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Los archivos de EL EMPERADOR DE LOS HELADOS

Mi quinto sentido y medio

Mi quinto sentido y medio La primera vez que vi un cómic de Dylan Dog fue en la tienda de libros de la estación de trenes de Roma: se trataba del Almanacco della Paura 2001, en el que uno podía encontrar (a parte de una historia inédita del detectivde Craven Road) un reportaje sobre las pelis de infecciones biológicas, una biografía imaginaria del Golem y un perfil de las cuatro bestias sagradas del moderno cine de terror: Freddy Krueger, Jason Vorhees, Michael Myers y el siempre minusvalorado Leatherface (Facciadicuoio en italiano). Desde ese momento se puede decir que vivo enganchado a Dylan Dog, el personaje de cómic que yo mismo, de haber sido un poco más sabio, podría haber creado. Y lo digo en serio: los tebeos de Dylan tratan prácticamente todos los temas que me interesan, además de manejar un universo referencial muy parecido al mío. Es por ello que Tiziano Sclavi, el padre de la creatura, siempre me ha dado una envidia tremenda... maquillada de admiración incondicional, sí, pero envidia al fin y al cabo.

Otro día os hablaré de Sclavi, porque hoy quiero recomendaros una página que, incomprensiblemente, no había visitado hasta ahora: nada menos que la sección "Dylan Dog" de la página oficial de Sergio Bonelli Editore, la casa que nos ha regalado también otros inmortales del tebeo iatliano como el vaquero Tex, la misteriosa Julia o el molón Martin Mystery. Se trata de un pórtico dylaniano perfecto para los aún no conozcáis el cómic de terror y misterio preferido de gente tan ilustre como Quentin Tarantino, Dario Argento o Terry Gilliam. Y para los que ya sepáis de Dylan, os recomiendo que os deleitéis con la galería de portadas de todos y cada uno de los números especiales del personaje. Y ya los muy fans que se pasen por aquí.

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