I.N.C.R.E.I.B.L.E.
Pues nada, ya la he visto. Por fin. Fui al cine esperando ver una obra maestra, un filme insuperable, una joya de la animación 3D que me hiciera olvidar la mala noticia de la muerte de la animación tradicional. En otras palabras: fui a ver "Los Increíbles" con unas espectativas tan altas que ni yo mismo creía que ninguna peli las pudiera superar. Pues bien, tras haberla visto me veo obligado a decir que... es mucho mejor de lo que me la esperaba. Pero muchísimo: la mejor película de Pixar desde "Bichos, una aventura en miniatura".
Para empezar, "Los Increíbles" es algo casi imposible de encontrar en los blockbusters de animación modernos: una película de autor. Brad Bird ha hecho una película Pixar que no tiene nada que ver con las otras películas Pixar, una obra tan personal como ambiciosa, tan mastodóntica como íntima. Todos nos sabemos su currículum: dirigió el episodio "Family Dog" para la serie spielbergiana "Cuentos asombrosos" (que luego tendría su propio spin off bajo la producción ejecutiva de su creador, Tim Burton), formó parte durante muchos años del equipo creativo de "Los Simpsons" y "El crítico", estrenó la emotiva "El Gigante de Hierro" en 1999 (llevándose un tremendo batacazo en taquilla pero siendo alabada por la crítica y por toda persona con un mínimo de sensibilidad y sentido común)... No obstante, tras su primer largo, Bird desapareció de nuestros radares durante un periodo de tiempo demasiado largo, aunque la espera ha merecido indudablemente la pena: "Los Increíbles" es la obra de un visionario, al igual que lo fue "Toy Story", de alguien que siente verdadero amor, pasión por lo que nos está contando.
En ese sentido, esta espléndida película no podía ser más opuesta a la horripilante "Shrek 2", un proyecto hecho con la cabeza en lugar de con el corazón, que buscaba en todo momento (a veces hasta desesperadamente) la simpatía del espectador adulto mediante la obviedad referencial y la supuesta ironía de su guión: en "Los Increíbles" el sentimiento verdadero ha sustituido a la referencialidad, en una jugada que solo la gente con verdadero talento puede permitirse en estos tiempos de ficciones descreídas. Pero es en el diseño de personajes donde las pelis de Pixar siguen dejando en cueros a los proyectos de sus rivales: para mí, Bob Parr y su familia son personajes de carne y hueso. Con esto quiero decir que me los creo mucho más que al 90% de los actores reales, no digamos ya a infraseres como Renée Zellweger o Eduardo Noriega: si algún día los actores digitales tienen que enterrar definitivamente a los reales, recemos para que se parezcan más a Violeta Parr que a la princesa Fiona.
En suma, Brad Bird nos ha regalado una opus magna radiante, cuya primera parte emana una tristeza y una madurez que recuerdan a obras como "Ghost World" y "Moléculas inestables", mientras que su segunda mitad supera ampliamente a cualquier adaptación de un tebeo Marvel que se haya hecho en los últimos cinco años. Dirigida con la mano firme de quien sabe que está haciendo algo grande, este cruce entre "Watchmen" y "Los Cuatro Fantásticos" (pasado por el magistral filtro de Pixar) se revela como una de las mejores películas del año, junto con los últimos trabajos de Tarantino, Michel Gondry y Alex de la Iglesia. En una palabra: increíble.
Para empezar, "Los Increíbles" es algo casi imposible de encontrar en los blockbusters de animación modernos: una película de autor. Brad Bird ha hecho una película Pixar que no tiene nada que ver con las otras películas Pixar, una obra tan personal como ambiciosa, tan mastodóntica como íntima. Todos nos sabemos su currículum: dirigió el episodio "Family Dog" para la serie spielbergiana "Cuentos asombrosos" (que luego tendría su propio spin off bajo la producción ejecutiva de su creador, Tim Burton), formó parte durante muchos años del equipo creativo de "Los Simpsons" y "El crítico", estrenó la emotiva "El Gigante de Hierro" en 1999 (llevándose un tremendo batacazo en taquilla pero siendo alabada por la crítica y por toda persona con un mínimo de sensibilidad y sentido común)... No obstante, tras su primer largo, Bird desapareció de nuestros radares durante un periodo de tiempo demasiado largo, aunque la espera ha merecido indudablemente la pena: "Los Increíbles" es la obra de un visionario, al igual que lo fue "Toy Story", de alguien que siente verdadero amor, pasión por lo que nos está contando.
En ese sentido, esta espléndida película no podía ser más opuesta a la horripilante "Shrek 2", un proyecto hecho con la cabeza en lugar de con el corazón, que buscaba en todo momento (a veces hasta desesperadamente) la simpatía del espectador adulto mediante la obviedad referencial y la supuesta ironía de su guión: en "Los Increíbles" el sentimiento verdadero ha sustituido a la referencialidad, en una jugada que solo la gente con verdadero talento puede permitirse en estos tiempos de ficciones descreídas. Pero es en el diseño de personajes donde las pelis de Pixar siguen dejando en cueros a los proyectos de sus rivales: para mí, Bob Parr y su familia son personajes de carne y hueso. Con esto quiero decir que me los creo mucho más que al 90% de los actores reales, no digamos ya a infraseres como Renée Zellweger o Eduardo Noriega: si algún día los actores digitales tienen que enterrar definitivamente a los reales, recemos para que se parezcan más a Violeta Parr que a la princesa Fiona.
En suma, Brad Bird nos ha regalado una opus magna radiante, cuya primera parte emana una tristeza y una madurez que recuerdan a obras como "Ghost World" y "Moléculas inestables", mientras que su segunda mitad supera ampliamente a cualquier adaptación de un tebeo Marvel que se haya hecho en los últimos cinco años. Dirigida con la mano firme de quien sabe que está haciendo algo grande, este cruce entre "Watchmen" y "Los Cuatro Fantásticos" (pasado por el magistral filtro de Pixar) se revela como una de las mejores películas del año, junto con los últimos trabajos de Tarantino, Michel Gondry y Alex de la Iglesia. En una palabra: increíble.
7 comentarios
Steam Man -
Noel -
Steam Man -
Noel -
Steam Man -
Menos mal que ya me previnieron de "Resident Evil "" y "Alien Vs Predatos"
morri -
A ver si la veo de una vez, y este viernes voy al cine. Buscando a Nemo me encantó, si esta es mejor hay que ir sin dudarlo! :)
Ike Janacek -