Música para cuando ya no esté

Teniendo en cuenta que la capital austríaca es la única ciudad del mundo que posee un Museo de Pompas Fúnebres, este especialísmo disco no debe causarnos mucha impresión. Lo que sí puede sorprendernos es que la voz encargada de guiarnos a través de los diversos cortes sonoros que componen "Horas de luto, unidos para siempre" pertenezca a Gabriele Haring, ex presentador de la tele austríaca que actualmente es profesor de yoga y gurú de la "new age" más risible y desfasada. Es como si, para entendernos, Nieves Herrero hiciera lo mismo aquí con un CD obsequio de la revista "Adiós", compuesto íntegramente por canciones de relajación y flamenco "chill out" (juro que el término existe) compuestas por Nacho Cano y Luis Cobos, todo ello alternado con lecturas de la Biblia a cargo de la simpar Nieves. Aunque, ahora que lo pienso, sería contraproducente: teniendo en cuenta el estado de depresión en el que se escucharía, el disco aumentaría notablemente la tasa de suicidios.
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