Gatito, gatito
En "Old Boy", la orgiástica obra maestra de Park Chan-wook que llegó el viernes pasado a nuestras carteleras, el protagonista consigue provocar seísmos en las plateas mediante el simple pero efectivo acto de comerse, sin trampa ni cartón, un pulpo vivo que no para de menear los tentáculos ni aún cuando está siendo masticado. Ignoro si esta escena habrá levantado las protestas de asociaciones protectoras de animales en su país de origen (Corea del Sur), pero una cosa es segura: ESO no puede hacerse en España. O, al menos, no si esperas recibir un Goya (o catorce...).
Puede que Chan-wook se haya librado, pero la que desde luego no lo ha hecho es la artista Nathalia Edenmont, a la que parece ser que nadie le regaló una mascota en su (se supone) dura infancia. Ucraniana de nacimiento y sueca de adopción, la Edenmont ha sabido colocarse en los límites de la legalidad constitucional de su país a la hora de exponer su particular visión del arte: mascotas muertas y seccionadas que entran en comunión con objetos inanimados para acabar formando un todo, un organismo híbrido que también puede servir perfectamente como objeto decorativo. Cuando le preguntan quién mata a los animales que sirven de base para su trabajo, la artista demuestra no tener pelos en la lengua: Lo hago yo misma en mi estudio, de una manera humana, pero no estoy preparada para discutir eso.
Según la Asociación Veterinaria de Suecia, el problema no está en la matanza de animales para su exhibición pública, sino en la manera que tiene Nathalia Edenmont de matarlos: al parecer, se tiene que contar con la presencia de un veterinario en el momento de la muerte para que certifique que el gatito (o el pollo, o el rodedor, o el conejo) en cuestión ha muerto de manera rápida e indolora. Y como parece ser que la interfecta se niega a aceptar estas condiciones, a Bjoern Wetterling (galerista que posee una colección suya en Estocolmo) se le ha ocurrido una solución que dice mucho sobre él a los que no le conocemos: He intentado conseguir que intente trabajar con animales más grandes, como perros.
En fin, que si queréis ver a los primitos de Mickey, Bugs Bunny y el gato Silvestre en versión Mal Rollo Al Vacío, no tenéis más que pinchar aquí y prestar mucha atención a los nombres de las fotografías.
Puede que Chan-wook se haya librado, pero la que desde luego no lo ha hecho es la artista Nathalia Edenmont, a la que parece ser que nadie le regaló una mascota en su (se supone) dura infancia. Ucraniana de nacimiento y sueca de adopción, la Edenmont ha sabido colocarse en los límites de la legalidad constitucional de su país a la hora de exponer su particular visión del arte: mascotas muertas y seccionadas que entran en comunión con objetos inanimados para acabar formando un todo, un organismo híbrido que también puede servir perfectamente como objeto decorativo. Cuando le preguntan quién mata a los animales que sirven de base para su trabajo, la artista demuestra no tener pelos en la lengua: Lo hago yo misma en mi estudio, de una manera humana, pero no estoy preparada para discutir eso.
Según la Asociación Veterinaria de Suecia, el problema no está en la matanza de animales para su exhibición pública, sino en la manera que tiene Nathalia Edenmont de matarlos: al parecer, se tiene que contar con la presencia de un veterinario en el momento de la muerte para que certifique que el gatito (o el pollo, o el rodedor, o el conejo) en cuestión ha muerto de manera rápida e indolora. Y como parece ser que la interfecta se niega a aceptar estas condiciones, a Bjoern Wetterling (galerista que posee una colección suya en Estocolmo) se le ha ocurrido una solución que dice mucho sobre él a los que no le conocemos: He intentado conseguir que intente trabajar con animales más grandes, como perros.
En fin, que si queréis ver a los primitos de Mickey, Bugs Bunny y el gato Silvestre en versión Mal Rollo Al Vacío, no tenéis más que pinchar aquí y prestar mucha atención a los nombres de las fotografías.
5 comentarios
Kitty N -
A esa mujer deberían violarla, torturarla y descuartizarla para publicar ese acto como arte.
Loren -
Haría falta que hiciese lo mismo con humanos para que por fin saltara la alarma social y fuese debidamente castigada.
Si no desea la presencia de un veterinario para las "ejecuciones humanas" que realiza con estas vidas inocentes, será porque no deben ser compasivas, tal vez goce matando animales y nadie hace nada para pararla.. ¿Hasta cuando el ser humano se va a creer dueño y señor del resto de los seres vivos?
La humanidad está podrida y esta mujerzuela pseudo artista es un éxponente.
Ojalá comenzara a crear sus obras con seres humanos, matándolos ella misma claro, sin presencia médica y ojalá lo hiciera con los hijos de sus vecinos, tal vez así la ley abriera la boca...
¿Por qué motivo cuando las barbaries se cometen con animales son políticamente correctas?, Ah! Claro, como no son personas... Cualquier ser vivo que posea sistema nervioso siente miedo y dolor.
Lo humanos deberíamos desaparecer, somos un cáncer parasitario que se come y destruye todo lo que le rodea.
Espero que esta artista arda en el infierno y que algún día matar a un animal se considere un crimen, igual como se condena matar a un niño.
Noel -
Más información: http://www.koerperwelten.com/
Javi -
Ah, sí... sobre el resto del artículo decir que me parece una barbaridad.
La-Ruina-de-la-Familia -