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Grandes hitos de la incorrección política #23

Grandes hitos de la incorrección política #23

El falso documental "CSA: The Confederates States of America" (2004) era una sátira sangrante del modo de vida americano que, como las mejores películas de Paul Verhoeven ("RoboCop", "Starship Troopers"), contenía pausas publicitarias. La cosa tenía sentido: el director nos hacía creer que estábamos viendo un documental televisivo realizado en un universo paralelo en el que los Estados Confederados ganaron la Guerra de Secesión norteamericana. Así, los anuncios de "CSA" reflejaban la mentalidad de esos supuestos Estados Unidos en los que la esclavitud aún seguía siendo una cruel realidad (un escenario con valor más metafórico que otra cosa, que el director Kevin Willmott no es ningún idiota): se trataba de una publicidad que explotaba hasta niveles inaceptables los estereotipos racistas más rancios, una publicidad que uno imagina producto de la ficción que está contemplando. Pues bien: al final de la función, Willmott se reserva el último golpe de efecto de una noche llena de golpes de efecto, al revelar que la mayoría de los anuncios que hemos visto no habían sido rodados para la película, sino que eran producto del reciclaje de anuncios reales. De hace unas pocas décadas. Uno le puede discutir muchas cosas a "CSA", pero este dato parece totalmente inapelable: aquí tenéis una galería de anuncios añejos en los que el Tío Tom aún está bastante presente, incluso dándose la mano con Mickey Mouse.

Si esta pervivencia del racismo lúdico en la publicidad norteamericana del siglo XX es algo deplorable, no hay duda de que los empeños por sepultarla del siglo XXI son aún peores. Hay que recurrir a otra película para encontrar un ejemplo diáfano de esta tendencia: "Ghost World", de Terry Zwigoff, en la que un objeto encontrado provoca un estallido casi violento de censura por parte de una comunidad artística que, en principio, debería considerarse en contra de la censura. Si en algo tenía razón Kevin Willmott es en que la esclavitud sigue siendo uno de los esqueletos más vergonzantes en el armario de su país y, por ende, en el de todo el mundo occidental.

7 comentarios

Noel -

Si no lo estamos haciendo ya.

Lo que pasa es que esto es un tema muy complejo. No es "Crash" de Paul Haggis, vamos. De hecho, doy gracias al cielo porque la vida se parezca más al "Crash" de Ballard que al de Paul Haggis.

stevie -

No, si ramalazos racistas si que tienen los pobres yankis, pero dele usted tiempo al modosito pueblo español para desarrollar su xenofobia como está mandado, que me temo que, con lo burros que somos, no vamos a hacerlo mucho mejor. Al tiempo.

Noel -

Y no nos olvidemos del ex-Fórmula 1 francés Jean Girard ("I am coming fo' yu, Gricky Boobby"), su némesis.

La película del verano. Atented a los que os digo.

La-Ruina -

¡RICKY BOBBY!!!

Noel -

Y muchos problemas que le dieron, además... ¿Quién iba a relacionar la palabra Marvel con la regla en la época victoriana?

kalimero -

Le tengo bastantes ganas a esta pelicula, a ver si la veo prontito.

Pd: lo de los anuncios aparentemente falsos que resultan ser verdaderos ya lo había utilizado Alan Moore en La Liga.

Saludos.

Borja -

Es una idea original que podía haber dado para más... estoy de acuerdo en que lo mejor es el golpe de efecto del final, toda una bofetada