Lo crepuscular es espectacular
Hay algo realmente fascinante en ver a un mito, a un antiguo dios, volver a ponerse en pie para un último baile. En un momento en el que el cine norteamericano está recuperando titanes que se niegan a pasar de moda ("Rocky Balboa", "John Rambo", "La Jungla 4.0", "Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull"), parece que la resistencia a dejar de hacer lo único que uno sabe hacer está dotando de un halo crespuscularmente poético incluso a las personalidades más insospechadas. Así, las dos últimas actuaciones de seres tan distintos como Ortega Cano y Britney Spears están recorridas por la misma heroicidad decadente, algo que no todo el mundo sabe ver y, por tanto, opta por la vía más fácil: la de cachondearse de (y lapidar a) estos dos mitos crepusculares. En otras palabras: hoy, Britney y Ortega son dos caras de la misma moneda, dos almas gemelas, dos versiones de la misma realidad.
El "Aquí Hay Tomate" de esta tarde ha sacado, casi uno a continuación del otro, ambos via crucis artísticos y humanos: la primera ha sido Britney, que abrió la gala de los VMAs de ayer con una actuación que, si hemos de ser sinceros, no fue ese regreso espectacular que los responsables del programa y la propia artista debían de tener en mente. De todos modos, parece que estamos olvidando los sucesivos y concéntricos círculos del Infierno personal que Britney ha ido visitando en los últimos meses: verla ahí, con pelo y defendiendo (aunque sea de mala gana) un nuevo hit, debería ser suficiente como para mentar al ave fénix. Al parecer, la causa de que la chica estuviera tan decaída durante la actuación hay que buscarla en el discurso posterior de Sarah Silverman, que Britney consiguió escuchar inmediatamente antes de salir a actuar y que, bueno, no le volvió precisamente loca: no todo el mundo consigue sincronizar sus labios con la letra de "Gimme More" cuando sabe que, acto seguido, alguien va a salir al escenario a decir cosas terribles (pero, también, terriblemente graciosas) sobre sus hijos. Sea como sea, la actuación fue todo lo fascinante que era de esperar de alguien como Britney Spears, una estrella del pop en continuo estado de autocombustión que sería material de primera para una gran película: las maliciosas risas de Rihanna, nueva princesa del pop, ante la actuación con tintes de suicidio ritual de su más insigne predecesora podrían encajar perfectamente en una comedia estilo "Talladega Nights", en la que Britney sería una versión rubia de Ricky Bobby y la cantante de "Umbrella" se parecería sospechosamente a Jean Girard (la comparación Derek Zoolander / Hansel resulta igualmente válida).
Si hablábamos de la actuación de Britney en términos de fascinante seppuku, la de José Ortega Cano ya entraría directamente dentro de la épica (aunque él parece tener ya muchas menos posibilidades de volver a triunfar que ella). Su insistencia numantina en seguir toreando alcanza ya unas cotas de fatalismo heroico que sólo podría ser narradas por alguien como Frank Miller: casi como si Rodolfo Valentino no hubiera fallecido a los 31 años y hubiese decidido, cual Silvester Stallone, rodar una secuela otoñal de "Sangre y arena". El Ortega Cano que hemos visto hoy en el "Tomate" parecía un "Dark Knight Returns", incluso uno de esos superhéroes post-crepusculares de Daniel Clowes. Alguien, en suma, que muy probablemente esté dispuesto a dejarse la vida en el ruedo. Como era de esperar, los comentaristas han preferido hacer chistes sobre las escalofriantes imágenes de un Ortega observando exhausto cómo su ayudante ejecuta por él a un toro a sangre fría (en una agonía que casi parecía rodada por los Farrelly de "Yo, yo mismo & Irene"), pero es muy fácil reírse de este titán en llamas desde la barrera. O de Britney desde la platea. En un mundo perfecto, estos dos artistas suicidas ejecutarían juntos una danza de la muerte sobre un escenario en ruinas. Y todo acabaría con una ovación.
7 comentarios
Pussy Galore -
Sergio -
Alvy Singer -
En todo caso, Rhianna puede reírse: S.O.S. era un single hot perfecto pero Umbrella ha conseguido llenarme de feeling: rescatar el mejor y más pasional soul para revestirlo de pop ochentero-emotional-wave es tener mucho morro y descaro, para bien, claro.
Salanova -
Sé lo que Hicisteis(aunque no venga a cuento) también es un gran programa.
Machacasaurio -
aqui hay tomate ni te cuento, no le hagáis mas publicidad a programas asi
Libertino -
Salanova -