El anillo de San Pedro
Hay posts que uno no quiere escribir, pero al final se siente OBLIGADO a hacerlo. Este es uno de ellos.
La razón por la que, en un principio, no quería comentar esta noticia era de lo más simple: porque no hacía ninguna falta. La última vez que escribí una noticia de este tipo, es decir, el día que murieron los colosos Luqui y Del Oso, tiré directamente del cortaypega, más que nada porque no se me ocurría nada que no se hubiera dicho ya. Con el Papa me ocurre un poco lo mismo: a estas alturas, todo se ha dicho ya sobre uno de los personajes más carismáticos del siglo XX (con sus aspectos reprovables, por supuesto), por lo que un post hablando de su muerte resulta bastante innecesario. No obstante, al final han surgido dos argumentos de peso que me han hecho cambiar de opinión.
Para empezar, no quiero que este blog se aleje por completo de la realidad, y pasar por alto una noticia que está en la primera página de todos los periódicos del mundo (o, al menos, de Occidente) sería demasiado radical. Pero entonces, una vez más, surge el problema: no sé qué decir. No soy cristiano, así que no puedo expresar mi dolor ni mi firme creencia en que el señor Wojtila está en estos momentos conversando de tú a tú con el mismísimo Dios. Tampoco considero de recibo escribir un post excesivamente irrespetuoso, más que nada porque el hombre a mí me caía algo simpático y además, cuando vivía en Roma, le vi personalmente a unos pocos centímetros de mi cara (una historia muy larga que se puede resumir en catorce palabras: recepción a la que me vi obligado a ir en contra de mi voluntad). El Papa molaba, sobre todo estos últimos años, en los que tenía una pinta que era caldo de cultivo para imitaciones etílicas, programas satíricos y películas de Leslie Nielsen.
Sin embargo, la razón fundamental debe de ser la siguiente: la verdad es que todo esta cuestión no me importa demasiado, por no decir prácticamente nada. Lo siento, pero es así. De todos modos, voy a poner un par de enlaces a las páginas en español más interesantes que he encontrado sobre el tema: este post de Arcadi Espada y esta noticia de Periodista Digital sobre el delicado asunto de la sucesión, que ya veréis como va a ser una cosa muy curiosa de presenciar.
La razón por la que, en un principio, no quería comentar esta noticia era de lo más simple: porque no hacía ninguna falta. La última vez que escribí una noticia de este tipo, es decir, el día que murieron los colosos Luqui y Del Oso, tiré directamente del cortaypega, más que nada porque no se me ocurría nada que no se hubiera dicho ya. Con el Papa me ocurre un poco lo mismo: a estas alturas, todo se ha dicho ya sobre uno de los personajes más carismáticos del siglo XX (con sus aspectos reprovables, por supuesto), por lo que un post hablando de su muerte resulta bastante innecesario. No obstante, al final han surgido dos argumentos de peso que me han hecho cambiar de opinión.
Para empezar, no quiero que este blog se aleje por completo de la realidad, y pasar por alto una noticia que está en la primera página de todos los periódicos del mundo (o, al menos, de Occidente) sería demasiado radical. Pero entonces, una vez más, surge el problema: no sé qué decir. No soy cristiano, así que no puedo expresar mi dolor ni mi firme creencia en que el señor Wojtila está en estos momentos conversando de tú a tú con el mismísimo Dios. Tampoco considero de recibo escribir un post excesivamente irrespetuoso, más que nada porque el hombre a mí me caía algo simpático y además, cuando vivía en Roma, le vi personalmente a unos pocos centímetros de mi cara (una historia muy larga que se puede resumir en catorce palabras: recepción a la que me vi obligado a ir en contra de mi voluntad). El Papa molaba, sobre todo estos últimos años, en los que tenía una pinta que era caldo de cultivo para imitaciones etílicas, programas satíricos y películas de Leslie Nielsen.
Sin embargo, la razón fundamental debe de ser la siguiente: la verdad es que todo esta cuestión no me importa demasiado, por no decir prácticamente nada. Lo siento, pero es así. De todos modos, voy a poner un par de enlaces a las páginas en español más interesantes que he encontrado sobre el tema: este post de Arcadi Espada y esta noticia de Periodista Digital sobre el delicado asunto de la sucesión, que ya veréis como va a ser una cosa muy curiosa de presenciar.
8 comentarios
Adan Ramos -
Noel -
En fin: historias de la universidad.
Gam -
Noel -
Steam Man -
Saludos Paquito!!
La Ruina de la Familia -
Anónimo -
REFO -
Pasó con las olas de frío y lo que es peor, cuando murió Carmina Ordoñez (qué vergüenza que el telediario de la Primera abriera con este tema).