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Navidades heladeras (2): Boletín juguetero

Navidades heladeras (2): Boletín juguetero

El juguete del mes: Nacido en 1957 de la fabulosa pluma del Dr. Seuss, el Grinch es una de las criaturas navideñas más queridas de todos los tiempos. Su odio profundo hacia todo lo que tenga que tenga que ver con luces de colores y villancicos, unido a su pérfido plan para robarle las fiestas a los bienintencionados Who, le han convertido en un icono de la literatura, la televisión (gracias a Chuck Jones) y el cine (gracias a Jim Carrey). A este peluche verde sólo le queda hablar en verso para ser perfecto, pero es posible que no sea el regalo grinchiano más canónico: el set de acción, la estatua de la foto o esta colección de figuras (la primera de las cuales demuestra que el corazón del Grinch es dos veces más pequeño de lo normal) son algo más vistosos. A continuación, más juguetes navideños para colocar bajo el abeto.

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2 comentarios

Noel -

Yo también tenía el Rex de "Parque Jurásico", vive Dios. ¡Y un Terminator al que se le veían las costillas de metal!

Dussander -

¡Aaah, dios mío! ¿No os invade una extraña sensación melancólica cuando os acordáis de juguetes que tuvisteis de guachos, y en los que hacía años que no pensábais?

Yo, por ejemplo, después de muuuuuchos meses me acabo de acordar de dos juguetes que terminé destrozando del uso que les di.
El primero era un batmobil (algo soso y cutre hoy día) cuya cabina se sacaba por detrás y se convertía en el batvolador.
El segundo era un Tiranosaurio (de esa gran obra que parece que muchos han olvidado, "Parque Jurásico"... ¡Noelio, dedícale un post!) como de plástico y goma, de unos cuarenta centrímetros de alto, que incluso tenía un trozo redondo de piel de quita y pon que dejaba ver las costillas...

¡¡Aaay, ¿me he puesto muy nostálgico?!! ¿Alguien más los tuvo?