Blogia
Los archivos de EL EMPERADOR DE LOS HELADOS

Elemental, querido Newman

Elemental, querido Newman Kim Newman es, para el que no lo conozca, un gigante: crítico cinematográfico entregado por completo a su devoción por la serie B, novelista desde los 15 años, historiador especializado en los sótanos (y alcantarillas) del Séptimo Arte, actor accidental de cabaret, fanático fetichista del Conde Drácula, teórico del splatterpunk, amigo personal de Alan Moore y Neil Gaiman, fan del cine apocalíptico, editor de fanzines consagrados al "Doctor Who", excéntrico profesional... Este inglés de casi medio siglo de edad (pero con una melena y unas ganas de juerga de las que ya quisieran muchos presumir) es uno de los autores más interesantes de la literatura fantástica y de terror actual, además de un fan declarado de gente tan interesante como Jack el Destripador, Jason Voorhees o Juan Carlos Fresnadillo.

Newman vuelve a estar de actualidad estos días gracias a su bienamado Sherlock Holmes: la BBC ha pedido a cinco de los mejores holmesólogos de Inglaterra que escriban para la radio sendas aventuras del detective creado por Conan Doyle, cuyo nexo común parece ser una clarísima intención lúdico-metalingüística similar a la que demostraron Billy Wilder y I.A.L. Diamond en la maravillosa "La vida privada de Sherlock Holmes". Los relatos se pueden encontrar aquí tanto en su versión escrita como en formato audio: el de Newman se titula "A Shambles in Belgravia" y se trata de una humorada macabra y magistral protagonizada por Sebastian Moran y el profesor Moriarty (los dos villanos más memorables del detective), que mantienen aquí una relación que se podría describir como el reflejo tenebroso de la que tenían Holmes y Watson: algo así como la pareja de Baker Street al otro lado del espejo. Lo dicho, un relato magistral que recuerda mucho al colega Moore y que el fan de Holmes econtrará plagadito de referencias y guiños cómplices: de hecho, se trata de una reescritura maliciosa de "A Scandal in Bohemia", algo que los die-harders como yo captarán en seguida. No hay más que leer la primera frase para darse cuenta de cuáles son las intenciones de Newman... y también de hasta dónde llega su talento.

Ah, y sale Irene Adler. Por supuesto que sale.

0 comentarios