¿Qué es "El Emperador de los Helados"?
Hola, amigos y vecinos. Bienvenidos a mi último experimento ególatra para mantenerme ocupado en estos días de vacío mental y espiritual. Muchas son las preguntas que hay que responder a modo de trailer, así que vamos por partes:
a) ¿Por qué un blog?: Bien, aquí hay unas cuantas cosas que conviene ir dejando claras. Para empezar, esto no es un diario virtual, una bitácora donde colgar mis sentimientos a la vista de todo el mundo. El Emperador de los Helados ha sido concebido como un foro en el que vaciar todas esa información innecesaria que he ido acumulando en mi cabeza desde mi más tierna infancia: cómics, dibujos animados, televisión, canciones extrañas, cine... Por lo tanto, no es un diario ñoño donde apunte día a día mis fracasos vitales y exponga mi miseria moral a la vista de todos, sino una especie de portal donde intentaré reflexionar (muchas veces de manera paranoica) sobre esas cosas sin las que mi vida no tendría sentido.
b) ¿Por qué ese título?: Casualidad, supongo. Siempre me ha gustado este poema de Wallace Stevens, desde que lo leí en El misterio de Salem’s Lot (uno de mis libros preferidos), de modo que su título fue lo primero que se me pasó por la cabeza a la hora de titular el blog. Además, The Emperor of Ice-Cream es también el nombre del grupo de rock conceptual que lideró Alan Moore durante los años 80, por lo que ahí va otra razón por la que merece la pena llamar así al blog.
c) ¿Cada cuánto se actualiza esto?: En principio, diariamente. Esto es mucho más fácil de lo que pensaba: con escribir un texto y darle a unos cuantos botones tienes el blog actualizado en menos de lo que puedas decir "tarta de arándanos", así que intentaré actualizarlo todos los días... si puede ser, claro.
d) ¿Y cuánto tiempo estará en activo?: Un año. Hasta el 1 de septiembre de 2005. No me preguntéis por qué (son razones muy oscuras) pero el año que viene por estas fechas los helados ya se habrán derretido y ya no quedará nada que vender.
Pues nada, ya está. Como veis, odio las presentaciones, así que he intentado que sea lo más escueta posible. A partir de aquí, empieza el espectáculo.
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Noelio -
El Tuccamen -