James Gunn en cinco pasos (3 y 4)
"3) Juguetes y superhéroes:: En 1999 Gunn dejó Troma para escribir y protagonizar "The Specials" (2000), algo así como la versión cafre de "Mistery Men" (1999), en la que Rob Lowe encarnaba al líder de un grupo de superhéroes en horas bajas. Mientras la película fracasaba estrepitosamente allí donde se estrenaba, su hasta ahora única novela, "El coleccionista de juguetes" (Mondadori), se convertía en un rotundo éxito de crítica. En ella, Gunn recupera el singular estilo Troma (sangre, sexo y escatología) para narrarnos la obsesiva historia de un tío que es capaz de hacer cualquier cosa (literalmente) para recuperar los juguetes que le acompañaron durante su agridulce y aún no superada infancia.
4) La saga Scooby-Doo: Es la primera cosa que he escrito que puede ver mi madre. Así definía Gunn su guión para la adaptación al cine de "Scooby-Doo" (2002), en la que vuelve a dar rienda suelta a su mitomanía de un modo quizá más desatado que en su novela. Tanto este guión como el de su secuela (recién estrenada en DVD) destilan mucha más inte-ligencia y astucia posmoderna de lo que puede parecer a simple vista, pese a que la torpe realización de Raja Gosnell esté a punto de sepultarlas. De todos modos, una película infantil llena de alusiones al sexo y la marihuana, que se atreve a parodiar sin piedad la serie que está adaptando (ese Scrappy-Doo como malo de la función) y que ridiculiza directamente a su público potencial (el adolescente americano) merece, al menos, ser tenida en cuenta."
4) La saga Scooby-Doo: Es la primera cosa que he escrito que puede ver mi madre. Así definía Gunn su guión para la adaptación al cine de "Scooby-Doo" (2002), en la que vuelve a dar rienda suelta a su mitomanía de un modo quizá más desatado que en su novela. Tanto este guión como el de su secuela (recién estrenada en DVD) destilan mucha más inte-ligencia y astucia posmoderna de lo que puede parecer a simple vista, pese a que la torpe realización de Raja Gosnell esté a punto de sepultarlas. De todos modos, una película infantil llena de alusiones al sexo y la marihuana, que se atreve a parodiar sin piedad la serie que está adaptando (ese Scrappy-Doo como malo de la función) y que ridiculiza directamente a su público potencial (el adolescente americano) merece, al menos, ser tenida en cuenta."
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