El sexto hombre más famoso de Kazakhstan
Como todo el que haya visto la MTV en las últimas semanas seguramente sabrá (entre otras cosas, por ese recordatorio permanente ASÍ de grande en la esquina superior derecha de la pantalla), dentro de aproximadamente 24 horas se celebran los MTV Europe Music Awards en Lisboa. Lo cierto es que, Green Day y Gorillaz aparte, los nominados de este año no es que me entusiasmen demasiado, pero tengo otra razón de peso para estar mañana pegado a la pantalla desde las ocho de la tarde: se trata de su presentador, Borat, uno de los personajes creados por el gigantesco cómico británico Sacha Baron Cohen, conocido mundialmente por ser el hombre detrás de Ali G.
Como creación cómica, Borat no tiene nada que envidiarle al ínclito falso rapero (¿es necesario reivindicar a estas alturas su película? Es necesario y se reivindica): se trata de uno de esos personajes que se meten al espectador en el bolsillo desde el minuto uno, siempre y cuando el espectador tenga la mente mínimamente abierta. Y es que Baron Cohen es uno de los pocos apologetas que le quedan a la incorrección política y al humor grueso en el mainstream actual, quizá sólo junto con Santiago Segura, Rob Schneider y el dúo Trey Parker-Matt Stone. En unos tiempos en los que hasta los Padres Fundadores del movimiento a finales de los 90 (los hermanos Farrelly) se han pasado a la comedia de buen rollo y al romanticismo tontorrón, es una verdadera alegría ver que alguien sigue provocando e incomodando desde su tribuna en la BBC. Borat es, en ese sentido, un prodigio: se trata de un (falso) reportero de Asia Central que es enviado a Estados Unidos para realizar reportajes sobre las costumbres de sus habitantes. La estética de su programa (en realidad, un espacio dentro de "Da Ali G. Show") es igual de cutre y desaliñada que la de su página web, tanto que es posible que el espectador despistado crea estar realmente ante un programa de una emisora turca. Que un producto tan rematadamente anti-cool haya sido elegido para presentar los EMAs demuestra que aún hay espacio para lo políticamente incorrecto en una emisora que últimamente parecía estar apostando más por los shows inofensivos modelo "Pimp My Ride" en lugar de por las producciones realmente transgresoras.
No obstante, no sólo de Borat y de Ali vive Baron Cohen: su otro personaje para "Da Ali G. Show" se llama Bruno, es otro falso reportero (en este caso, de la también falsa cadena austríaca Gay Tv) y es aún más polémico que los otros dos. En realidad, se trata de una estrategia para revelar el lado homófobo de gran parte de la sociedad norteamericana: en un memorable reportaje, Bruno le pedía a un grupo de luchadores profesionales adolescentes en pleno spring break (o sea, a una panda de malas bestia en busca de cualquier cosa con tetas) que mostraran los músculos (e incluso las nalgas) a la cámara, para luego decirles que mandaran un saludo a Gay TV... con la lógica reacción que aquellas palabras provocan en los entrevistados. Por supuesto, Bruno es un personaje muy odiado por ciertos colectivos homosexuales británicos, del mismo modo que Ali G. es un personaje muy odiado por ciertos colectivos antirracistas del mundo entero. No obstante, es muy posible que este fashion victim austríaco también se deje ver en la ceremonia de mañana, así que más nos vale acostumbrarnos a él y a su homólogo kazakshtiano: al fin y al cabo, Ali G. no dio realmente el salto con el videoclip de Madonna, sino después de presentar los EMAs del año 2000. De hecho, ya hay una película de Borat a punto de estrenarse en Inglaterra...
Para terminar, y siguiendo con esta misma onda, nuestras plegarias han sido escuchadas.
6 comentarios
Steam Man -
Terrorismo humorístico para con las personas que se creen alguien. DURO!
Noel -
Hombre Lobo -
http://www.cthulhulives.org/cocmovie/index.html
No sé tú, pero yo estoy super-emocionado con esto. ¿Llegaremos a verlo por estas latitudes?
Noel -
Hay uno que va a visitar a un entrenador de fútbol americano para aprender más sobre ese deporte. Después de practicar un poco, le suelta que la otra noche vio en su hotel una película americana sobre una 'cheerleader' que, al acabar un partido, se metía en los vestuarios y se encontraba con un jugador universitario desnudo que le "lanzaba un líquido corporal pegajoso a la cara" (sic). Luego preguntaba si eso es normal, si es parte del juego. La cara que se le quedaba al entrenador era un poema, sobre todo cuando le tenía que asegurar que eso no es parte del fútbol americano.
EKI -
forfy -