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Los archivos de EL EMPERADOR DE LOS HELADOS

Alta aristocracia

Alta aristocracia ¿Os sabéis el chiste de "Los Aristócratas"? ¿No? Vale, pues os lo cuento... O, más bien, os cuento cómo se cuenta, porque es un chiste mutante que cambia según el narrador. Eso sí, una advertencia: no es el tipo de chiste que se oye en un cumpleaños infantil (a no ser que el payaso contratado se llame John Wayne Gacy), y tampoco os acosejo que lo soltéis en una primera cita. Además, se trata de un humor muy anglosajón (si es que eso existe) que, para más inri, le hace más gracia al que lo cuenta que al que lo escucha. Es más: es posible que sea el primer chiste pensado para repugnar y epatar al respetable, o sea, que no se parece en nada a los monólogos simpaticones de "El Club de la Comedia". Así que ya estáis avisados.

"Los Aristócratas" es el equivalente humorístico a la artillería pesada, por no decir a las armas de destrucción masiva. Según Wikipedia, ha sido contado por diferentes cómicos stand up desde los tiempos de vodevil, aunque por aquella época había una regla no escrita que solamente le permitía al humorista contarlo ante una audiencia de compañeros de profesión. Más que un chiste, es un formato parecido al jazz, que tiene mucho de improvisación y que (como diría Tony Wilson) divierte más al artista que a su público. Su estructura es la siguiente:

1. Una familia de aspecto pulcro y respetable acude a un cazatalentos para mostrarle un espectáculo familiar de su invención.

2. El padre le dice al cazatalentos: Buenos días, señor. Nos gustaría que viera nuestro número familiar. Entonces el cazatalentos les contesta que no está interesado en números familiares, por lo que la madre se tiene que poner a suplicarle que por favor reconsidere su posición y que les permita mostrarle su espectáculo familiar. El cazatalentos no se puede resistir a la cara de pena de los niños, así que acepta.

3. Vale, los dos primeros fragmentos son obligatorios, pero a partir de aquí el chiste cambia. Básicamente, la cosa va de que el chistoso en cuestión comienza a soltar por la boca las ideas más asquerosas, sucias, guarras, cochinas, provocadoras y blasfemas que se le vayan ocurriendo sobre la marcha. Algunas perlas que se han oído a lo largo de la gloriosa historia del chiste: la familia representa un número sadomaso con doble penetración anal y vaginal a la hija pequeña, el padre eyacula en la cara de la madre mientras ella defeca en la cara de su hijo (que, por supuesto, se lo va a comer todo), el bebé participa de múltiples maneras, el incesto se combina con lluvias doradas, el bukake pre-escolar se practica entre insultos racistas y latigazos, el padre de familia es obligado a comer el vómito de sus hijos, la madre descubre exactamente cuántas cosas le caben en el culo con la ayuda de su primogénito, etc. Las últimas versiones suelen incluir referencias a Abu Ghraib, al fist fucking y al vídeo de Paris Hilton. ¡Ah!, y a veces también hay un perro.

4. Cuando el espectáculo familiar acaba, todos hacen una reverencia. El cazatalentos, boquiabierto y horrorizado, pregunta: ¿Y cómo se llama este espectáculo? La respuesta es siempre la misma, gritada a coro por todos los miembros de la familia: ¡Los aristócratas!

Lo sé: no tiene gracia. Pero es que se supone que no debe tenerla. Pero esperad a contrala en público y ver la cara que pone la gente cuando dices las dos últimas palabras...

El chiste era un éxito relativamente subterráneo hasta que Trey Parker y Matt Stone lo sacaron en su serie "South Park": en boca de Cartman, "Los Aristócratas" provocó seísmos en los sectores más conservadores de Estados Unidos, pero también la convirtió en un auténtico éxito de culto que se ve confirmado por el documental The Aristocrats, en el que Paul Provenza recoge un buen puñado de actuaciones en vivo en las que, de un modo u otro, se oye el chiste. Nombres como Robin Williams, Adam Sandler, Whoopi Goldberg, Eric Idle, Chris Rock, Bob Saget y Jon Stewart son el principal reclamo de este documental, pero su highlight llega cuando Gilbert Gottfried cuenta en televisión una versión de la bromita ante un Hugh Hefner que no sabe qué demonios hacer... todo ello apenas tres semanas después del 11-S.

Más información aquí y aquí.

4 comentarios

husein -

jusmente la via anoche al doceumtnal y vi todo loq ue relata, un dato interesante que cuanod hugh hefner esta impotent sin saber q hacer cuanod escuccha el chiste, ROb Snaider esta tirandose al piso cagando de la risa.. es muy bueno!!!

Transeunte -

Palahniuk es un imbécil sin gracia, qué lo va contar.

Noel -

Chucky ha escrito algo parecido: su relato "Guts" (que va de accidentes masturbatorios grotescos) provoca las mismas reacciones cuando lo lee en las firmas de libros. De hecho, por eso le encanta leerlo en las firmas de libros...

Crazy Japan! -

Muy bueno! No sé porqué pero me gustaría ver (o leer mejor dicho) la versión Chuck Palahniuk de este chiste. No tendría desperdicio.