Por el poder de Grayskull
No os podéis imaginar el ataque de asquerosa nostalgia que me ha invadido al entrar en esta página. Se trata nada más y nada menos que de "He-Man y los Masters del Universo", esos malditos muñecos que marcaron mi infancia y cimentaron mi obsesión por el coleccionismo compulsivo.
El caso es que la web no puede ser más completa: no solo incluye vistas 360º de todos (bueno, casi) los muñecos desde 1981 hasta el revivial de hace un par de años, sino que también cubre todo el, digamos, Universo Expandido de los Masters: están los cómics -tanto los que comercializó DC como los que regalaban con algunas figuras-, la serie de dibujos -mítica por muchas razones-, los libros -estos no sé si llegaron a publicarse en España-, las revistas -estas ya si que no llegaron aquí ni en broma-... Y la película. Que eso ya es punto y aparte.
Yo personalmente echo de menos una referencia a esas cintas de cassette que se incluían con los muñecos de He-Man y su némesis, con díálogos imposibles y efectos de sonido descacharrantes. Pero tampoco es cuestión de ponerse puntillosos: esta web, además de producirme muy gratos recuerdos (a mi pesar), me ha servido para descubrir los verdaderos nombres de unos juguetes a los que yo siempre me refería como "El esqueleto", "El pinzas", "El peonza", "El cangrejo" o "El enano peludo".
El caso es que la web no puede ser más completa: no solo incluye vistas 360º de todos (bueno, casi) los muñecos desde 1981 hasta el revivial de hace un par de años, sino que también cubre todo el, digamos, Universo Expandido de los Masters: están los cómics -tanto los que comercializó DC como los que regalaban con algunas figuras-, la serie de dibujos -mítica por muchas razones-, los libros -estos no sé si llegaron a publicarse en España-, las revistas -estas ya si que no llegaron aquí ni en broma-... Y la película. Que eso ya es punto y aparte.
Yo personalmente echo de menos una referencia a esas cintas de cassette que se incluían con los muñecos de He-Man y su némesis, con díálogos imposibles y efectos de sonido descacharrantes. Pero tampoco es cuestión de ponerse puntillosos: esta web, además de producirme muy gratos recuerdos (a mi pesar), me ha servido para descubrir los verdaderos nombres de unos juguetes a los que yo siempre me refería como "El esqueleto", "El pinzas", "El peonza", "El cangrejo" o "El enano peludo".
2 comentarios
Noelio -
El Tuccamen -