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Arqueología de lo subterráneo

Arqueología de lo subterráneo

En Historia del rock: El sonido de la ciudad (Man Non Tropo), impresionante ensayo sobre los orígenes y ramificaciones del ritmo loco, Charles Gillett explica la indisoluble conexión entre la nueva cultura adolescente, surgida a raíz del fin de la Segunda Guerra Mundial; y el rhythm and blues primigenio, que estaba a punto de mutar hacia esa entelequia conocida como rock and roll. Cantantes melódicos como Johnnie Ray, uno de los primeros en introducir algo de heterodoxia en los férreos códigos del mainstream, supusieron el primer paso hacia una brecha generacional y cultural: los padres no entendían, e incluso consideraban aberrante, que sus hijos escucharan a un histrión que se deshacía en lágrimas mientras cantaba. Muy pronto, esos airados jóvenes blancos encontraron una corriente que definía mejor su deseo de rebeldía: la música negra, cuyos cantantes ignoraban por completo las leyes del decoro y el buen gusto que dominaban los catálogos de los grandes sellos.

En 1950, el sociólogo David Riesman publicó un artículo titulado "Listening to Popular Music", que Gillett entiende como fundamental para entender la eclosión del rock en la sociedad norteamericana de los años cincuenta. Riesman consideró que se podían distinguir dos grupos en el panorama musical de su tiempo: el publico mayoritario, que aceptaba lo que le ofrecía el mainstream y no sentía la necesidad de buscar más allá; y el público minoritario. Su descripción de este último no sólo resulta increíblemente lúcida para la época, sino que traza las líneas generales que han definido a la cultura alternativa (o diferente, o subterránea) desde mediados del siglo XX hasta nuestros días:

La rebeldía de este grupo minoritario podría reflejarse en algunos de los comportamientos siguientes hacia la música popular: una insistencia en normas rigurosas de juicio y gusto en medio de una cultura relativista; una preferencia por las pequeñas orquestas no promocionadas antes que por las orquestas de renombre; el desarrollo de un lenguaje privado que se abandona cuando es adoptado por el grupo mayoritario (y lo mismo pasa con otros aspectos del estilo privado); y un profundo resentimiento contra la comercialización de la radio y de los músicos (...) Un aprecio por la idiosincrasia de una actuación va pareja con un desdén por los intérpretes "estrella" y una insistencia en que la improvisación sea un fenómeno generado por el grupo.

(David Riesman, "Listening to Popular Music", 1950, traducción de Joan Sardá). 

Para Gillett, "el hecho de que, a pesar de lo que la mayoría elija, habrá una minoría que escogerá algo diferente explica cómo la música popular sigue cambiando, sin importar lo buenos —o malos— que sean los tipos de música dominante durante un periodo concreto". Por tanto, la revolución del rock en la Norteamérica de Eisenhower marcó la primera vez en que la cultura minoritaria desafió y se impuso a la oficial, un fenómeno que se viene repitiendo cíclicamente desde entonces. La piedra de toque de la cultura popular. El Origen de Todas las Cosas, en resumen.

8 comentarios

Dr Zito -

Como apunta Alvy, lo curioso es que ese cambio que fomenta la minora se la ha apropiado el mainstream con fines comerciales. Asi nuevas modas traen nuevos productos.
Fenomenal descubrimiento arqueologico.

Noel -

Sí y no. Mañana habrá un post navideño, puede que dos. Intenté montar un banner con los Peanuts, pero Blogia no lo toleraba: ¡problemas con la tecnología!

Danzante -

Oiga, caballero, ¿y este año no hay 'Navidades Heladeras'? :D

Alvy Singer -

ha señalado NO sin cierta sorna Echo & The Bunnymen.

Alvy Singer -

Pero la cultura oficial siempre, como respuesta, adopta la alternativa y hace de algo "comunista" la identidad. Y es lo fascinante, creo. Ahora el postpunk vende más, infinitamente, que en su día los originales, ha señalado sin cierta sorna Echo & The Bunnymen.

paolo2000 -

Hallelujah, Godspeed you White Christmas Emperor

TITO GRAY -

El público se diferenciaba entre los que amaban a Pat Boone y demás engendros y los que no (y preferían a Elvis, Little Richard, Jerry Lee, etc.)

Lucía -

AMÉN!