hacia el cielo, subido en el Gran Tiburón Rojo, contento y feliz, consciente de que el camino del exceso es un atajo hacia la sabiduría. O algo así.
4 comentarios
La-Ruina-de-la-Familia -
Noel -
Creo recordar que así era como acababa la película de Terry Gilliam, que se merece otro visionado urgentemente. A ser posible esta misma noche.
McCook -
"Alla va. Uno de los prototipos de Dios. Un mutante ni siquiera considerado para la produccion en masa. Raro para vivir...y escaso para morir...
Ahora la vida se reduce a la supervivencia. No queda nada de la energia de los 60. Ese fue el error fatal de Tim Leary. Vendio la idea de la expansion de la conciencia...sin pensar en la sombria realidad que le esperaba a toda la gente que le tomara en serio.
Esos pobres llenos de acido que creian que podian comprar paz y entendimiento a 3 pavos la dosis. Pero sus perdidas, y errores, son tambien los nuestros. Leary derroco la ilusion en una forma de vida que el ayudo a crear. Dejo una generacion de buscadores de la verdad, que nunca entendieron la falacia mistica de la cultura del acido: la suposicion de que alguien, o almenos alguna fuerza, mantenia la luz al final del tunel.
Directo al olvido, a la seguridad, a la oscuridad...un freak mas en el reino de los freaks..."
Steam Man -
Inolvidable