Fear of a Robot Planet

Por muy manido que suene, el futuro es ahora. Cuando creíamos que nos estábamos recuperando del recuerdo de Repliee R1, surgen tres nuevas noticias proto-cyberpunks que nos vuelven a alertar sobre los peligros de la robótica. Por si fuera poco, acabo de leer unas declaraciones del científico futurólogo Ian Pearson, en las que afirma que el escenario de máquinas-rebelándose-contra-seres-humanos que describía James Cameron en "Terminator" será perfectamente plausible dentro de unos años. La única diferencia es que los humanos no ganarían la guerra ni con John Connor: si las máquinas inteligentes deciden que nos les gustamos, entonces estamos jodidos. Así de simple.

Hablando de "Terminator", os presento al TerminatorBot, una especie de brazo mecánico basando en el famoso T-800 (dato curioso que no tiene nada que ver: ¿sabíais que, salvo "Titanic", todas las películas de James Cameron incluyen una explosión nuclear?). Sorprendentemente, el artilugio no ha sido diseñado por SkyNet, sino por DARPA Distributed Robotics, y creo que sirve para manipular cosas y escalar paredes a una velocidad de vértigo. De todos modos, yo le veo mucha más utilidad al Juke Bot, otra especie de brazo móvil que pincha discos de vinilo con una efectividad que ya quisieran muchos (de hecho, este robot es a la vez discjockey y tocadiscos). Como decía Morrisey, colguemos al DJ, porque parece que ya no lo vamos a necesitar.

Pero no todos los robots son tan inofensivos como estos dos: poca broma con los que vienen ahora, amigos y vecinos. Porque el hecho de que un superordenador prediga que se va a cometer un crimen debería hacernos reflexionar a todos (o volver a leer a Phillip K. Dick, lo que venga primero). Dos personas fueron arrestadas exactamente a la misma hora y en el mismo lugar en el que la máquina de la policía de Nueva York dijo que ocurriría, convirtiéndose así en los primeros ladrones de poca monta que son arrestados por un ordenador. Puede que, dentro de unos años, la policía ya disponga de una unidad de Robots Kendo para castigar este tipo de crímenes: se trata de unos engendros mecánicos que saben artes marciales y no dudan en utilizarlas, lo cual les convierte en los tatarabuelos entrañables de ese ED-209 que salía en "RoboCop" y que, a buen seguro, les dará a nuestros nietos veinte segundos para arrojar al suelo la botella de whisky cuando les pille bebiendo en la vía pública. Así que este es el futuro de la policía.